El juez Joaquín Aguirre ha dado archivado la investigación abierta por una operación de petróleo licuado entre Rusia y China en la que participó Alexander Dmitrenko, a quien el Ministerio de Justicia denegó la nacionalidad española por su presunta vinculación con los servicios de inteligencia rusos, y a la que en un principio se vinculó a Josep Lluis Alay, jefe de la oficina del expresidente Carles Puigdemont, según las fuentes judiciales consultadas por El Periódico de Catalunya. El magistrado sostiene que no se han encontrados "ningún indicio sólido" para corroborar que se cometiera algún delito en ese negocio que, al final, se realizó. La sospecha inicial, ahora descartada, es que esta maniobra podría haber servido para financiar el procés o "algún tipo de operación irregular". Dmitrenko explicó en su declaración judicial que esta operación no se realizó y siempre ha negado que fuera un espía ruso.

Las fuentes judiciales consultadas han precisado que el sobreseimiento solo se refiere a la operación de petróleo, pero que se continúa las pesquisas para aclarar la conexión entre personas vinculadas al mundo independentista, como es el caso del exdirigente de CDC, Víctor Terradellas, y supuestos emisarios de Rusia, así como las conexiones de dirigentes soberanistas supuestos emisarios del Kremlin. Estas averiguaciones están englobadas en la causa que se instruye por el presunto desvío de fondos de la Diputación de Barcelona a las entidades Catmon e Ignam, de la órbita independentista y administrada por Terradellas. En ese proceso, es donde figuran los viajes de Alay a Rusia y la reunión que mantuvo Puigdemont con unos presuntos enviados del Estado ruso en su residencia oficial antes de la declaración unilateral de independencia (DUI).

La causa, ahora archivada, se inició a raíz de hallar en el teléfono móvil de Alay una conversación con Dmitrenko sobre un negocio de venta de petróleo o gas entre una empresa rusa y otra china. El jefe de la oficina de Puigdemont le preguntó el 26 de junio de 2020 sobre esta operación: "¿No tienes noticias de los chinos?". El empresario ruso le responde: "Todavía no".

"Pago de garantía"

Al cabo de unos días, Dmitrenko le anuncia que "habían llegado los 295.000 euros" a Rusia como "pago de garantía", a lo que añade: "Felicidades a todos nosotros, primer gran paso hecho”. "Muy importante", le contesta Alay. Según el contrato que Dmitrenko comparte con Alay, en esa operación participa la empresa rusa Intek Broker LLC y la sociedad hongkonesa Gulf Energy Limited. La Guardia Civil sostiene que "se desconocen más datos al respecto", pero que, "por el contexto de los mensajes, en ese negocio pudiera existir una participación del entorno de Puigdemont".

El juez Aguirre considera que esta venta de petróleo guarda semejanza con otra parecida efectuada por Rusia en favor de una empresa vinculada al político italiano Matteo Salvini de la Lega Nord y que sirvió de financiación ilegal de su partido. A su entender, hay indicios de que este negocio pudiera ser una pantalla para ocultar algún tipo de operación irregular.

La Guardia Civil implicó en este caso a Artem Lukoyanov, hijo adoptivo de Vlasilav Shurkov, apodado el ‘cardenal gris’, un influyente y misterioso exasesor personal del presidente ruso, Vladímir Putin, intervino en una operación de venta de gas licuado entre una empresa rusa y otra china. Dmitrenko afirmó en su declaración que Lukoyanov simplemente tenía que percibir en una cuenta corriente suya en Rusia los fondos correspondientes a la comisión por el negocio del petróleo, pero que no recibió nada porque, al final, la transacción comercial no se realizó. La empresa rusa percibió únicamente los 295.000 euros como pago de garantía, pero Dmitrenko, según especificó en su interrogatorio, no percibió ni un solo euro.