La compra de entradas para la Eurocopa 2016 a través de plataformas distintas a la oficial de la UEFA supone el riesgo no sólo de no poder entrar a los estadios al tratarse de entradas nominativas, sino también de comprar entradas falsas, según advierte la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU).

Una investigación liderada por la asociación británica de consumidores Which? reveló un "número significativo" de páginas web no oficiales que afirman vender entradas para este evento deportivo, "en clara contravención de las restricciones de venta de entradas fuera de los puntos oficiales de venta y de los derechos de los consumidores, al poner a éstos en riesgo de ser engañados y no poder entrar al estadio con las entradas adquiridas a través de dichos sitios web", señala la OCU.

Dentro de esta misma investigación, esta organización ha interpuesto una denuncia contra la página web Ticketbis por intermediar en la venta de estas entradas "sin advertir a los posibles compradores del carácter nominativo de las mismas y de que, en caso de ser requeridos para comprobar su identidad, se les podría denegar el acceso al estadio si aquella no coincide con la que figura en la entrada".

La UEFA precisa que las entradas no pueden ser revendidas excepto a través de su sitio oficial de reventa y que los consumidores deben llevar consigo identificación con foto para poder entrar al estadio. "Por lo tanto, los consumidores que compran las entradas vendidas a nombre de otra persona están corriendo el riesgo de perder una importante cantidad de dinero al impedírseles el acceso el día del partido", indica la OCU.

La asociación subraya que la adquisición de entradas a través de sitios no oficiales implica también la posibilidad de no recibir nunca las entradas acordadas o de recibir falsificaciones que imposibilitarán la entrada a los partidos de fútbol para los poseedores de las mismas.

Por otro lado, recuerda que las medidas de seguridad en Francia se han incrementado notablemente a raíz de los atentados de noviembre de 2015, por lo que "no hay que descartar que se realicen controles aleatorios a la hora de acceder a los estadios".