El Ejecutivo francés anunció este lunes la expulsión del país de "numerosos" diplomáticos rusos al considerar que su actividad es contraria a los "intereses de seguridad" nacionales.

Moscú ha respondido revelando la cifra de 30 diplomáticos -citada anteriormente por medios franceses por fuentes extraoficiales- y ha advertido de que responderá "con dignidad" a esta decisión, en palabras de la portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores ruso, Maria Zajarova, recogidas por la agencia de noticias rusa TASS.

"Francia ha decidido expulsar a numerosos trabajadores rusos con estatuto diplomático destinados en Francia y cuyas actividades son contrarias a nuestros intereses de seguridad", apuntó una nota del Ministerio de Exteriores.

Su comunicado, de apenas tres frases, señaló que este paso "se inscribe en una iniciativa europea" y recalcó que su primera responsabilidad es "garantizar la seguridad de los franceses y de los europeos".

Este mismo lunes, el Gobierno alemán había declarado 'persona non grata' y ha expulsado del país a 40 diplomáticos rusos de la embajada de Berlín.

Se trata de personas que "día a día trabajan contra nuestra libertad y contra nuestra cohesión social", según el comunicado emitido por la cancillería alemana, donde se alude a la "increíble brutalidad" de la cúpula rusa, plasmada en las imágenes procedentes de la ciudad ucraniana de Bucha, con cadáveres de civiles por las calles.

El presidente francés, Emmanuel Macron, calificó de "crímenes de guerra" lo sucedido y reclamó nuevas sanciones contra Rusia, en particular un embargo al petróleo y al carbón rusos, para lo que va a buscar una concertación europea en los próximos días.