Inglaterra ganó 1-0 a Bélgica un partido amistoso disputado en Londres, pero no consiguió apaciguar las dudas sobre su pobre juego cuando falta poco más de una semana para su debut ante Francia en la Eurocopa de Polonia y Ucrania.

En el primer partido de Hodgson en el mítico Wembley y el segundo que ha tenido para preparar el torneo, la selección de los Tres Leones obtuvo la victoria gracias a un gol del joven Danny Welbeck pero evidenció de nuevo sus carencias de juego ante un rival que dominó la posesión del balón durante los 90 minutos.

Hodgson, designado hace solo un mes seleccionador nacional, realizó muchos cambios respecto al anterior amistoso ante Noruega y apostó por un once veterano, aunque incluyó a dos de las jóvenes promesas inglesas, Welbeck y Alex Oxlade-Chamberlain, que debutaba como titular con el combinado nacional.

En la escuadra belga, llena de conocidos de la Liga inglesa como Thomas Vermaelen, Marouane Fellaini o Moussa Dembélé, todos los ojos estaban puestos en el prometedor centrocampista Eden Hazard, de 21 años, recién fichado por el Chelsea y protagonista en casi todas las jugadas de ataque de su equipo.

Aunque los primeros minutos fueron de pleno dominio para el conjunto belga, que combinaba a placer en el medio del campo, el primero en rematar contra la portería rival fue Chamberlain tras un centro raso de Milner que no consiguió conectar bien y se fue muy desviado.

A los pocos minutos, el joven delantero del Arsenal volvió a llevar peligro al arco defendido por Mignolet con un disparo lejano que se fue a poca distancia de la escuadra izquierda.

Mientras, la escuadra belga, con sus jugadores intercambiándose las posiciones constantemente en ataque, seguía monopolizando el balón, pero sin apenas generar peligro a excepción de un potente chute de Witsel que se marchó rozando el larguero.

Sin construcción de juego ni imaginación en ataque, el conjunto de los Tres Leones confiaba su suerte en un error del rival o en el pelotazo largo para intentar ponerse en ventaja en el marcador.

Robo de Gerrard y gol de WelbeckEn el minuto 36, el plan inglés se materializó: el capitán Steven Gerrard robó un balón en el centro del campo y se lo cedió a Ashley Young que asistió a Danny Welbeck para que, con un remate suave por encima del portero, anotara el primer gol de la era Hodgson en el estadio de Wembley.El tanto local desconcertó a la escuadra dirigida por Alex Wilmots que pudo haberse ido con una desventaja mayor al vestuario si el capitán de Inglaterra hubiera acertado en una doble ocasión en el último minuto del primer tiempo.Tras cinco prometedores minutos de la segunda parte en los que Chamberlain consiguió trazar algunas buenas jugadas en la banda izquierda, el conjunto de Hodgson volvió a apagarse y los belgas se apoderaron de nuevo del control del partido.A pesar de ello, la zaga inglesa, compacta y con las líneas muy juntas, repelía una y otra vez las internadas en el área del conjunto flamenco, que recurría con poco acierto a los remates lejanos para inquietar la portería rival.La entrada de Wayne Rooney, Defoe y Walcott en el ataque inglés aportó más peligro a la escuadra de Hodgson que, aun así, seguía siendo superada constantemente por su rival en el medio del campo.A punto estuvo Bélgica de encontrar la recompensa a su buen juego en el minuto 78 con un sorprendente disparo del lateral derecho Gillet que se topó con el poste.En los últimos compases, ambas selecciones tuvieron oportunidades para anotar algún tanto, incluido un chute al poste de Defoe, aunque finalmente el segundo tiempo concluyó como el primero: con 1-0 en el marcador y una Inglaterra llena de dudas a pocos días para el Europeo.