INVESTIGACIÓN JUDICIAL

El PSOE se escuda en que Koldo pudo utilizar el nombre de dirigentes del PSOE para pedir comisiones a Aldama

En la cúpula socialista evitan descartar que el presunto comisionista de la trama Koldo acudiese a Ferraz en la noche electoral de 2019, pero sí niegan con rotundidad que lo hiciese a dependencias reservadas

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en declaraciones a los medios en el Congreso este jueves.

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en declaraciones a los medios en el Congreso este jueves. / EFE/ Fernando Villar

Madrid

Tanto Ferraz como Moncloa pusieron toda su maquinaria en funcionamiento este jueves para intentar desacreditar la declaración ante el juez del presunto comisionista de la trama Koldo, Víctor de Aldama. Tanto es así que hasta el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, hizo declaraciones a los medios en el patio del Congreso, algo poco habitual y reservado a cuestiones parlamentarias especiales como la aprobación de Presupuestos, para señalar sus “mentiras” y mostrarse "tranquilo" tanto "en lo que respecta a mi persona, a mi Gobierno y al partido. Su conclusión es que se trata de una "estrategia de defensa” basada “en la mentira".

El empresario, ahora en prisión, pidió declarar voluntariamente en busca de un acuerdo para su puesta en libertad y tiró de la manta, señalando tanto sus vínculos con Pedro Sánchez como revelando comisiones al exministro José Luis Ábalos, al secretario de Organización del PSOE, Santos Cerdán y al jefe de gabinete de la vicepresidenta primera, María Jesús Montero. Además de su relación con otros miembros del Ejecutivo como Teresa Ribera, actual vicepresidenta tercera y próxima comisaria europea.

Tras este terremoto, Sánchez quiso reforzar el argumentario del PSOE distribuido internamente para señalar que “es todo una mentira y una invención”. Los socialistas ya pasaron al contraataque y anunciaron casi a la vez que se conocían las acusaciones de Aldama que iniciarán “de inmediato acciones legales” contra el empresario. Pero no solo, pues fuentes de la dirección del partido avisaron igualmente al PP de que acudirán a los tribunales si “da pábulo” al testimonio de Aldama y lo utiliza en la batalla política, cosa que los conservadores ya están empezando a hacer.

Los socialistas defienden que no hay pruebas y que los señalados no conocen al presunto comisionista de la trama. En este punto deslizan la posibilidad de que “otros” implicados en la trama, en clara referencia a Koldo García, pudiesen engañar a Aldama para pedirle comisiones en nombre de terceros.

En la cúpula de Ferraz evitan descartar al 100% que Aldama estuviese en Ferraz en la noche electoral de 2019, tras publicarse que existirían fotos atestiguándolo, pues señalan que “allí se juntan 2.000 personas”. Lo que sí tildan como “falso” y niegan con rotundidad es que pudiese estar en la planta noble o en espacios reservados para los dirigentes.

Para los socialistas, Aldama intenta con su testimonio salir indemne de las acusaciones que pesan sobre él, después de que el juez Santiago Pedraz acordara su ingreso en prisión sin fianza por los delitos de pertenencia a organización criminal, blanqueo de capitales y contra la Hacienda Pública. "El señor Aldama no tiene ninguna credibilidad. Es una estrategia judicial que se terminará demostrando que es rotundamente falsa", aseguró la vicepresidenta primera y vicesecretaria general del PSOE, María Jesús Montero, como anticipo a las declaraciones de Sánchez.

“Este señor está en prisión preventiva. El presidente del Gobierno no ha tenido nunca ninguna relación con este señor. Es todo una mentira y una invención. La justicia pondrá todo en su lugar”, señalan en su argumentario interno los socialistas, que también buscan el contraste con el PP por sus respectivos métodos de abordar este tipo de escándalos.

Moción de censura

El secretario de Organización del PSOE, Santos Cerdán, a quien Aldama acusó de recibir 15.000 euros en comisiones, también aprovechó su intervención desde la tribuna del Congreso en el pleno de este jueves para pedir que los "delincuentes confesos, que pueden mentir libremente al amparo de la ley, no marquen la agenda política". "Mancillar el buen nombre de personas a las que ni conocen no puede salir gratis", se defendió para posteriormente advertir que "no nos vamos a dejar pisotear". "No van a vencernos con mentiras, calumnias y falsos testimonios, concluyó.

Unas posiciones como cortafuegos a la petición de dimisión a Sánchez que realizó Alberto Núñez Feijóo, quien se abrió a una moción de censura. Algo que el jefe del Ejecutivo minusvaloró al considerar que no hay una mayoría alternativa: "Las mociones de censura son constructivas en nuestro ordenamiento constitucional, por tanto, incluso sería una buena oportunidad para que el señor Feijóo planteara una alternativa de gobierno que a día de hoy no se conoce". Prueba de ello, ejemplificó, el acuerdo para una reforma fiscal ratificado este jueves entre todos los socios de la mayoría de investidura, incluidos PNV y Junts a los que miran los populares.

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