El ministro de Exteriores, José Manuel Albares, ha confirmado este martes la expulsión de 27 diplomáticos rusos por los crímenes de guerra cometidos en Bucha, aunque mantiene por ahora al embajador, Yuri Korchagin. España ha adoptado esta resolución unas horas después de que lo haya hecho también Alemania, Francia e Italia. Albares ha contactado esta mañana con los grupos parlamentarios para abordar este asunto y la previsión es que la salida de todo este personal se produzca en "unos días", según anunció el ministro durante la rueda de prensa posterior a la reunión del Consejo de Ministros.

En ese momento Albares cifró el número de expulsados en "en torno a 25" pero fuentes de Exteriores puntualizaron que son "exactamente 27". "Representan una amenaza para los intereses de seguridad de España", aseguró el ministro, dejando entrever que en esa lista podrían figurar espías o que su trabajo, a través de cuentas como la de la propia embajada, resulta desestabilizadora para nuestro país. En ella se difunde propaganda rusa, en la que se niega por ejemplo que sus soldados hayan matado a ciudadanos ucranianos y se sostiene que es un montaje de Ucrania.

El Gobierno espera ahora que Rusia responda del mismo modo, porque ha sido su reacción habitual en estas circunstancias, e incluso obligue a dejar el país al mismo número de personal del Ministerio de Exteriores español. Pero por el momento permite que se quede el embajador en Madrid, en aras de una posible salida al conflicto, y conserva a su representante diplomático en Moscú. "Queremos darle una oportunidad al diálogo, que termine la guerra y se abra la puerta al diálogo", precisó.

La decisión del Gobierno se ha producido después de que Albares apuntara ayer por primera vez a que valoraba responder con acciones diplomáticas a Rusia, tras la escalada de violencia en la invasión de Ucrania que ha supuesto el descubrimiento de centenares de civiles muertos en la ciudad de Bucha. En ese momento Lituania ya había anunciado que expulsaba al embajador ruso y cerraba el consulado de Moscú en Klaipeda. Francia y Alemania avanzaron poco después que también tenían previsto devolver a su país a 35 y 40 diplomáticos rusos, respectivamente.

Albares afirmó que "no descubro nada si digo que las mismas reflexiones que se hacen el resto de socios, nos las hacemos también nosotros", durante una rueda de prensa tras el encuentro de los países de la Alianza Sahel. Las "terribles imágenes" que han trascendido después de la retirada de las tropas rusas de Kiev, "se evidencia que se han cometido crímenes de guerra". Estos acontecimientos, subrayó, "nos plantean muchas reflexiones a las que daremos respuesta".

Ayer el Gobierno ya mantenía contactos con otros países de la UE para acordar una reacción conjunta y el propio ministro subrayaba que "siempre que podemos actuamos juntos". En la mañana de este martes el Ejecutivo italiano anunciaba la expulsión de 30 diplomáticos rusos. El ministro de Exteriores italiano, Luigi Di Maio, declaró que la medida "ha sido adoptada junto a otros socios europeos y de la OTAN".