Entrevista | Teresa Ribera Vicepresidenta y ministra para la Transición Ecológica

Teresa Ribera: "Hablé con Feijóo para pedirle que ayudara con Doñana y me dijo que él no quería saber nada"

La ministra asegura sentirse "engañada" por Juanma Moreno y alerta del "daño" ocasionado para España a los ojos de Europa

Teresa Ribera, ministra de Transición Ecológica y Reto Demográfico.

Teresa Ribera, ministra de Transición Ecológica y Reto Demográfico. / José Luis Roca

Isabel Morillo

La vicepresidenta y ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, no puede evitar masticar con indignación las palabras conforme la conversación se adentra en la proposición de ley para el regadío en el entorno del Parque Nacional de Doñana. Es el asunto pactado de esta entrevista celebrada en el Ministerio el pasado viernes. Se siente “engañada”, dice, por el presidente de la Junta de Andalucía, Juan Manuel Moreno (PP). Alerta del daño para España a los ojos de Europa. Sus compañeros de otros gobiernos europeos le preguntan, explica, atónitos e incrédulos ante lo que está pasando.

Equipara “el desafío” abierto con Doñana al que han planteado otros países gobernados por la ultraderecha como Hungría y Polonia. Durante la entrevista confiesa que ha mantenido una conversación “informal” con el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, para pedirle que medie. Este periódico ha confirmado que ocurrió durante el almuerzo que los Reyes ofrecieron al presidente de Brasil, Lula Da Silva, el pasado 27 de abril. Ribera considera que el PP se ha dejado “arrastrar” por Vox al “negacionismo” medioambiental.

Hemos llegado a un punto de confrontación tal alto que parece que no hay salida con la proposición de ley de Doñana. ¿Cómo ve usted ahora mismo la situación?

Ahora mismo hay una conciencia mucho más extendida sobre lo peligroso que ha sido este movimiento y el peligro se mantiene hasta que no se retire definitivamente esa proposición de ley. En Europa, no me refiero solamente a Bruselas, este asunto se sigue con muchísima atención por intereses muy diferentes. Primero por lo sensible y lo emblemático que es el Parque de Doñana. Segundo, por la confusión que se genera queriendo dar acceso a un agua que no existe. Si se vende como solución algo que no existe, la tensión va a seguir creciendo. Hay preocupación también porque si somos condenados con multas coercitivas esto sitúa a España como un país que desafía la legalidad europea. No se considera que sea el presidente de la Junta de Andalucía o Vox, se considera que España está desafiando la legislación europea y esto va mal para el conjunto de España en las relaciones con Europa, cuando hemos visto que ha habido otros países como Hungría o como Polonia que han desafiado también la legalidad europea. Hay otros productores de fresas y frutos rojos en otros países europeos que van a tratar de hacer una generalización que es enormemente peligrosa para los productores españoles. Hay un peligro real desde el punto de vista de la reputación, la credibilidad y la comercialización de productos enormemente cumplidores con las normas.

¿Cree que no se ha medido bien el alcance de esta medida?

Esto no se ha medido bien y me parece que el Partido Popular está atrapado por Vox. Cuando la derecha coquetea con la extrema derecha, acaba arrastrando sus postulados, en principio democráticos, conservadores, respetuosos de la legalidad, hacia postulados que son de insumisión y negacionismo. Eso tiene consecuencias. Me parece que no es una manera de hacer política, es muy peligroso.

Equiparaba el desafío al de países como Hungría, Polonia, en manos de la ultra derecha. ¿Exagera?

Eso se ve así ya. Cuando además lo han coronado con otro asunto que es absolutamente esperpéntico y es cuestionar el papel de la Comisión Europea. El comisario nos ha dicho a todos lo mismo, hay una sentencia que condena. Es un hecho juzgado ya. O sea que no hay nada que discutir, no hay margen de interpretación. Mi papel como Gobierno de España es defender Doñana, no puedo dar a entender que voy a entrar en connivencia con una proposición que es manifiestamente contraria a la sentencia. Es un desafío a la legalidad.

Se va a congelar la proposición hasta que pasen las elecciones. ¿No va a abrir el diálogo?

Me parece muy cínico todo lo que está ocurriendo. Yo creo que es muy sorprendente que un señor al que yo le llamé el año pasado directamente para intentar resolver en caliente y que no hubiera la menor duda...

¿Se refiere a cuando se registró la otra proposición? (Febrero de 2022)

Sí, sí, y me engañó descaradamente.

¿Qué le dijo?

Me dijo dos cosas muy importantes. La primera, que le parecía muy ofensivo que la Comisión Europea pudiera opinar al respecto. Revela un desconocimiento total de cuál es el papel de la Comisión y en qué situación está Doñana en estos momentos ante el derecho europeo, con una condena. Segundo, que por favor que le ayudara, que sentía la presión de Vox. Que no me preocupara porque tan pronto se disolviera el Parlamento andaluz por las elecciones, se resolvería el problema y se comprometía a no volver a plantear una cosa así. Me siento profundamente engañada. Me ha mentido. ¿Cómo le voy a llamar otra vez?

Teresa Ribera, ministra de Transición Ecológica y Reto Demográfico.

Teresa Ribera, ministra de Transición Ecológica y Reto Demográfico. / José Luis Roca

Pero tendrán que abrir cauces de diálogo o todos serán responsables

Es que además cada vez que ha habido una cuestión de agua, Doñana, mi equipo se ha venido reuniendo con su equipo. Hemos tenido una relación absolutamente leal. Puedo decir que ha habido un acompañamiento absolutamente leal por parte del Gobierno de España. Moreno tenía dos cauces de participación absolutamente sagrados. En el agua está la Confederación Hidrográfica y en Doñana está el Consejo de Participación del Parque, que le reclamó a la Junta que no fuera adelante. Los cauces de participación real han sido violentados, han sido absolutamente despreciados por parte de la Junta. Las vías de conversación están abiertas. La posibilidad de seguir trabajando para resolver problemas ha estado siempre abierta. Pero claro, lo que yo no le compro es un marco ilegal. No hay agua. Está engañando. En paralelo veo que el señor Feijoo y el Partido Popular ha entrado en un en una carrera sin frenos.

¿Ha hablado con el señor Feijoo sobre este asunto?

Sí, he tenido ocasión de tener una conversación informal en un pasillo y le he pedido que ayude y ha dicho que él no quería saber nada, que habláramos el señor Moreno Bonilla y yo. Señor Moreno Bonilla estoy esperando que me llame por teléfono, porque el teléfono suele funcionar en las dos direcciones.

¿El señor Feijóo le dijo que no podía actuar de intermediario, que no quería meterse en este asunto?

Eso es. Fue hace muy pocos días. Fue una conversación evidentemente privada e informal, pero sí se lo hice notar, claro, me preocupa mucho. Me preocupa, como digo, esa subida de tono creciente respaldando o dejándose utilizar, en el mejor de los casos, por el señor (Manfred) Weber, en una batalla particular del ala más a la derecha de la sede de la CSU contra la CDU y contra Ursula von der Leyen.

¿Cree que todo esto también forma parte de ese Juego de tronos en Bruselas dentro del Partido Conservador?

El Partido Popular español se ha confundido y se está adhiriendo a postulados que le ubican en un sitio donde no cabe esperar que esté una derecha moderada y europeísta. Es un pulso de la extrema derecha a toda una interpretación de cómo construir y consolidar la prosperidad en Europa. Me preocupa mucho esta adhesión a un negacionismo o a un retardismo militante.

¿Usted ha podido hablar con la plataforma de regantes o con agricultores en la zona que defienden la legalización de más hectáreas de regadío? ¿Comparte que hay un problema histórico y que, en 2014, cuando se reguló después de años para intentar poner orden se cometieron “graves injusticias”? ¿Cree que merecen ser resarcidos?

Creo claramente que hay una sensibilidad social, una convicción de que se necesita apoyo para encontrar alternativas, encontrar una manera en la que las familias puedan vislumbrar un futuro prometedor. Pero creo que es un error reabrir lo que costó años cerrar. Me parece que no, no puede ser mi papel cuestionar el Plan de la Corona que costó, como digo, mucho tiempo, mucho esfuerzo. En su momento se pretendió hacer de la manera más justa y más amplia posible. Si hay personas o colectivos que sientan que todavía no han encontrado una respuesta, a lo mejor hay que buscar respuestas en otro sitio.

¿Se abre a la posibilidad de permuta de terrenos en zonas más alejada del parque?

No porque ahí lo que se está haciendo es cuestionar el acuerdo de 2014 y eso no tiene mucho sentido. Incluso a veces me pregunto que quizás el error ha sido proponer que parte de la reducción de la presión sobre el acuífero pudiera proceder de la compra de fincas o de la compra de derechos de riego. Esto ya se ha hecho con anterioridad… pero a lo mejor esto, sin querer, se ha interpretado como ‘califiquemos el suelo por esa vía que a lo mejor nos lo compran’. Nosotros no podemos ir más allá de lo que es la legalidad avalada en 2014.

Los agricultores del Condado ¿no se van a poder beneficiar de los 100 millones dentro del Plan Doñana para la compra de derechos de regadío?

Ni de los 100 millones del Plan Doñana ni de agua extra en este Plan Hidrológico del Guadalquivir. Sabiendo además, como digo, que es muy difícil que pueda haber más agua de superficie que pueda llegar. Por eso creo que hay que buscar otras alternativas y hay que pensar en qué actividades de mayor valor añadido se pueden impulsar. Qué se puede desarrollar en esa zona. No se puede reabrir el plan de 2014 porque es tanto como seguir incentivando indisciplina o la ley del más fuerte o del que más grita. Además hay otra realidad física que es incuestionable, no hay más agua, es imposible. Tendremos que ser honestos en el planteamiento. Tenemos que encontrar soluciones no contar mentiras.

¿Y qué alternativas económicas hay?

Es la Junta de Andalucía la que debe llevar la iniciativa. Son sus competencias. Quizás es un ejemplo muy simplista pero junto a las fresas hay mermelada de fresa o hay helado de fresa, quiero decir hay actividad agroindustrial vinculada a la producción agraria que te permite obtener un mayor valor añadido.

Desde la Junta acusan a su Gobierno de dejación de funciones por no haber ejecutado las obras hidráulicas pendientes. Ustedes no han hecho sus deberes.

La verdad es que estoy harta de escuchar tonterías. Ha habido un esfuerzo muy grande desde 2018. Hoy está todo activado, está todo en marcha. El trasvase del Tinto-Odiel-Piedras está en marcha, enseguida empiezan las obras del túnel de San Silvestre, que nos permitirá reducir la presión en Matalascañas inmediatamente después. Está también ya activado todo el programa de recuperación de agua de calidad de superficie gracias a una inversión muy potente.

El PSOE no ha hecho nunca autocrítica. ¿Su partido también debe sentirse corresponsable?

La sensibilidad social de hace 20 años, 30 años, nada tiene que ver con la sensibilidad de hoy. Entonces se creía que siempre iba a haber agua y que era posible generar una riqueza en una zona que siempre había sido pobre y con pocas alternativas, en la que, de repente, el cultivo de los frutos rojos, abre una ventana de esperanza espectacular. Eso es muy humano y muy legítimo. El problema es que tiene límites. No podemos volver a lo de hacer 20 años.

Teresa Ribera, ministra de Transición Ecológica y Reto Demográfico.

Teresa Ribera, ministra de Transición Ecológica y Reto Demográfico. / José Luis Roca

El presidente de la Junta de Andalucía insiste mucho en que dirigen la política desde Madrid, que no pisan el territorio.

No he querido entrar porque me parece una manera un poco fea de plantear las cosas. Pretender hacer ver que hay andaluces buenos y andaluces malos, o andaluces buenos y madrileños malos, me parece que no es una manera de resolver ningún problema. Siento no solamente el mayor de los respetos sino la convicción de que nuestra responsabilidad, nuestra obligación, es escuchar, ayudar, acompañar y no por ser de un sitio o de otro, sino por la responsabilidad institucional de ser ministra. La mayor amenaza para alguien que trabaja en el sector primario es que su suelo se desertifique, que no exista agua. Hay que acompañar para que esto no genere ninguna una relación traumática. Ahora que el señor Moreno Bonilla se arrogue la interlocución en nombre de todos los onubenses y pretende hacer de esto una discusión identitaria... Me parece alejado de la realidad, injusto y peligroso, porque no ayuda a resolver los problemas de nadie.

Usted le dijo que era un señorito. ¿Se arrepiente de haber utilizado ese calificativo?

Porque me sentó particularmente mal que, sabiendo como sabía, el coste que esto representaba para todos, estuviera dispuesto a hacerlo con la convicción de que se pagaba con pólvora del rey. Eso lo hace un señorito. Eso lo hace quien no tiene que poner de su bolsillo, ni de su sudor, ni de sus manos, ni de nada. Quien desprecia a todos. No soy particularmente dada ni a ni a la confrontación ni al enfrentamiento personal pero de verdad que yo me siento enormemente decepcionada por un señor que me ha engañado y que ha puesto en riesgo muchísimas cosas. Lo que ha hecho ahora es poner en riesgo la viabilidad, el bienestar, la credibilidad, en primer lugar de los freseros y de los habitantes de esa zona. En segundo lugar, la credibilidad del conjunto de España, porque esto no pasa desapercibido, como digo, en ningún sitio. A la Comisión no le gusta, no está acostumbrada a que se le desafíe de esta manera y encima con comentarios personales con respecto a un comisario.

Le acusan directamente de que usted ha sido una desleal porque ha ido a Bruselas a contar un plan que no existe.

No hace falta que yo le diga nada. Es que no es la Comisión, es también The Washington Post, The Guardián, Der Spiegel… Voy a Estocolmo y me preguntan mis colegas. Ojalá tuviera esa capacidad para dirigir el mundo desde este despacho.

Quiero preguntarle por esta polémica de llenar el Vado del Quema con motivo del Rocío. ¿Cree que el mensaje que se traslada haciendo eso es razonable?

A mí me sorprendió esa petición de repente, la Junta jamás ha hecho una petición así. Creo que también tratan de enviar este mensaje de ‘yo soy sensible a la cultura andaluza y desde fuera no nos entienden’. El Rocío, evidentemente, pues es una expresión emotiva, muy intensa, muy sentida. Si temporalmente en esos desembalses se pueden poner de acuerdo a los beneficiarios de la concesión con las hermandades, si es posible, la disponibilidad y el interés general y la protección del agua lo permite, pues se verá. Es verdad que esto no siempre es así y ha habido años en los que se ha cruzado seco. Seremos prudentes y sensatos. Buscaremos si es posible conciliar. Ha sido una petición peculiar.

¿Qué va a pasar cuando pase el 28 de mayo? ¿Acabará todo en el Constitucional?

Sinceramente, espero que esto acabe con la imposición del sentido común y de la responsabilidad, tanto política, como social y ambiental. Pensemos que las multas coercitivas se mantienen hasta tanto desaparece el peligro.

¿De cuánto dinero podemos estar hablando?

No quiero aventurar porque eso es siempre peligroso, pero si nos imponen una multa coercitiva es automático. Son multas que pueden ser diarias, pueden ser trimestrales y se siguen aplicando hasta tanto se haya corregido. Espero que nos concentremos en lo que sí que importa de verdad y es encontrar soluciones para las personas que hoy se sienten tan preocupadas por la falta de agua, quizás no se puede conseguir ese agua, pero hay que buscar otras alternativas.

Un 155 quirúrgico, como por ejemplo ocurrió en Madrid con el covid, para evitar esas multas, ¿está sobre la mesa?

En un estado democrático nos debemos respetar todos y a cada cual hay que pedirle el ejercicio de su responsabilidad. Ya hemos tenido experiencias de un 155 que ha sido muy traumático y yo creo que lo que corresponde es llamar a la sensatez a quien está no ejerciendo, o ejerciendo mal su competencia, para evitar que se produzcan males mayores, pero no sustituir a quien tiene la competencia. ¿Cómo vamos a hacer eso? ¿Cómo se reconstruye esa relación después? La búsqueda de soluciones, insisto, no pasa por prometer agua que no existe.