Los seguros inician la gestión de las reclamaciones, pero la "fuerza mayor" puede dificultar cobrar una indemnización

El origen del apagón que afectó este lunes a toda la península ibérica va a ser determinante a la hora de que los perjuicios que se hayan podido ocasionar por la falta de electricidad sean compensados o no por los seguros contratados, ya que la excepción de "fuerza mayor" puede eximir del pago de compensaciones, dado que su carácter extraordinario e imprevisible exime a las compañías de responsabilidad, al no responder a que debió adoptar más medidas de prevención. Aun así, las principales aseguradoras han puesto en marcha un dispositivo especial para atender con la máxima celeridad las reclamaciones que se puedan producir.

La Audiencia Nacional abre una investigación para determinar si el apagón fue ciberterrorismo

Precisamente este martes, el Tribunal Supremo ha hecho públicas tres sentencias en las que desarrolla su doctrina, que descarta indemnizar a establecimientos hoteleros por el cierre al que se vieron obligados por el covid. El alto tribunal lo rechaza, aunque tuvieran contratados seguros a todo riesgo que preveían cubrir "el cierre total o parcial derivado de los daños materiales producidos en el continente y contenido por incendio, agua, rayo, actos vandálicos, explosión, inundación, eléctricos, etc". Los magistrados coinciden en que la pérdida de beneficios diaria contratada "no sería una cobertura autónoma que protegiera al asegurado frente a cualquier situación que suponga una paralización de su negocio", incluida por tanto la pandemia, sino que la cobertura se "vincula a que las pérdidas se produzcan" por lo delimitado en el contrato.

Las resoluciones sirven de ejemplo del difícil camino que podría tener una reclamación contra la Administración ante la justicia o las compañías a las que se considera responsable del perjuicio sufrido.

Ni terrorismo ni ciberataque

La falta de indicios conocidos hasta el momento de que el apagón tenga su origen en un ciberataque o en una catástrofe natural bloquea la posibilidad de que se usen los fondos de reserva del Consorcio de Compensación de Seguros para resarcir los perjuicios que se hayan podido producir por la falta de luz o la forma en la que regresó, según advierte una portavoz del Ministerio de Economía, al que está adscrito este organismo.

El Consorcio de Compensación de Seguros asume la cobertura de los riesgos extraordinarios con el seguro obligatorio de automóviles, el agrario combinado y la liquidación de entidades aseguradoras, pero su actuación está tasada y solo puede actuar ante eventos naturales, como por ejemplo lluvias, riadas, inundaciones o vientos fuertes, lo que explica que actúe con los efectos de la dana de Valencia.

También lo está cuando se trata de terrorismo o ciberterrorismo, lo que por las informaciones conocidas hasta el momento "no parece ser uno de estos casos", completan las citadas fuentes oficiales consultadas, que tratan de hablar con "toda la prudencia del mundo". Pese a ello el juez de la Audiencia Nacional José Luis Calama ha abierto una causa para determinar si el apagón en la red eléctrica española pudo responder a un acto de sabotaje informático.

El fenómeno natural parece descartado, una vez que la Agencia Estatal de Meteorología emitió un comunicado en el que especificaba que durante "la jornada del 28 de abril no se detectó en España ningún fenómeno meteorológico o atmosférico inusual, ni tampoco variaciones bruscas de la temperatura en nuestra red de estaciones meteorológicas".

Líneas telefónicas

La patronal de los seguros, Unespa, explica que aún está recabando información de las aseguradoras, lo que le impide facilitar información sobre las reclamaciones ya presentadas. Algunas de esas compañías ya se han dirigido a sus clientes. AXA España ha puesto en marcha un dispositivo especial de atención a los afectados con un refuerzo de efectivos y recursos que permitan tramitar los siniestros con celeridad y Santa Lucía ha activado un equipo de 180 teleoperadores para atender "con la máxima agilidad" tanto las comunicaciones de siniestros provocados directamente por la interrupción eléctrica, como aquellos no notificados a tiempo por la caída de líneas telefónicas y los relacionados con la falta de suministro.

Facua-Consumidores en Acción aconseja revisar el seguro del hogar del que se dispone para comprobar si cuenta con una cláusula que permita que se abone el importe de los alimentos de la nevera que se hayan echado a perder. De ser así se deberá enviar fotografías; la organización de consumidores señala que no hace falta tique de compra, pero Santa Lucía recomienda conservarlo. Como la causa del apagón es ajena a las distribuidoras eléctricas, estas no tienen obligación alguna de resarcir los daños causados. Sí serían responsables de las averías que hayan podido sufrir sus aparatos eléctricos como consecuencia de subidas de tensión, al retornar la luz.

Los daños en aparatos eléctricos se gestionarán mediante el envío de un profesional colaborador o con la presentación de factura de reparación que identifique la causa de la avería, especifica Santa Lucía. Además, las pólizas con garantía de protección jurídica permitirán el asesoramiento telefónico y, en caso de identificación clara de un responsable, podrán incluir la reclamación legal de los daños sufridos.

Gastos de comida y alejamiento

Según Facua, pueden reclamarse los gastos de comida y alojamiento que los viajeros hayan tenido por las cancelaciones de los billetes de tren y de avión, porque el derecho a asistencia ante cancelaciones o retrasos de al menos 60 minutos está recogido en la legislación europea. La compañía online de servicios legales Reclamador.es señala que como la cancelación de 344 vuelos de los 6.000 previstos fue por un motivo de causa mayor no pueden ser indemnizables.

“Las incidencias que no son reclamables son aquellas en las que los retrasos o cancelaciones de los vuelos se producen como consecuencia de un motivo que es ajeno a la propia aerolínea, como podría ser un hackeo o una caída de los sistemas de Microsoft como la ocurrida en julio del año pasado”, asegura la página web en un comunicado.

Además, según Facua, quienes tenían entradas pueden reclamar su importe tanto si no se celebraron como si les fue imposible asistir por problemas con el transporte.