La difícil gobernabilidad de España

Sánchez aprovechará la cita con Feijóo para censurar el "paripé" de su investidura

El presidente del Gobierno afeará al candidato del PP su "incoherencia" respecto a la lista más votada

Pedro Sánchez y Alberto Núñez Feijóo, en la Moncloa, en una imagen de archivo.

Pedro Sánchez y Alberto Núñez Feijóo, en la Moncloa, en una imagen de archivo.

Juan Ruiz Sierra

Pedro Sánchez y Alberto Núñez Feijóo se reunirán el miércoles a las 10 de la mañana en el Congreso de los Diputados. No es una cita cómoda para ninguno de los dos dirigentes. El líder del PP, que fue designado por el Rey candidato a la investidura y es quien ha promovido el encuentro, pedirá al secretario general del PSOE que le permita gobernar, respetando un criterio de la lista más votada que los populares no se han aplicado en varias autonomías y ayuntamientos. El presidente del Gobierno en funciones, que aguarda su turno una vez Feijóo compruebe que solo tiene 172 votos a favor frente a 178 en contra, quiere aprovechar para subrayarle esta "incoherencia", al mismo tiempo que le censurará que haya solicitado al jefe del Estado ser el aspirante, haciendo que España "pierda un mes" con su "paripé". 

El debate en el que el líder del PP pedirá el respaldo del Congreso de los Diputados se celebrará el 27 y 28 de septiembre. Los socialistas no acaban de entender por qué Feijóo pidió a la presidenta de la Cámara baja, Francina Armengol, un mes para negociar, cuando sabe que todas las puertas a las que va a llamar estarán cerradas. Salvo Vox, UPN y Coalición Canaria, nadie se plantea facilitar su llegada a la Moncloa. 

Desde luego, no el PSOE. Tras la reunión del Consejo de Ministros, la portavoz del Ejecutivo, Isabel Rodríguez, cargó este martes contra la “actitud dilatoria” del líder del PP. “No sabemos por qué, pero ha pedido un mes a sabiendas de que va a perder, de que va a una investidura fallida. ¿Para qué hacernos perder el tiempo a los españoles? Es un paripé, por todo el folclore alrededor de la misma. Está mintiendo a los españoles y nos está haciendo perder el tiempo”, señaló Rodríguez.

Aun así, el PSOE se esfuerza porque sus críticas a Feijóo no acaben salpicando también a Felipe VI, que al fin y al cabo fue quien lo nombró aspirante después de que el líder del PP se lo pidiera, argumentando que fue el cabeza de lista más votado en las recientes elecciones generales. “El Gobierno respeta el encargo del jefe del Estado y el trámite constitucional. Pero eso no impide que subrayemos que quien asume esa investidura sabiendo que va a perder está haciendo perder un mes a España”, dijo la portavoz del Gobierno. 

Las apelaciones al transfuguismo

Ese será el principal mensaje de Sánchez a Feijóo, pero habrá más. En el entorno del presidente del Gobierno en funciones molesta especialmente la estrategia del PP destinada a alentar el transfuguismo entre los diputados socialistas para garantizarse la investidura. No tanto porque teman que alguno de sus parlamentarios vaya a hacer algo así (“eso es imposible”, señalan en la dirección del PSOE), sino por la falta de “respeto” a la “democracia” y al partido que lidera Sánchez. Será un asunto en el que el jefe del Ejecutivo se detendrá, explican en la Moncloa. 

También en la insistencia de Feijóo por reunirse ahora, cuando cortocircuitó la negociación para renovar el caducado Consejo General del Poder Judicial (CGPJ). Pero Sánchez, defienden en su entorno, no es como el líder del PP. Por eso no dudó en atender la solicitud de los populares para celebrar una reunión. “El presidente asume este encuentro con absoluto respeto institucional y normalidad democrática”, dijo Rodríguez. 

Y por último, el jefe del Ejecutivo en funciones transmitirá a su principal adversario que no tiene ningún sentido pedirle su apoyo cuando el eje central de su campaña fue la “derogación del sanchismo”. 

“El proyecto derogatorio fue rechazado por una mayoría social en las urnas el pasado 23 de julio”, dijo la portavoz del Gobierno. Por eso los socialistas consideran que Feijóo no se debería haberse postulado para una investidura. Sus posibilidades de atraer al PNV, Junts per Catalunya o ERC, partidos a los que apela el PP estos días, es nula. Dentro de la tentativa del líder del PP de iniciar una ronda con todos los presidentes autonómicos (pese a que las negociaciones dependen de los grupos parlamentarios), tanto el ‘president’ de la Generalitat, Pere Aragonèscomo el lehendakari, el nacionalista vasco Iñigo Urkullu, ya le han dicho que rechazan incluso reunirse. 

El orden del día

En todo caso, pese a los distintos temas que quiere abordar, Sánchez no acudirá al encuentro con un orden del día fijado. “Lo tiene que llevar Feijóo. El presidente acude con la disposición de escuchar”, señalan fuentes de la Moncloa. Según su relato, el líder del PP le envió el lunes un mensaje de Whatsapp, al que Sánchez contestó ofreciendo tres fechas posibles para el encuentro: este mismo martes, el miércoles o el jueves. Los equipos de ambos dirigentes acordaron después que sería el miércoles. 

“Lo que queremos es conformar un Gobierno progresista que dé respuesta a lo que expresaron las urnas (...). Nosotros ahora mismo no tenemos mayoría, pero sí la capacidad de trabajar para lograrla”, concluyó Rodríguez. Pero aquí, a pesar de que aseguran no comprender a Feijóo, los socialistas sí ven algo positivo en su intento de investidura. Les permite avanzar en las conversaciones ya iniciadas con el soberanismo catalán y vasco mientras el foco se sitúa en el PP, al tiempo que legitima sus tratos con el partido de Carles Puigdemontporque los populares también han querido transitar ese puente. 

Los socialistas continuarán negociando en septiembre, un mes que a Feijóo, impedido como está para lograr apoyos, se le va a hacer “muy largo”, explican. Los colaboradores de Sánchez no quieren perder el tiempo y ya han contactado con los grupos a los que pide el apoyo: de Sumar a los partidos catalanes y vascos. Pero evitan poner un plazo para la investidura de su líder. Dependerá de .las conversaciones con ERC, Junts, EH Bildu, el PNV y el BNG. Cuanto antes, dicen, “mejor”.