La foto fija de la sanidad no dista mucho en las distintas comunidades”, advierte Rafael Carrasco, presidente del Sindicato Médico de Andalucía. Explica que tras la crisis de 2008, la sanidad comenzó a estar infrafinanciada, con tintes de catástrofe en 2010 y 2011. En Andalucía la inversión por habitante sigue estando a la cola del país, en la parte baja de la tabla. “La situación no es buena, llegó la pandemia y se sometió a un estrés extraordinario que se superó por los profesionales”, añade.

“En Andalucía no hay efecto contagio de Madrid porque aquí ya llevamos mucho tiempo trabajando desde antes. El pasado febrero ya sacamos mucha gente a la calle para denunciar el estado de la sanidad publica", explica José-Pelayo Domínguez, secretario general de la FSS-CCOO Andalucía . Miles de andaluces, convocados por UGT y CCOO, ocuparon las capitales andaluzas. El detonante fue el despido de 8.000 de los 20.000 profesionales contratados durante la pandemia.

Ahora hay 12.000 profesionales cuyo contrato expira el 31 de diciembre. La Junta ha dicho que les va a prorrogar el contrato pero no desvela algún fundamental, por cuánto tiempo. Esto será objeto de debate el próximo pleno por una iniciativa de Por Andalucía. Exigen que sea un contrato anual. Si es por un mes, advierten, muchos decidirán de nuevo irse a otras comunidad autónomas como pasó con los 8.000 despedidos. Cuando volvieron a hacer falta en el SAS las bolsas estaban vacías.

El presidente de la Junta, Juan Manuel Moreno (PP), pidió este miércoles a los sindicatos “serenidad” y garantizó diálogo en las mesas sectoriales. Los representantes sindicales admiten que, a diferencia de Madrid, el diálogo es fluido aunque la foto fija de la sanidad pública andaluza es exactamente igual de mala que la madrileña y el resto de comunidades. Falta de médicos, colapso en la primaria y ojo, avisan, las listas de espera de especialistas y para quirófano disparadas en un año.

“Las huelgas condicionan el servicio”, advirtió el presidente. “Las manifestaciones no serían justas con lo que está haciendo la Junta”, sostuvo, enfatizando la mano tendida a las plantillas sanitarias en Andalucía. Sabe el presidente que el polvorín existe y que un mal paso puede hacer prender la mecha. En la Junta sí hablan de “efecto contagio” por Madrid y de que allí el gran problema ha sido, dicen fuentes del Gobierno andaluz, “que se impone y se improvisa y el diálogo con los sindicatos es fundamental para gestionar”.

El 26 de noviembre hay una convocatoria por la sanidad de las mareas blancas en Andalucía, sin representación sindical ni movilización de los profesionales, con actos en las distintas provincias andaluzas pero no hay huelga ni es una protesta. Detrás de esas mareas están representantes de la sociedad civil, se declaran ‘asindicales’. Los sindicatos deslizan que están muy politizadas, según el momento.

Cuando gobernaba el PSOE y lograron sacar a la calle a miles de personas poniendo en jaque a los socialistas en la Junta, la presidenta entonces, Susana Díaz, dijo que era un boicot político. Tardaron en reaccionar. El malestar por la sanidad se extendió como la pólvora. El PP se subió con acierto a esa ola y le sacó rédito político. El presidente Moreno sabe bien todo lo que dijo entonces sobre los recortes en “la joya de la corona” andaluza y sus compromisos para mantener ese servicio público a salvo de las tijeras podadoras en tiempos de ajustes económicos. Cuando en febrero las manifestaciones fueron contra su gestión usó el mismo argumento de 'politización'.

La "hermana pobre"

“El problema principal está en la atención primaria, que siempre ha sido la hermana pobre, pero cuidado porque las listas de espera están disparadas”, advierte Carrasco. Curiosamente durante la pandemia estuvieron contenidas porque los pacientes no acudían al médico, la actividad hospitalaria fue muy distinta a la habitual. Ahora los números alertan. Según los datos oficiales de listas de espera que figuran en la web del Servicio Andaluz de Salud (SAS), en 2020 había un total de 516.000 personas esperando para una cita con el especialista, fuera de plazo 132.000. En 2022, son 906.000 pacientes esperando, 428.000 incumpliendo el plazo.

Los decretos de garantías en los tiempos de espera para la sanidad andaluza, aprobados en 2001, fijan 60 días en el caso de la cita con el especialista y 180 días naturales para una intervención quirúrgica. Respecto a las listas para pasar por quirófano, en 2020 eran 153.000 pacientes, con 21.000 fuera de plazo. Hoy son 150.000 en espera, algo menos, con 16.000 fuera de plazo. Después de ese plazo que fijan los decretos de garantías, el paciente tiene derecho a ser derivado a la privada pagando el erario público. Hay más de un millón de andaluces esperando y la maniobra, avisan, es demorar la cita del especialista para que el atasco en quirófano sea menor. “Hacía tiempo que no veíamos estos números”.

Por eso precisamente explica la Junta que este Presupuesto se haya multiplicado la partida destinada a derivaciones a la sanidad privada, uno de los puntos más denunciados por la oposición en las cuentas andaluzas para 2022 que tramita el Parlamento andaluz y que tendrán enmienda a la totalidad de todos los grupos de la izquierda. A los sindicatos no les convence el argumento de la Junta.

“Hay un 20% más de recursos en el presupuesto para derivar pacientes a la privada. Incluso de tratamientos oncológicos. También a instituciones cerradas, como hospitales Pascual, que asume la asistencia hospitalaria en la mayor parte de la provincia de Cádiz. Derivar recursos a la sanidad privada en lugar de destinarlos a médicos o a horas extras para abrir los quirófanos por la tarde, por ejemplo, es alimentar un círculo perverso muy peligroso, que conduce a la privatización, lo llamen como lo llamen. Ese dinero tiene que ir a reforzar la plantilla porque otra cosa es privatizar por la puerta de atrás, en detrimento de las infraestructuras públicas. Es una de las cosas ahora mismo que más nos preocupan”, advierte el secretario general de la FSS-CCOO Andalucía. El presidente del Sindicato Médico abunda en esa misma idea: “Que se deriven a la privada no nos parece mal si es el último recurso, pero los quirófanos del Servicio Andaluz de Salud están cerrados por la tarde".

La partida del SAS denominada 'Asistencia sanitaria con medios ajenos' aumenta 94,2 millones de euros (20,32%), pasando de 463,7 millones en 2022 a 558 en 2023. Los mayores aumentos están en servicios diagnósticos, un 44%, de 22 a 33 millones de euros (10 millones más); en terapias quirúrgicas, pasa de 7,8 a 14,9 millones (88,34% de aumento) y Conciertos con instituciones cerradas, de 182 a 212,8 millones (16,8% más, 30,7 millones).

Protestas en centros de salud

El Sindicato Médico lleva años denunciando el problema de la falta de médicos en la atención primaria. Ha sido como clamar en el desierto. No se toman medidas para buscar soluciones, advierten. Lo peor está por llegar. Hay protestas a las puertas de los centros de salud de nuevo el 23 de noviembre. Son habituales en demanda de mejoras en la carrera profesional, se sienten el colectivo “más maltratado”, exigen además la creación del médico de urgencias en la primaria. Faltan manos y no hay buenas perspectivas.

La Consejería de Salud admite que en una década Andalucía perderá por jubilaciones 6.800 médicos. El grueso será de 2022 a 2025,con 900 jubilaciones en 2024. Será medio millar de jubilaciones al año. 350 médicos de familia cada año. La situación es “dramática”, admiten todas las partes implicadas. “Se jubila la generación del ‘baby boom’, el 30% de la plantilla actual y no se hace nada. No hay recambios. El decalaje es alarmante, hay muchas menos incorporaciones que salida al año”, advierte Carrasco. A eso se suma el número de profesionales que salen de la Facultad pero se van a la privada o a otras comunidades, donde los sueldos y las carreras profesionales son mucho mejor.

Andalucía pierde en la puja por los profesionales sanitarios entre comunidades de España porque aunque las condiciones laborales han mejorado en los últimos tiempos, admiten los sindicatos, la carrera profesional sigue estando llena de obstáculos, es de las más complicadas del país, y los sueldos siguen en la parte baja de la tabla. Desde CCOO confirman que no hay datos firmes de la evolución de las plantillas porque entre los asuntos pendientes comprometidos por la Consejería de Salud está ese estudio, que no se ha abordado.

Promesas de campaña

La sanidad fue clave durante la campaña electoral. PSOE y PP prometieron que la demora para ver al médico de cabecera no pasaría de 48 horas. La consejera andaluza de Salud, Catalina García, defiende que ahora mismo la media está en tres días. Es engañoso, alertan los sindicatos. “Es tramposo y perverso. En las localidad más pequeñas, en un pueblo, no hay espera. Vas el mismo día. El problema está en las grandes áreas metropolitanas. Hacen la media pero en muchos barrios de grandes ciudades las esperas son de diez dias, incluso quince. No vale computar así”, advierte CCOO.

Lo corrobora el Sindicato Médico, que confirma que hay además diferencias por barrios según niveles de renta. En zonas de clase media alta, donde hay más sanidad privada, el colpaso es menor. En barrios obreros, se llevan la palma. “Esto contando el tiempo desde que te dan la cita porque el truco es que cuando hay colapso te tienen varios días sin darte cita y sin poder contactar, con las aplicaciones bloqueadas o los teléfonos descolgados”, advierten desde CCOO.

Un plan polémico

La Junta innovó el pasado febrero, cuando las protestas alcanzaron su punto álgido en Andalucía, un plan para aligerar los centros de salud. Entre las medidas había una polémica, que incluso CCOO denunció a la inspección de trabajo. Suena parecido a lo que ha desencadenado la crisis madrileña. Se diseñó una consulta de acogida donde quienes valoran en un primer momento al paciente es el personal de enfermería. Los sindicatos se oponen aunque admiten que no es lo mismo que ha impuesto el Gobierno de Isabel Díaz Ayuso, porque en Andalucía siempre tiene que haber un médico disponible. El Sindicato Médico lanza la voz de alarma sobre las capacitaciones del personal de enfermería. CCOO denuncia que no es acertado, “sin entrar en corporativismo”, matizan, porque “es un parche para el déficit de médicos”.

El PP llevará también una iniciativa al próximo pleno del Parlamento andaluz, en la línea de su estrategia en todo el país, para pedir la creación de más plazas MIR que permita formar a más médicos. Salud desparrama decenas de datos de los Presupuestos andaluces para defender que la apuesta por la sanidad pública es en Andalucía más importante que nunca. Defienden que la partida para conciertos sanitarios con la privada tiene una tendencia a la baja en comparación al conjunto del presupuesto y que además esta fórmula ha tenido “un magnífico resultado”.

El presupuesto de Salud en 2023 asciende a 13.837,5 millones de euros, un 10,85% más que el actual. El capítulo 1, de gasto de personal, ocupa el 48%, asciende a 6.570 millones de euros. El gasto por habitante asciende a 1.629 euros, 460 más que en 2018, sostiene la Junta.