Elecciones catalanas

El PSC evitará el choque con ERC sobre cómo debe ser la financiación de Cataluña

Hace más de dos años que el PSC trabaja en la confección de su apuesta, pese a que públicamente no ha ido más allá de defender que debe ser "justa" y "solidaria"

El primer secretari del PSC, Salvador Illa, en la jornada de clausura del 15 Congrés del PSC

El primer secretari del PSC, Salvador Illa, en la jornada de clausura del 15 Congrés del PSC / EUROPA PRESS

Sara González

Que la reforma de la financiación de Cataluña se consolide como uno de los ejes de la campaña de las elecciones del 12 de mayo es una moneda de doble cara para el PSC. Por un lado, interpreta que es ir "por el buen camino" en su intento de dar por extinguido el 'procés' y centrar la pelota en el autogobierno. Si ERC y Junts hablan de financiación, sostienen, es que se ha desterrado el referéndum como reivindicación prioritaria. Pero, al mismo tiempo, se reabre la carpeta del agravio económico, aquella por la que el Govern de Artur Mas reclamó el pacto fiscal y cuyo portazo, sumado a la sentencia del Estatut, dio alas al independentismo. Salvador Illa está dispuesto a jugar esta partida no exenta de riesgos, aunque no tiene previsto detallar en campaña la letra pequeña de su propuesta.

Hace más de dos años que el PSC trabaja en la confección de su apuesta, pese a que públicamente no ha ido más allá de defender que debe ser "justa" y "solidaria", y que pide al Govern de la Generalitat que se siente a hablar de ello. Dos conceptos que se enfrentan al de la "singularidad" y la salida del régimen común con la recaudación de todos los impuestos que defiende el president en funciones, Pere Aragonès. Sobre la mesa, Illa tiene varios informes de expertos que se han solicitado a través de la Fundació Rafael Campalans, el 'think tank' del partido, para trazar las líneas de una financiación con sello "federal".

Conferencia para explicar el proyecto

"Se puede presentar un modelo, pero no unilateralmente. Se tiene que debatir y dialogar con el resto de comunidades autónomas", sostienen desde la dirección del PSC. Tienen previsto hablar de ello en campaña, pero como un tema más dentro de su proyecto, que en las próximas semanas desgranará Illa en una conferencia. Aseguran que no les "incomoda" que ERC les interpele sobre cuál es su modelo y hurgan en que Aragonès haya presentado "en tiempo de descuento" su propuesta sin que antes se haya debatido en el Parlament. "Tiene tintes electorales y solo representa a 33 diputados", espetan.

Hasta ahora, Illa ha andado con cautela -y así seguirá siendo- y ha evitado entrar en la concreción de qué defenderá el PSC, puesto que si el modelo lleva una década caducado es porque ni Mariano Rajoy entonces ni Pedro Sánchez por el momento han logrado el consenso para abordarlo. No es solo que no haya acuerdo entre PSOE y PP, es que el tema también genera discrepancias entre los barones de ambos partidos. El líder de los socialistas catalanes se centrará en campaña en las coordenadas básicas hablando de justicia, de equidad y de diálogo con el resto de comunidades, también en argumentar a qué quiere destinar esa mejor financiación. "No tenemos la seguridad de que esa propuesta a la vasca de Aragonès nos reporte más que otros modelos", advierten.

El principio de ordinalidad

En su objetivo de evitar echar más leña al debate territorial, Illa ha esquivado hasta el momento, por ejemplo, una apuesta pública y notoria por el principio de ordinalidad, es decir, que Catalunya no pierda posiciones en el reparto de recursos que recibe -ahora es la décima- en función de lo que aporta -es la tercera que más contribuye al sistema de régimen común-. Se trata de una demanda que el PSC logró introducir en la Declaración de Granada que firmó con el PSOE en el año 2013 y con la que enterró la defensa del derecho a decidir, pero que continúa escociendo en otras autonomías, como Andalucía.

Cuando se le pregunta si su modelo defenderá este criterio -los expertos de los informes de la Campalans lo reivindican-, Illa procura pasar de puntillas, aunque deja caer que, efectivamente, esa ordinalidad está en el radar del PSC desde hace años en los términos en los que recoge el Estatut. Si una cosa tiene clara el líder de los socialistas catalanes es que suficientemente difícil es la legislatura estatal como para que sea él quien abra una nueva brecha con Sánchez, así que no dará ningún paso que no tenga previamente el vistobueno del presidente. Ahí se coge ERC para anticipar que lo que defienda Illa no será lo suficientemente ambicioso para Cataluña.

El precedente de 2008

Lejos quedan escenarios como el que en la negociación de la financiación en 2008 se situó el president José Montilla frente a Zapatero: "José Luis, el PSC te quiere bien y mucho, pero aún quiere más a Catalunya". Era la antesala de un complejo toma y daca porque las bases de la financiación autonómica trazadas por Pedro Solbes, el entonces vicepresidente y ministro de Economía, no satisfacían al PSC. Pero entonces Catalunya no había vivido aún el 'procés'. De hecho, el mismo Montilla alertaba que la negociación financiera era clave para hacer frente a la "desafección".

"La negociación fue dura y tortuosa, pero el PSC no se levantó de la mesa multilateral y las autonomías del PP acabaron comprando el modelo", defiende un exalto cargo que vivió de cerca la cocina de la financiación hoy vigente. La cuestión es, si ahora, el PSC y el PSOE lograrán sacar del atolladero la reforma y ganarán un pulso que están convencidos de que puede acabar de dar la puntilla a ese desapego sobre el que se cimentó el auge del independentismo; mientras el independentismo entiende que puede ser la antesala para avanzar hacia la soberanía.

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