Macarena Olona (Alicante, 1979), estilete de Vox en el Congreso, desde el que ha logrado proyección pública, ha asumido finalmente la responsabilidad de ser cabeza de cartel en Andalucía, la comunidad en la que, en 2018, el partido logró su primer gran éxito electoral.

Su aterrizaje en la región es en sí mismo una declaración de intenciones del partido, que apuesta fuerte con la esperanza de forzar su entrada en el Gobierno por el mismo camino que ya lo hizo en el de Castilla y León. También de la mano del PP, según sus previsiones. A su favor tiene las encuestas, que le otorgan una estimación de voto superior al 10,96% logrado hace cuatro años, un resultado que podría darle la llave de San Telmo.

La polémica, que ha acompañado a esta abogada del estado en diferentes momentos de su aún breve trayectoria política, no le ha abandonado en su llegada a la comunidad. Su controvertido empadronamiento en la localidad granadina de Salobreña, aunque avalado finalmente por la justicia, todavía resuena cuando la campaña electoral da sus primeros pasos. Ella, en cualquier caso, no se considera una 'paracaidista'.

Olona se licenció en Derecho en 2003 con premio extraordinario en la Universidad de Alicante e ingresó en el cuerpo de abogados del Estado en 2009. Fue abogada jefa del Estado en el País Vasco entre 2012 y 2017, una etapa en la que, entre otros asuntos, armó jurídicamente recursos contra la realización de homenajes a los presos de ETA. Fue cesada por el Gobierno de Mariano Rajoy a petición del PNV.

Después de eso, la ahora candidata de Vox para las elecciones en Andalucía llegó a la secretaría general de Mercasa, empresa pública que presta servicio al conjunto de la cadena alimentaria y en la que tuvo que investigar comisiones ilegales por valor de hasta 20 millones de euros.

Justo antes de alistarse en las filas de Vox, trabajaba en la Sociedad Pública Estatal Sepides, tras lo cual comenzó su vida política.

Criada solo por su madre, sin presencia de su padre, Olona es hoy madre de un niño de apenas 3 años de edad, pero se ha mostrado siempre muy celosa de su intimidad y se desconoce casi todo sobre su vida personal o sus relaciones. En un mitin, se definió como mujer "libre, española, madre, hija, hermana y andaluza".

Azote del Gobierno hasta hace unas semanas en la Cámara Baja, la dirigente del partido, que siempre ha rechazado la etiqueta de 'ultraderechista', se muestra habitualmente como una gran defensora de la Guardia Civil, y recibió en 2017 la Orden al Mérito Civil que entrega la Benemérita en la Categoría de Cruz con Distintivo Blanco.