El Gobierno da un primer paso público para intentar rebajar la tensión por el Catalangate, por el caso de presunto espionaje masivo a líderes y dirigentes independentistas, de autoría de momento desconocida. El ministro de la Presidencia, Félix Bolaños, mano derecha absoluta del presidente Pedro Sánchez, viaja este domingo a Barcelona para reunirse en el Palau de la Generalitat con la consellera de Presidència, la republicana Laura Vilagrà, mujer de confianza a su vez de Pere Aragonès. Los dos gobiernos lanzaron su respectivo comunicado anunciando la convocatoria, sin especificar el contenido de la entrevista, aunque lógicamente responde a la indignación del Govern con el Ejecutivo central por la infiltración en los móviles de más 60 dirigentes independentistas de los programas espía Pegasus y Candiru, ambos de fabricación israelí. Después de la cita, comparecerán ante los medios Bolaños, primero, y Vilagrà después.

La convocatoria se produce tras cinco días en los que el separatismo ha acrecentado sus demandas al Gobierno. Con viaje a Madrid de Aragonès incluido para coordinar desde allí una respuesta conjunta de los partidos afectados. "No tiene ningún sentido que el presidente del Gobierno, a día de hoy, todavía no haya dado ninguna explicación", le recriminó este mismo sábado el president Sánchez antes de oficializarse el viaje de Bolaños. Desde ERC ya habían alertado al Ejecutivo de que su política de alianzas en el Congreso quedaba en el aire después de que trascendiera el espionaje masivo, pero no los responsables ni los implicados. ERC es el principal socio de investidura del bipartito.

Situación distinta a la de hace años

El titular de la Presidencia, encargado de la relación con la Generalitat, había vaciado significativamente su agenda pública en los últimos días, precisamente para intentar reconstruir los puentes con el Govern. De este modo, la reunión del domingo es el primer fruto concreto de estos "contactos" previos y discretos, según reseñaban desde el Ejecutivo.

El siguiente hito, el lunes, cuando comparezca el director de Gabinete del presidente, y el martes y miércoles Sánchez deberá responder a los grupos en Senado y Congreso

Para el Gobierno, indicaron fuentes de la Moncloa, "es muy importante seguir manteniendo la misma voluntad de diálogo que se ha venido practicando hasta ahora" con la Generalitat desde que Sánchez alcanzó el poder, en junio de 2018.

Desde el Ejecutivo se insiste en que se apuesta "y se seguirá apostando por el diálogo y el acuerdo", y recalcan que es clave ser conscientes de cuál era la situación anterior, en el otoño del procés de 2017 y tras la condena del Supremo a los dirigentes independentistas, para darse cuenta de que "ese es el camino a seguir, la cooperación institucional y el diálogo", porque los catalanes y el resto de españoles "lo agradecerán".

Malestar de Junts

Vilagrà pedirá a Bolaños, por su parte, "que se sea absolutamente transparente, mediante una investigación de carácter interno en los propios organismos del Estado, con una supervisión independiente". Y también que "se responda políticamente en el Congreso con una comisión de investigación. Y que después se depuren responsabilidades y se garantice que esto no se repita", según lo manifestado este sábado por el propio Aragonès en una entrevista con el diario 'El País'.

El president sostiene que, dado que la confianza con el Gobierno está "bajo mínimos", la dación de explicaciones "debe ser una cuestión de días, máximo la próxima semana". "Si se quiere restaurar la confianza ante un caso extraordinariamente grave, certificado por un organismo como Citizen Lab, el simple paso del tiempo no es la solución, sino que solo serviría para agrandar las sospechas y realmente impedir que esta confianza se pueda restaurar", afirma.

Junts, el socio minoritario del Govern, va mucho más allá que ERC y se descolgó de la reunión. "El único anuncio que esperamos del Gobierno es la apertura de una investigación sobre el espionaje. En caso contrario, y tal como se pactó entre los dos socios del Govern el martes pasado, mantenemos congeladas las relaciones y por tanto las reuniones políticas bilaterales", y este no expresó sin embargo "ninguna queja" y agradeció que le explicara que se celebraría la cita con Bolaños, según indicaron fuentes del Palau de la Generalitat.

La comparecencia conjunta de este domingo permitirá comprobar si la tensión se ha rebajado entre los dos gobiernos y si la "confianza" que Aragonès cree dañada se va recuperando. El siguiente hito será la comparecencia del director de Gabinete de Sánchez, Óscar López, en la comisión mixta de Seguridad Nacional. El presidente además tendrá que responder a las preguntas de los grupos el martes y miércoles en Senado y Congreso. En el aire, la posibilidad de una reunión con Aragonès, demandada por el propio president, aunque no se descarta ninguna fórmula que permita reconducir las relaciones con la Generalitat.