El Gobierno dejó solo este martes al ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escrivá, y su propuesta de centralizar impuestos para que las comunidades no compitan entre ellas en materia fiscal, con el apunte de que se trata de una "opinión personal". Así trató de zanjar el debate la portavoz del Ejecutivo, Isabel Rodríguez, antes de que vaya a más. Con cierta elegancia para que no sonara realmente a lo que es, una desautorización, y tratando de devolver a la discusión a la senda que más le interesa el Gobierno, que es confrontar su modelo con el del PP.

Precisamente el anuncio de rebaja fiscal lanzado por el presidente andaluz, Juanma Moreno, que suprimirá el Impuesto sobre el Patrimonio en su comunidad y aprobará una nueva reducción del IRPF, es lo que ha propició esta reflexión de Escrivá, en una entrevista matutina en Onda Cero. Pero fue de tal alcance -en contra del propio modelo del sistema autonómico- que casi logró distraer la atención de la decisión de Andalucía. Un movimiento que enfrenta a Moreno Bonilla con Madrid, ya que también él intenta atraer inversiones, y que el Gobierno ve casi como un regalo porque le permite profundizar en su tesis de que los populares sólo toman medidas dirigidas a las rentas altas.

De nuevo, la autonomía de criterio de Escrivá, un ministro sin ningún perfil político, cuyo valor real son sus conocimientos técnicos, estuvo a punto de desviar la atención de uno de los mantras en los que el Ejecutivo se ha instalado desde el debate de estado de la nación: ellos gobiernan para el 95% de los ciudadanos mientras que el PP lo hace para el 5%. Esta idea figura como trasfondo en la explicación de casi todas las decisiones adoptadas para paliar los efectos económicos de la guerra de Ucrania.

Y sobre ello volvió la propia portavoz aprovechando que el Gobierno aprobó este martes una partida de 172 millones de euros para atención primaria, que se repartirá entre las autonomías. Frente al PP, dijo, al Gobierno "no le duelen prendas de defender lo público". La eliminación del Impuesto de Patrimonio, añadió, significará "una reducción de más de 100 millones del presupuesto andaluz" por "eliminarlo o regalarlo a los más ricos". Rodríguez, en una discurso que llevaba preparado y que dirigió a las cámaras de televisión, hablando directamente a la opinión pública en lugar de respondiendo a los medios de comunicación, preguntar a los ciudadanos qué les parecía, si eran o no uno de los seleccionados ya que , subrayó, "sólo unos pocos en este país o en Andalucía tienen patrimonios por encima de un millón de euros".

En Moncloa creen que esta propuesta refuerza su argumento, muy insistente en todos los discursos de Pedro Sánchez, de que la acción del Ejecutivo de coalición se dirige a la "clase media trabajadora" frente a un PP al servicio de "los poderosos". Además, mantienen, que la sociedad española, sobre todo quienes mayor nivel económico, está de acuerdo con pagar impuestos y consideran natural contribuir para sostener la educación o la sanidad.