El Congreso ha constituido este jueves la comisión de secretos oficiales, de la que han pasado a formar parte diputados de EH Bildu, ERC, JxCat y la CUP, tras la rebaja de la mayoría necesaria -de tres quintos a absoluta- para elegir a sus miembros, por lo que el rechazo de PP y Vox, y la marcha en señal de protesta de Cs, no ha impedido incluir a los independentistas.

Los nuevos miembros de esta comisión, elegidos por voto secreto, son Héctor Gómez (PSOE), con 280 votos, Cuca Gamarra (PP), con 282, Iván Espinosa de los Monteros (Vox), 270 votos; Pablo Echenique (Unidas Podemos), 272, Edmundo Bal (Ciudadanos), 276 votos; Aitor Esteban (PNV), 275 votos, y los independentistas Gabriel Rufián (ERC), Miriam Nogueras (JxCat), Mertxe Aizpurua (EH Bildu) y Albert Botran (CUP), con 186 votos.

La Comisión parlamentaria de Control de créditos destinados a gastos reservados, más conocida como la de secretos oficiales, estará dirigida por la presidenta del Congreso, Meritxell Batet, y echará a andar previsiblemente la próxima semana, después de que el ministro de Presidencia, Félix Bolaños, ofreciese a la Generalitat de Cataluña esta vía como fórmula para ofrecer explicaciones y calmar el enfado del independentismo ante el presunto espionaje político. Se encargará de controlar las actividades del Centro de Nacional de Inteligencia (CNI)

El independentismo, que este miércoles no ha participado en el debate, no le convence esta salida al entender que es insuficiente y siguen exigiendo una comisión de investigación sobre el presunto ciberespionaje a más de 60 líderes independentistas mediante el programa Pegasus y asunción de responsabilidades.

En la votación han participado todos los grupos salvo Ciudadanos, que ha anunciado en el debate que no tomaría parte del proceso, celebrado con voto secreto en urna, con papeletas que podían incluir los diez nombres pero que en algunos casos estaban incompletas, como en las de los diputados del PP, que no escribían en sus votos a los representantes de ERC, CUP, JxCat y EH Bildu.

Inés Arrimadas, líder de los naranjas, ha anunciado desde la tribuna que su grupo no participaba en la "infamia" porque "es demasiado humillante" y ha acusado al Gobierno de "entregar la seguridad nacional a cambio de cuatro votos a un decreto". Ciudadanos sí formará parte de la comisión tras votar el resto de grupos a Edmundo Bal.

Por parte de Vox, Macarena Olona ha relatado en tono de burla denuncias a su juicio "falsas" de tortura por parte de etarras, para sostener que se orinaban de miedo "porque se sabían descubiertos" y asimilarlo a las denuncias del espionaje, al entender que a los independentistas les preocupa que accedan a sus móviles "porque se saben culpables de atentar contra la integridad territorial de España".

Olona ha protagonizado además un choque con la presidenta del Congreso. Tras acusar a Batet de "prostituir" la Cámara, ésta ha afeado a la diputada de Vox que sin "un mínimo de elegancia" se haya dirigido a la única persona que no puede entrar a debate, ante lo que ha recibido gritos pidiendo su dimisión desde la bancada de Vox.

También el diputado José Antonio Bermúdez de Castro, del PP, ha acusado al Gobierno de ceder ahora al "chantaje de sus socios parlamentarios" y ha sostenido que el problema es cómo van a usar información "sensible y estratégica para la seguridad del Estado" quienes defienden "la ruptura del Estado", en un contexto de "posibles conexiones", según él, con Putin.

En contra de la postura expresada por estos grupos ha estado Jaume Asens, de Unidas Podemos, que ha acusado a la derecha de defender una España pequeña, sin pluralismo, con Vox como "director de orquesta" y ha argumentado que el espionaje masivo no incumbe solo al independentismo, sino que "un atentado contra la democracia" pues consideran Pegasus un "método ilícito e incluso delictivo".

El PSOE, en boca de Rafaela Crespín, ha defendido que es el primer interesado en que "la verdad gane la partida" y "la transparencia muestre las cosas como son" y ha argumentado que su herramienta es el "diálogo, el respeto y el entendimiento" y no abandonará ese camino "respetando las leyes de las que nos hemos dotado -ha dicho-".