Crisis en ERC

Junqueras y Rovira confrontan relatos: de la "estructura b" a los pactos con el PSC

Los dos dirigentes han protagonizado un rosario de reproches mutuos y llegan a las primarias de ERC muy enfrentados

Oriol Junqueras y Marta Rovira, a principios de 2023, en Ginebra

Oriol Junqueras y Marta Rovira, a principios de 2023, en Ginebra / ERC

Sara González / Quim Bertomeu

Barcelona

1 de octubre de 2011: ERC encumbra a Oriol Junqueras y Marta Rovira en un congreso en Girona, donde hacía tres meses que Carles Puigdemont se había estrenado como alcalde. Ironías del destino, fue en otro 1 de octubre, el de 2017, cuando empezó a abrirse una brecha en ese tándem que se ha ido ensanchando pese a los años de cárcel y de refugio en Ginebra. Hasta el punto de abrirse entre ellos un cráter del que ahora no deja de salir lava.

¿Qué ha pasado entre ellos? Con el escándalo de los carteles contra los Maragall como detonante, ambos dirigentes han exhibido una retahíla de reproches cruzados que alimentan dos relatos que colisionan y que tratan de imponerse ante las primarias del 30 de noviembre en un clima de guerra total.

¿Había o no 'estructura b'?

En realidad, los polémicos carteles sobre los Maragall que se idearon desde el mismo partido es solo la punta del iceberg de unas hostilidades personales que son mucho más profundas. Rovira afirmó en el balance de su mandato del lunes que no ha habido en ERC "una estructura b", sino las llamadas "campañas de contraste" -eso es, campañas informales sin logo favorables al partido- que fueron "encargadas", precisamente, por el expresidente del partido. El informe interno de ERC señala a Tolo Moya, exdirector de comunicación del partido, como máximo responsable de los carteles y que Junqueras estaba informado de ello. Y Ernest Maragall ha apuntado también al entorno del exlíder republicano como artífice del muñeco que se colgó en un puente en Sant Vicenç dels Horts.

Sin embargo, la candidatura de Junqueras sí que sostiene que se creó una estructura paralela ajena a él liderada por exdirigentes como Sergi Sabrià y ha emplazado a la militancia a sentir "vergüenza" por ello. El exviceconseller del Govern admitió el día de su dimisión que contrató a los mariachis que se enviaron a la sede de Junts la noche que decidían si rompían la coalición con ERC. "Nunca se puede asumir una campaña de contraste en contra de tus principios éticos ni que no puedas asumir cuando salga a la luz pública", sostuvo Rovira.

¿Quién ha tomado las decisiones en ERC?

Junqueras, que aspira a revalidar la presidencia de ERC por más que la candidatura de Xavier Godàs y la misma Rovira le hayan pedido que se retire, sostiene que desde que salió de la cárcel en 2021 fue progresivamente apartado de las grandes decisiones y que ni tan solo fue consultado de la decisión de Pere Aragonès de adelantar las elecciones, por lo que asegura ni sentirse responsable del último ciclo electoral negativo. Sus detractores lo niegan rotundamente.

"Ninguna decisión se ha tomado al margen de las estructuras del partido", ha rebatido Rovira, que recuerda que la dirección vigente es la que Junqueras escogió en noviembre de 2022 y que tienen hasta 70 grupos de WhatsApp compartidos. Este lunes se dirigió directamente a él para defender que también estando en la cárcel lideró el partido: "Pudiste estar presente en las grandes decisiones políticas, porque siempre procuramos que en nuestra casa, en ERC, no te faltara nunca de nada para poderlas tomar".

¿Quién estuvo y quién no en el 1-O?

Rovira fue una de las arquitectas de la estructura clandestina del 1-O, un referéndum del que hizo recuento ella misma en el mismo Palau de la Generalitat. Esa noche, ha asegurado con foto para ilustrarlo, allí no había nadie. Pero lo peor, ha añadido, fue constatar que el día 2 "no había nada" por "falta de rumbo" y "falta de determinación de los liderazgos", por más que en aquel momento dirigentes del Govern aseguraban que había "plan a y plan z". Empezó entonces "la deriva" y la "falta de compromiso", dardo de la secretaria general republicana tanto para Junqueras como para Puigdemont. "Intento estar siempre", ha replicado el expresidente de ERC, que ha recordado su presencia cuando la Guardia Civil irrumpió en la sede de Economia el 20 de septiembre de 2017 o cómo acudió a la conselleria el lunes después de la declaración unilateral de independencia fallida, pese a que Xavier Vendrell lo acusó de haberse "escondido" en Montserrat el fin de semana.

¿Avalaron ambos los pactos con el PSC?

Rovira defiende que en 2019 se pactara con el PSOE la investidura de Pedro Sánchez para lograr la mesa de diálogo, el reconocimiento del conflicto político y la amnistía, pasando por la estación intermedia de los indultos. También ha argumentado el apoyo a Salvador Illa a cambio de la financiación singular porque remontar de más abajo en nuevas elecciones hubiera sido "aún más difícil". No obstante, atribuye a Junqueras el pacto con el PSC en las diputaciones y para gobernar en Barcelona con Jaume Collboni, "maniobras" al margen de la dirección que no fueron compartidas y que, asegura, acabaron impactando en el 'no' de los Comuns a los presupuestos de Aragonès y su posterior caída en las elecciones anticipadas.

Los 'junqueristas' defienden la "soberanía" de la federación barcelonesa y giran el dedo acusador: acusan a la órbita de Rovira de estar agarrándose a "los marcos unionistas más recalcitrantes". Tras dejar la presidencia del partido, Junqueras jugó a ser ambiguo ante la consulta de la militancia para decidir si se apoyaba la investidura de Illa. Pese a esa ambivalencia, la secretaria general lo ha acusado directamente de haber pactado con Illa que cargos de ERC afines se hayan quedado en el 'sottogoverno', cosa que él niega. Lo cierto es que, de la sesentena de altos cargos que continúan en el Govern hay tanto 'junqueristas' como 'roviristas'.

¿Quién representa la 'renovación'?

"Este proyecto lo empezamos juntos y aún estamos a tiempo de acabarlo juntos, y no separados y divididos", pidió Rovira en la clausura de su balance de mandato. Una manera de decirle a Junqueras que, si ella se va, él también debería hacerlo para que haya una "renovación" de liderazgos sin lastres del pasado. Pero cada uno entiende ese concepto de forma distinta. Porque el expresidente del partido señala que la candidatura de Godàs, además de haber sido aupada por la vieja guardia, está formada por gente que lleva años "pisando moqueta" en cargos en el Govern o en el Parlament. La "renovación", reivindica, la ostenta su equipo porque de las 30 personas que lo componen, 20 de ellas no han tenido una responsabilidad gubernamental. Sin embargo, Junqueras ha sido el presidente más longevo que haya tenido ERC.

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