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El PSOE confía en mantener su poder territorial y recuperar Barcelona

El partido es optimista por las buenas encuestas locales y autonómicas, pero el agujero son las grandes ciudades, en las que Sánchez se volcará

Adrián Barbón y Pedro Sánchez, en un acto en Gijón meses atrás. | Marcos León

Ya se lo avisó Pedro Sánchez a sus compañeros del comité federal del PSOE el pasado 23 de julio: la "prioridad clara" son las elecciones municipales y autonómicas del próximo 28 de mayo. Porque en ellas el partido se juega todo su poder territorial, y mantenerlo es capital de cara a la siguiente competición, las generales previstas para diciembre de 2023. Hasta ahora, en lo que va de legislatura, sí ha habido comicios en Euskadi, Galicia, Cataluña, Madrid, Castilla y León, y Andalucía. Pero en ninguno de ellos un socialista partía como presidente. El 28-M sí.

De ahí que el PSOE sea muy consciente de que estas son sus verdaderas elecciones, y las perspectivas que maneja, en la cúpula de Sánchez y en las federaciones, no son nada pesimistas. Confía en mantener sus nueve gobiernos autonómicos –además de Cantabria, donde es el socio minoritario del Ejecutivo–, con la duda sobre La Rioja. Y aspira también a ganar las locales y coger músculo en las grandes ciudades, que es de largo su asignatura pendiente. Reconquistar Barcelona parece la apuesta más al alcance de la mano. Desde luego, mucho más que Madrid, que escapó de su control hace la friolera de 33 años.

En la Moncloa no niegan la realidad de las encuestas, que pintan unánimemente al PP por delante en las generales. Pero a renglón seguido añaden que si algo ha demostrado la sucesión de autonómicas entre 2020 y 2022 es que los ciudadanos han revalidado la confianza en sus respectivos presidentes, con la salvedad de Cataluña, donde el PSC quedó primero con Salvador Illa al frente y ERC se hizo con el liderazgo del espectro independentista, por encima de Junts. Así, fueron reelegidos Íñigo Urkullu en el País Vasco, Alberto Núñez Feijóo en Galicia –reemplazado el pasado mayo por Alfonso Rueda–, Isabel Díaz Ayuso en Madrid, Alfonso Fernández Mañueco en Castilla y León y Juanma Moreno en Andalucía. Esa secuencia, la de la "consolidación" de los gobiernos que han estado al frente de la gestión de la pandemia, creen fuentes próximas a Sánchez, se repetirá el 28-M.

"Las encuestas en todos los territorios en los que gobernamos son buenas para el PSOE o muestran que hay batalla", concluyen a su vez en Ferraz, donde está pendiente un estudio preelectoral pormenorizado, que se empezará a trabajar a la vuelta de vacaciones.

No todos cuentan con el mismo colchón de seguridad, aunque a favor del PSOE juega, y esto lo repiten en Ferraz y en los territorios, su mayor capacidad de suma, porque los populares, con Cs al borde de su muerte política, "solo pueden sumar con Vox", que a su vez espanta a otras formaciones regionalistas.

Esa presumible mayor facilidad de pacto de los socialistas también opera en el ámbito municipal. De las 50 capitales de provincia y dos ciudades autónomas, el PSOE dirige ahora mismo 22, y el PP, solo 12, y el resto está en manos de otras formaciones. De esas 22 capitales, las plazas más importantes son Sevilla, Murcia, Palma, Las Palmas y Valladolid. El PSOE lleva años sufriendo un agujero en las grandes ciudades. De ahí que el objetivo prioritario para los comicios del 28-M sea volcarse en ellas, como insisten en Ferraz, porque son las que "hacen visible" un buen resultado. Barcelona es la urbe que creen más a tiro, por su victoria en las últimas autonómicas y por la consistente ventaja que pintan todas las encuestas, y también por el desgaste de la regidora, Ada Colau. El candidato no está nombrado. Sánchez aprueba que repita el primer teniente de alcaldía, Jaume Collboni, aunque consultará con el primer secretario, Salvador Illa.

Valencia se presenta como más complicada por la mayor fortaleza de su primer edil, Joan Ribó. Y tampoco está decidido el candidato. Madrid es, como siempre, el agujero negro para los socialistas. Ya fueron cuartos en las últimas municipales. Ahora aspirar a recuperar posiciones en la capital y en la región, donde quedaron terceros en las autonómicas de 2021. El partido está pensándose sus opciones, aprovechando la erosión del alcalde, el popular José Luis Martínez-Almeida.

La victoria de Barbón en Asturias se da por segura

Según un primer análisis, no peligraría ninguno de los nueve gobiernos autonómicos que lideran los socialistas. Entre los más afianzados figura el asturiano Adrián Barbón. Junto a este están Guillermo Fernández Vara (Extremadura), Emiliano García-Page (Castilla-La Mancha) y Ángel Víctor Torres (Canarias).

También se prevé que repitan, aunque las sumas siempre serán complicadas por la fragmentación parlamentaria, Ximo Puig (Valencia), Javier Lambán (Aragón), Francina Armengol (Baleares) y María Chivite (Navarra). La comunidad que se presentaría a priori más complicada es La Rioja, ya que Concha Andreu logró la investidura tras un costosísimo acuerdo con Unidas Podemos, y juntos suman un solo escaño más que PP y Cs. Madrid y Murcia, según los cálculos del PSOE, volverán a ser ganadas para la derecha, en Castilla y León en teoría no habrá urnas (las hubo el pasado febrero) y en Cantabria podrá reeditarse la coalición entre el PRC de Miguel Ángel Revilla y el PSOE de Pablo Zuloaga. Este como vicepresidente regional, y todos los presidentes autonómicos socialistas son de manera casi automática candidatos en 2023, aunque este otoño se debe cumplir con la formalidad del proceso.

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