CLAVES DE LA REESTRUCTURACIÓN

Feijóo fusiona los equipos de Génova y el Congreso para centralizar la oposición a Sánchez más allá de sus barones

La elección de Miguel Tellado de portavoz confirma que "lo orgánico y lo parlamentario" se funden en el nuevo PP

El escaparate de Feijóo, frente a las presidencias autonómicas, será el Congreso de los Diputados. La reestructuración de Génova mira a ese objetivo

El líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, junto al nuevo portavoz del grupo, Miguel Tellado.

El líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, junto al nuevo portavoz del grupo, Miguel Tellado. / JUAN CARLOS HIDALGO

Paloma Esteban

Se barajaban varios nombres para la portavocía en el Congreso, pero Alberto Núñez Feijóo tenía claro que, en el fondo, debía ser Miguel Tellado. El objetivo, reconocen en su núcleo duro, está bastante definido: organizar el trabajo de los 137 diputados, muy diversos, algunos con muchos galones, y que la labor de oposición esté absolutamente cohesionada en torno a la figura del líder popular. El escaparate de Feijóo es el Congreso. Y ahora más que nunca la dirección nacional, Génova, el aparato del PP, toma posiciones en el grupo parlamentario. No habrá apenas diferenciación. “Lo orgánico y lo parlamentario se unifica”, confirman en el equipo del gallego.

Es lo que ha buscado con la reestructuración de la cúpula, donde el primer anillo de poder apenas cambia de manos: Cuca Gamarra sigue de número dos, Carmen Fúnez llevará Organización y Tellado, su hombre de confianza, el que vino desde la Xunta con él, controlará el grupo parlamentario. “El objetivo es que cuando hable Tellado, fije posición como portavoz o comunique las decisiones a los diputados, todos sepan que habla por boca de Feijóo. Eso es incontestable. Es una extensión del jefe”, coinciden distintos dirigentes en la lectura.

La oposición dura contra el Gobierno de Pedro Sánchez está en marcha. El PP asume que en este momento no hay otro camino, cuando el ambiente político ha llegado a la cota máxima de polarización. El hecho de que el presidente eligiera hablara de “levantar un muro” en su discurso de investidura fue un punto de inflexión para el partido de Feijóo. Asumen que el discurso del PSOE y sus alianzas con los independentistas exigen una respuesta sin titubeos. Vox ha perdido mucho peso en la Cámara y los populares creen que se visualizará cada día.

Lo que está claro es que Feijóo articulará toda su oposición en el Congreso y allí es donde también aspira a consolidar la alternativa a Sánchez, preparándose para cuando la oportunidad se presente. El PP tiene un poder autonómico casi total (once autonomías, un gobierno compartido en Canarias, y las ciudades de Ceuta y Melilla) y, sin embargo, esos presidentes autonómicos también tienen una parte de debilidad para Feijóo. Cada uno tiene una estrategia y mirará por su territorio. Se vio este lunes claramente con la foto de Doñana del andaluz Juan Manuel Moreno y la vicepresidenta Teresa Ribera. Un acuerdo con una importancia política evidente, que chocó de lleno con la estrategia de Isabel Díaz Ayuso, abriendo dos nuevas guerras, la del agua y la del AVE entre Madrid y Asturias, en el mismo día.

La dificultad del PP para manejar su oposición nacional y el mensaje de cada barón autonómico tendrá muchas réplicas en la legislatura. La condonación de deuda, después del pacto entre PSOE y ERC y que Hacienda quiere extender a todas las autonomías, ya despertó recelos dentro del PP. Y varios dirigentes autonómicos coinciden en el mismo análisis. De ahí, continúan, que Feijóo quiera tejer su nuevo equipo, de total confianza, para evitar grietas en el grupo parlamentario. “Los presidentes autonómicos tienen sus gobiernos, Feijóo su grupo en el Congreso y es la primera fuerza”, resume un dirigente con mucha trayectoria. 

Quién gana y quién pierde

Como en todos los cambios internos, unos pierden y otros ganan. Gamarra deja un cargo (atesoraba dos) pero se confirma como secretaria general. Y Fúnez, que llevaba el área social, dominará lo orgánico. Las dos cuentan con la confianza del gallego. 

Elías Bendodo, llamado a representar el peso andaluz dentro de la dirección nacional y, por tanto, el de Juanma Moreno, baja de escalón. Eso, sobre el papel. Era el número tres y la coordinación general desaparece de la actual cúpula. Tendrá en su poder unificar las posiciones de los gobiernos autonómicos y municipales, y seguirá al frente de la estrategia demoscópica. En Génova siempre le han dado mucha importancia a las encuestas cualitativas a la hora de marcar los mensajes políticos y ahí, afirman, Bendodo “tendrá mano”. Aunque en el organigrama pierda peso, muchos en el partido insisten en que ahora sí tendrá definidas sus competencias, que son bastantes más de las que antes ostentaba. También tendrá una medición de resultados más explícita.

Feijóo tenía claro que quería “darle su sitio” a todo el mundo. Pero después del 23J, cuando el partido entró en shock, nada parecía seguro. Al final, solo habrá dos salidas: Pedro Rollán y Carmen Navarro. El primero es el presidente del Senado, y la segunda tiene su puesto en la Mesa del Congreso. Esteban González Pons seguirá ocupándose de todo el área institucional y muchos dirigentes le sitúan en Europa en las elecciones del año que viene. Borja Sémper es una incógnita porque Génova podría seguir sin portavoz fijo, y apostar por la rotación de dirigentes en función del tema que quieran abordar.

Y las novedades que se harán públicas este miércoles, antes del comité ejecutivo nacional del jueves que debe validar la nueva cúpula, apuntan a tres mujeres que desembarcarán en Génova. El líder conservador tenía mucho interés en feminizar la estructura. Y también servirá para enviar un mensaje de cierta renovación que hasta ahora nadie ha apreciado en el partido.