Las grandes fortunas en España apuestan por las criptomonedas: el 15 % de sus carteras ya está en inversiones alternativas

Mientras nuestro país pierde en un año 4.000 millonarios, las criptomonedas se consolidan como refugio para los ultra ricos

Las grandes fortunas en España apuestan por las criptomonedas: el 15 % de sus carteras ya está en inversiones alternativas

Las grandes fortunas en España apuestan por las criptomonedas: el 15 % de sus carteras ya está en inversiones alternativas

J. A. Giménez

El número de grandes fortunas en España se redujo un 1,9 % durante el último año, pasando de 250.000 a 246.000 individuos con patrimonio elevado. Sin embargo, su riqueza conjunta aumentó un 1 %, alcanzando los 733.550 millones de dólares (unos 645.000 millones de euros). Así lo refleja el Informe sobre la Riqueza Mundial 2025 elaborado por Capgemini, que apunta a un crecimiento global desigual en la riqueza, con Estados Unidos y Asia-Pacífico liderando el aumento de millonarios y Europa registrando descensos generalizados.

Una de las claves que explica este comportamiento está en la composición de las carteras de inversión de estas grandes fortunas. Según el informe, las inversiones alternativas —entre las que destacan el capital riesgo y las criptomonedas— ya suponen un 15 % del total del patrimonio gestionado por los millonarios. Este dato no es menor: confirma que el mundo cripto ha dejado de ser un terreno de especulación volátil para convertirse en un activo consolidado en la planificación financiera de los más ricos.

Capgemini subraya que el crecimiento global de la riqueza se debe principalmente al impulso de los mercados bursátiles y al renovado optimismo en torno a la inteligencia artificial, factores que han elevado la rentabilidad de las carteras. No obstante, las criptomonedas han ganado peso por su capacidad de ofrecer rendimientos altos, especialmente en periodos de incertidumbre económica o inflación.

En este contexto, resulta significativo que el número de ultra ricos —aquellos con patrimonios extremadamente elevados— haya crecido un 6,2 % a nivel mundial, y un 3,5 % incluso en Europa, donde el estancamiento económico ha provocado una pérdida general de grandes fortunas del 2,1 %. Es decir, mientras parte de la clase media-alta retrocede, los más acaudalados no solo mantienen su riqueza, sino que la hacen crecer en parte gracias a estrategias de inversión agresivas y diversificadas, donde las criptomonedas se posicionan como una herramienta más.

La tendencia es especialmente notable en Estados Unidos, donde el número de grandes fortunas aumentó un 7,3 %, lo que se traduce en 562.000 nuevos millonarios, hasta un total de 7,9 millones. En este país, la inversión en activos digitales no solo ha sido adoptada por individuos, sino también por grandes fondos y empresas tecnológicas, lo que ha reforzado la confianza en este tipo de activos. India y Japón también han experimentado crecimientos del 5,6 % en su número de millonarios, mientras que China vio descender su número de grandes patrimonios un 1 %, debido a la ralentización económica.

En contraste, Latinoamérica sufrió una caída del 8,5 % en el número de grandes fortunas, golpeada por la depreciación de las monedas locales y la inestabilidad fiscal. En Brasil y México, las caídas fueron del 13,3 % y 13,5 % respectivamente. En Oriente Medio, los vaivenes del precio del petróleo lastraron el crecimiento, con un retroceso del 2,1 % en el número de grandes patrimonios.

España, pese a perder 4.000 millonarios respecto al año anterior, se mantiene alineada con la media europea. Sin embargo, la adopción de criptomonedas como instrumento de inversión alternativa entre las grandes fortunas españolas podría suponer un factor clave en los próximos años. La integración de estos activos en carteras diversificadas no solo responde al atractivo de la rentabilidad, sino también a una estrategia de blindaje frente a los vaivenes del mercado tradicional y a los desequilibrios macroeconómicos.

El informe de Capgemini apunta a un futuro donde los patrimonios más elevados buscarán cada vez más flexibilidad, descentralización y alternativas frente a los mercados tradicionales. En ese horizonte, las criptomonedas ya no son un experimento: son una realidad consolidada en el ecosistema financiero global. Y quienes mejor lo entienden son los que más tienen que perder… y que ganar.

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