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Irma Collín/Ricardo Solís/Juan Plaza
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Juan Plaza
El tremendo hallazgo a última hora de la tarde de ayer del cadáver de Olivia Gimeno Zimmermann en el fondo marino frente a las costas de Santa Cruz de Tenerife ha desatado una ola de indignación en toda España que, en el caso de Asturias, se ha traducido en varias concentraciones en las plazas mayores de localidades como Gijón, Oviedo o Cangas de Onís. Cuarenta y cuatro días después de que Olivia y Anna no fueran entregadas por su padre, Tomás Gimeno, a su madre, Beatriz Zimmermann, el caso de la desaparición de las niñas tinerfeñas tomó ayer un giro trágico, que empieza a confirmar la peor de las hipótesis posibles sobre lo que le ocurrió a las niñas. Anoche, fuentes cercanas a la investigación de la Guardia Civil y el Tribunal Superior de Justicia de Canarias (TSJC) negaron que los cuerpos de Anna y de Tomás hubieran sido localizados, pero sí confirmaron que las pequeñas podrían haber sido drogadas por el progenitor, ya que en los registros de la vivienda se encontraron blísters de pastillas encima de una mesa.
Juan Plaza
El tremendo hallazgo a última hora de la tarde de ayer del cadáver de Olivia Gimeno Zimmermann en el fondo marino frente a las costas de Santa Cruz de Tenerife ha desatado una ola de indignación en toda España que, en el caso de Asturias, se ha traducido en varias concentraciones en las plazas mayores de localidades como Gijón, Oviedo o Cangas de Onís. Cuarenta y cuatro días después de que Olivia y Anna no fueran entregadas por su padre, Tomás Gimeno, a su madre, Beatriz Zimmermann, el caso de la desaparición de las niñas tinerfeñas tomó ayer un giro trágico, que empieza a confirmar la peor de las hipótesis posibles sobre lo que le ocurrió a las niñas. Anoche, fuentes cercanas a la investigación de la Guardia Civil y el Tribunal Superior de Justicia de Canarias (TSJC) negaron que los cuerpos de Anna y de Tomás hubieran sido localizados, pero sí confirmaron que las pequeñas podrían haber sido drogadas por el progenitor, ya que en los registros de la vivienda se encontraron blísters de pastillas encima de una mesa.
Juan Plaza
El tremendo hallazgo a última hora de la tarde de ayer del cadáver de Olivia Gimeno Zimmermann en el fondo marino frente a las costas de Santa Cruz de Tenerife ha desatado una ola de indignación en toda España que, en el caso de Asturias, se ha traducido en varias concentraciones en las plazas mayores de localidades como Gijón, Oviedo o Cangas de Onís. Cuarenta y cuatro días después de que Olivia y Anna no fueran entregadas por su padre, Tomás Gimeno, a su madre, Beatriz Zimmermann, el caso de la desaparición de las niñas tinerfeñas tomó ayer un giro trágico, que empieza a confirmar la peor de las hipótesis posibles sobre lo que le ocurrió a las niñas. Anoche, fuentes cercanas a la investigación de la Guardia Civil y el Tribunal Superior de Justicia de Canarias (TSJC) negaron que los cuerpos de Anna y de Tomás hubieran sido localizados, pero sí confirmaron que las pequeñas podrían haber sido drogadas por el progenitor, ya que en los registros de la vivienda se encontraron blísters de pastillas encima de una mesa.
Juan Plaza
El tremendo hallazgo a última hora de la tarde de ayer del cadáver de Olivia Gimeno Zimmermann en el fondo marino frente a las costas de Santa Cruz de Tenerife ha desatado una ola de indignación en toda España que, en el caso de Asturias, se ha traducido en varias concentraciones en las plazas mayores de localidades como Gijón, Oviedo o Cangas de Onís. Cuarenta y cuatro días después de que Olivia y Anna no fueran entregadas por su padre, Tomás Gimeno, a su madre, Beatriz Zimmermann, el caso de la desaparición de las niñas tinerfeñas tomó ayer un giro trágico, que empieza a confirmar la peor de las hipótesis posibles sobre lo que le ocurrió a las niñas. Anoche, fuentes cercanas a la investigación de la Guardia Civil y el Tribunal Superior de Justicia de Canarias (TSJC) negaron que los cuerpos de Anna y de Tomás hubieran sido localizados, pero sí confirmaron que las pequeñas podrían haber sido drogadas por el progenitor, ya que en los registros de la vivienda se encontraron blísters de pastillas encima de una mesa.
Juan Plaza
El tremendo hallazgo a última hora de la tarde de ayer del cadáver de Olivia Gimeno Zimmermann en el fondo marino frente a las costas de Santa Cruz de Tenerife ha desatado una ola de indignación en toda España que, en el caso de Asturias, se ha traducido en varias concentraciones en las plazas mayores de localidades como Gijón, Oviedo o Cangas de Onís. Cuarenta y cuatro días después de que Olivia y Anna no fueran entregadas por su padre, Tomás Gimeno, a su madre, Beatriz Zimmermann, el caso de la desaparición de las niñas tinerfeñas tomó ayer un giro trágico, que empieza a confirmar la peor de las hipótesis posibles sobre lo que le ocurrió a las niñas. Anoche, fuentes cercanas a la investigación de la Guardia Civil y el Tribunal Superior de Justicia de Canarias (TSJC) negaron que los cuerpos de Anna y de Tomás hubieran sido localizados, pero sí confirmaron que las pequeñas podrían haber sido drogadas por el progenitor, ya que en los registros de la vivienda se encontraron blísters de pastillas encima de una mesa.
Juan Plaza
El tremendo hallazgo a última hora de la tarde de ayer del cadáver de Olivia Gimeno Zimmermann en el fondo marino frente a las costas de Santa Cruz de Tenerife ha desatado una ola de indignación en toda España que, en el caso de Asturias, se ha traducido en varias concentraciones en las plazas mayores de localidades como Gijón, Oviedo o Cangas de Onís. Cuarenta y cuatro días después de que Olivia y Anna no fueran entregadas por su padre, Tomás Gimeno, a su madre, Beatriz Zimmermann, el caso de la desaparición de las niñas tinerfeñas tomó ayer un giro trágico, que empieza a confirmar la peor de las hipótesis posibles sobre lo que le ocurrió a las niñas. Anoche, fuentes cercanas a la investigación de la Guardia Civil y el Tribunal Superior de Justicia de Canarias (TSJC) negaron que los cuerpos de Anna y de Tomás hubieran sido localizados, pero sí confirmaron que las pequeñas podrían haber sido drogadas por el progenitor, ya que en los registros de la vivienda se encontraron blísters de pastillas encima de una mesa.
Juan Plaza
El tremendo hallazgo a última hora de la tarde de ayer del cadáver de Olivia Gimeno Zimmermann en el fondo marino frente a las costas de Santa Cruz de Tenerife ha desatado una ola de indignación en toda España que, en el caso de Asturias, se ha traducido en varias concentraciones en las plazas mayores de localidades como Gijón, Oviedo o Cangas de Onís. Cuarenta y cuatro días después de que Olivia y Anna no fueran entregadas por su padre, Tomás Gimeno, a su madre, Beatriz Zimmermann, el caso de la desaparición de las niñas tinerfeñas tomó ayer un giro trágico, que empieza a confirmar la peor de las hipótesis posibles sobre lo que le ocurrió a las niñas. Anoche, fuentes cercanas a la investigación de la Guardia Civil y el Tribunal Superior de Justicia de Canarias (TSJC) negaron que los cuerpos de Anna y de Tomás hubieran sido localizados, pero sí confirmaron que las pequeñas podrían haber sido drogadas por el progenitor, ya que en los registros de la vivienda se encontraron blísters de pastillas encima de una mesa.
Juan Plaza
El tremendo hallazgo a última hora de la tarde de ayer del cadáver de Olivia Gimeno Zimmermann en el fondo marino frente a las costas de Santa Cruz de Tenerife ha desatado una ola de indignación en toda España que, en el caso de Asturias, se ha traducido en varias concentraciones en las plazas mayores de localidades como Gijón, Oviedo o Cangas de Onís. Cuarenta y cuatro días después de que Olivia y Anna no fueran entregadas por su padre, Tomás Gimeno, a su madre, Beatriz Zimmermann, el caso de la desaparición de las niñas tinerfeñas tomó ayer un giro trágico, que empieza a confirmar la peor de las hipótesis posibles sobre lo que le ocurrió a las niñas. Anoche, fuentes cercanas a la investigación de la Guardia Civil y el Tribunal Superior de Justicia de Canarias (TSJC) negaron que los cuerpos de Anna y de Tomás hubieran sido localizados, pero sí confirmaron que las pequeñas podrían haber sido drogadas por el progenitor, ya que en los registros de la vivienda se encontraron blísters de pastillas encima de una mesa.
Juan Plaza
El tremendo hallazgo a última hora de la tarde de ayer del cadáver de Olivia Gimeno Zimmermann en el fondo marino frente a las costas de Santa Cruz de Tenerife ha desatado una ola de indignación en toda España que, en el caso de Asturias, se ha traducido en varias concentraciones en las plazas mayores de localidades como Gijón, Oviedo o Cangas de Onís. Cuarenta y cuatro días después de que Olivia y Anna no fueran entregadas por su padre, Tomás Gimeno, a su madre, Beatriz Zimmermann, el caso de la desaparición de las niñas tinerfeñas tomó ayer un giro trágico, que empieza a confirmar la peor de las hipótesis posibles sobre lo que le ocurrió a las niñas. Anoche, fuentes cercanas a la investigación de la Guardia Civil y el Tribunal Superior de Justicia de Canarias (TSJC) negaron que los cuerpos de Anna y de Tomás hubieran sido localizados, pero sí confirmaron que las pequeñas podrían haber sido drogadas por el progenitor, ya que en los registros de la vivienda se encontraron blísters de pastillas encima de una mesa.
Juan Plaza
El tremendo hallazgo a última hora de la tarde de ayer del cadáver de Olivia Gimeno Zimmermann en el fondo marino frente a las costas de Santa Cruz de Tenerife ha desatado una ola de indignación en toda España que, en el caso de Asturias, se ha traducido en varias concentraciones en las plazas mayores de localidades como Gijón, Oviedo o Cangas de Onís. Cuarenta y cuatro días después de que Olivia y Anna no fueran entregadas por su padre, Tomás Gimeno, a su madre, Beatriz Zimmermann, el caso de la desaparición de las niñas tinerfeñas tomó ayer un giro trágico, que empieza a confirmar la peor de las hipótesis posibles sobre lo que le ocurrió a las niñas. Anoche, fuentes cercanas a la investigación de la Guardia Civil y el Tribunal Superior de Justicia de Canarias (TSJC) negaron que los cuerpos de Anna y de Tomás hubieran sido localizados, pero sí confirmaron que las pequeñas podrían haber sido drogadas por el progenitor, ya que en los registros de la vivienda se encontraron blísters de pastillas encima de una mesa.
Juan Plaza
El tremendo hallazgo a última hora de la tarde de ayer del cadáver de Olivia Gimeno Zimmermann en el fondo marino frente a las costas de Santa Cruz de Tenerife ha desatado una ola de indignación en toda España que, en el caso de Asturias, se ha traducido en varias concentraciones en las plazas mayores de localidades como Gijón, Oviedo o Cangas de Onís. Cuarenta y cuatro días después de que Olivia y Anna no fueran entregadas por su padre, Tomás Gimeno, a su madre, Beatriz Zimmermann, el caso de la desaparición de las niñas tinerfeñas tomó ayer un giro trágico, que empieza a confirmar la peor de las hipótesis posibles sobre lo que le ocurrió a las niñas. Anoche, fuentes cercanas a la investigación de la Guardia Civil y el Tribunal Superior de Justicia de Canarias (TSJC) negaron que los cuerpos de Anna y de Tomás hubieran sido localizados, pero sí confirmaron que las pequeñas podrían haber sido drogadas por el progenitor, ya que en los registros de la vivienda se encontraron blísters de pastillas encima de una mesa.
Juan Plaza
El tremendo hallazgo a última hora de la tarde de ayer del cadáver de Olivia Gimeno Zimmermann en el fondo marino frente a las costas de Santa Cruz de Tenerife ha desatado una ola de indignación en toda España que, en el caso de Asturias, se ha traducido en varias concentraciones en las plazas mayores de localidades como Gijón, Oviedo o Cangas de Onís. Cuarenta y cuatro días después de que Olivia y Anna no fueran entregadas por su padre, Tomás Gimeno, a su madre, Beatriz Zimmermann, el caso de la desaparición de las niñas tinerfeñas tomó ayer un giro trágico, que empieza a confirmar la peor de las hipótesis posibles sobre lo que le ocurrió a las niñas. Anoche, fuentes cercanas a la investigación de la Guardia Civil y el Tribunal Superior de Justicia de Canarias (TSJC) negaron que los cuerpos de Anna y de Tomás hubieran sido localizados, pero sí confirmaron que las pequeñas podrían haber sido drogadas por el progenitor, ya que en los registros de la vivienda se encontraron blísters de pastillas encima de una mesa.
Juan Plaza
El tremendo hallazgo a última hora de la tarde de ayer del cadáver de Olivia Gimeno Zimmermann en el fondo marino frente a las costas de Santa Cruz de Tenerife ha desatado una ola de indignación en toda España que, en el caso de Asturias, se ha traducido en varias concentraciones en las plazas mayores de localidades como Gijón, Oviedo o Cangas de Onís. Cuarenta y cuatro días después de que Olivia y Anna no fueran entregadas por su padre, Tomás Gimeno, a su madre, Beatriz Zimmermann, el caso de la desaparición de las niñas tinerfeñas tomó ayer un giro trágico, que empieza a confirmar la peor de las hipótesis posibles sobre lo que le ocurrió a las niñas. Anoche, fuentes cercanas a la investigación de la Guardia Civil y el Tribunal Superior de Justicia de Canarias (TSJC) negaron que los cuerpos de Anna y de Tomás hubieran sido localizados, pero sí confirmaron que las pequeñas podrían haber sido drogadas por el progenitor, ya que en los registros de la vivienda se encontraron blísters de pastillas encima de una mesa.
Juan Plaza
El tremendo hallazgo a última hora de la tarde de ayer del cadáver de Olivia Gimeno Zimmermann en el fondo marino frente a las costas de Santa Cruz de Tenerife ha desatado una ola de indignación en toda España que, en el caso de Asturias, se ha traducido en varias concentraciones en las plazas mayores de localidades como Gijón, Oviedo o Cangas de Onís. Cuarenta y cuatro días después de que Olivia y Anna no fueran entregadas por su padre, Tomás Gimeno, a su madre, Beatriz Zimmermann, el caso de la desaparición de las niñas tinerfeñas tomó ayer un giro trágico, que empieza a confirmar la peor de las hipótesis posibles sobre lo que le ocurrió a las niñas. Anoche, fuentes cercanas a la investigación de la Guardia Civil y el Tribunal Superior de Justicia de Canarias (TSJC) negaron que los cuerpos de Anna y de Tomás hubieran sido localizados, pero sí confirmaron que las pequeñas podrían haber sido drogadas por el progenitor, ya que en los registros de la vivienda se encontraron blísters de pastillas encima de una mesa.
Ricardo Solís
El tremendo hallazgo a última hora de la tarde de ayer del cadáver de Olivia Gimeno Zimmermann en el fondo marino frente a las costas de Santa Cruz de Tenerife ha desatado una ola de indignación en toda España que, en el caso de Asturias, se ha traducido en varias concentraciones en las plazas mayores de localidades como Gijón, Oviedo o Cangas de Onís. Cuarenta y cuatro días después de que Olivia y Anna no fueran entregadas por su padre, Tomás Gimeno, a su madre, Beatriz Zimmermann, el caso de la desaparición de las niñas tinerfeñas tomó ayer un giro trágico, que empieza a confirmar la peor de las hipótesis posibles sobre lo que le ocurrió a las niñas. Anoche, fuentes cercanas a la investigación de la Guardia Civil y el Tribunal Superior de Justicia de Canarias (TSJC) negaron que los cuerpos de Anna y de Tomás hubieran sido localizados, pero sí confirmaron que las pequeñas podrían haber sido drogadas por el progenitor, ya que en los registros de la vivienda se encontraron blísters de pastillas encima de una mesa.
Ricardo Solís
El tremendo hallazgo a última hora de la tarde de ayer del cadáver de Olivia Gimeno Zimmermann en el fondo marino frente a las costas de Santa Cruz de Tenerife ha desatado una ola de indignación en toda España que, en el caso de Asturias, se ha traducido en varias concentraciones en las plazas mayores de localidades como Gijón, Oviedo o Cangas de Onís. Cuarenta y cuatro días después de que Olivia y Anna no fueran entregadas por su padre, Tomás Gimeno, a su madre, Beatriz Zimmermann, el caso de la desaparición de las niñas tinerfeñas tomó ayer un giro trágico, que empieza a confirmar la peor de las hipótesis posibles sobre lo que le ocurrió a las niñas. Anoche, fuentes cercanas a la investigación de la Guardia Civil y el Tribunal Superior de Justicia de Canarias (TSJC) negaron que los cuerpos de Anna y de Tomás hubieran sido localizados, pero sí confirmaron que las pequeñas podrían haber sido drogadas por el progenitor, ya que en los registros de la vivienda se encontraron blísters de pastillas encima de una mesa.
Ricardo Solís
El tremendo hallazgo a última hora de la tarde de ayer del cadáver de Olivia Gimeno Zimmermann en el fondo marino frente a las costas de Santa Cruz de Tenerife ha desatado una ola de indignación en toda España que, en el caso de Asturias, se ha traducido en varias concentraciones en las plazas mayores de localidades como Gijón, Oviedo o Cangas de Onís. Cuarenta y cuatro días después de que Olivia y Anna no fueran entregadas por su padre, Tomás Gimeno, a su madre, Beatriz Zimmermann, el caso de la desaparición de las niñas tinerfeñas tomó ayer un giro trágico, que empieza a confirmar la peor de las hipótesis posibles sobre lo que le ocurrió a las niñas. Anoche, fuentes cercanas a la investigación de la Guardia Civil y el Tribunal Superior de Justicia de Canarias (TSJC) negaron que los cuerpos de Anna y de Tomás hubieran sido localizados, pero sí confirmaron que las pequeñas podrían haber sido drogadas por el progenitor, ya que en los registros de la vivienda se encontraron blísters de pastillas encima de una mesa.
Ricardo Solís
El tremendo hallazgo a última hora de la tarde de ayer del cadáver de Olivia Gimeno Zimmermann en el fondo marino frente a las costas de Santa Cruz de Tenerife ha desatado una ola de indignación en toda España que, en el caso de Asturias, se ha traducido en varias concentraciones en las plazas mayores de localidades como Gijón, Oviedo o Cangas de Onís. Cuarenta y cuatro días después de que Olivia y Anna no fueran entregadas por su padre, Tomás Gimeno, a su madre, Beatriz Zimmermann, el caso de la desaparición de las niñas tinerfeñas tomó ayer un giro trágico, que empieza a confirmar la peor de las hipótesis posibles sobre lo que le ocurrió a las niñas. Anoche, fuentes cercanas a la investigación de la Guardia Civil y el Tribunal Superior de Justicia de Canarias (TSJC) negaron que los cuerpos de Anna y de Tomás hubieran sido localizados, pero sí confirmaron que las pequeñas podrían haber sido drogadas por el progenitor, ya que en los registros de la vivienda se encontraron blísters de pastillas encima de una mesa.
Ricardo Solís
El tremendo hallazgo a última hora de la tarde de ayer del cadáver de Olivia Gimeno Zimmermann en el fondo marino frente a las costas de Santa Cruz de Tenerife ha desatado una ola de indignación en toda España que, en el caso de Asturias, se ha traducido en varias concentraciones en las plazas mayores de localidades como Gijón, Oviedo o Cangas de Onís. Cuarenta y cuatro días después de que Olivia y Anna no fueran entregadas por su padre, Tomás Gimeno, a su madre, Beatriz Zimmermann, el caso de la desaparición de las niñas tinerfeñas tomó ayer un giro trágico, que empieza a confirmar la peor de las hipótesis posibles sobre lo que le ocurrió a las niñas. Anoche, fuentes cercanas a la investigación de la Guardia Civil y el Tribunal Superior de Justicia de Canarias (TSJC) negaron que los cuerpos de Anna y de Tomás hubieran sido localizados, pero sí confirmaron que las pequeñas podrían haber sido drogadas por el progenitor, ya que en los registros de la vivienda se encontraron blísters de pastillas encima de una mesa.
Ricardo Solís
El tremendo hallazgo a última hora de la tarde de ayer del cadáver de Olivia Gimeno Zimmermann en el fondo marino frente a las costas de Santa Cruz de Tenerife ha desatado una ola de indignación en toda España que, en el caso de Asturias, se ha traducido en varias concentraciones en las plazas mayores de localidades como Gijón, Oviedo o Cangas de Onís. Cuarenta y cuatro días después de que Olivia y Anna no fueran entregadas por su padre, Tomás Gimeno, a su madre, Beatriz Zimmermann, el caso de la desaparición de las niñas tinerfeñas tomó ayer un giro trágico, que empieza a confirmar la peor de las hipótesis posibles sobre lo que le ocurrió a las niñas. Anoche, fuentes cercanas a la investigación de la Guardia Civil y el Tribunal Superior de Justicia de Canarias (TSJC) negaron que los cuerpos de Anna y de Tomás hubieran sido localizados, pero sí confirmaron que las pequeñas podrían haber sido drogadas por el progenitor, ya que en los registros de la vivienda se encontraron blísters de pastillas encima de una mesa.
Ricardo Solís
El tremendo hallazgo a última hora de la tarde de ayer del cadáver de Olivia Gimeno Zimmermann en el fondo marino frente a las costas de Santa Cruz de Tenerife ha desatado una ola de indignación en toda España que, en el caso de Asturias, se ha traducido en varias concentraciones en las plazas mayores de localidades como Gijón, Oviedo o Cangas de Onís. Cuarenta y cuatro días después de que Olivia y Anna no fueran entregadas por su padre, Tomás Gimeno, a su madre, Beatriz Zimmermann, el caso de la desaparición de las niñas tinerfeñas tomó ayer un giro trágico, que empieza a confirmar la peor de las hipótesis posibles sobre lo que le ocurrió a las niñas. Anoche, fuentes cercanas a la investigación de la Guardia Civil y el Tribunal Superior de Justicia de Canarias (TSJC) negaron que los cuerpos de Anna y de Tomás hubieran sido localizados, pero sí confirmaron que las pequeñas podrían haber sido drogadas por el progenitor, ya que en los registros de la vivienda se encontraron blísters de pastillas encima de una mesa.
Ricardo Solís
El tremendo hallazgo a última hora de la tarde de ayer del cadáver de Olivia Gimeno Zimmermann en el fondo marino frente a las costas de Santa Cruz de Tenerife ha desatado una ola de indignación en toda España que, en el caso de Asturias, se ha traducido en varias concentraciones en las plazas mayores de localidades como Gijón, Oviedo o Cangas de Onís. Cuarenta y cuatro días después de que Olivia y Anna no fueran entregadas por su padre, Tomás Gimeno, a su madre, Beatriz Zimmermann, el caso de la desaparición de las niñas tinerfeñas tomó ayer un giro trágico, que empieza a confirmar la peor de las hipótesis posibles sobre lo que le ocurrió a las niñas. Anoche, fuentes cercanas a la investigación de la Guardia Civil y el Tribunal Superior de Justicia de Canarias (TSJC) negaron que los cuerpos de Anna y de Tomás hubieran sido localizados, pero sí confirmaron que las pequeñas podrían haber sido drogadas por el progenitor, ya que en los registros de la vivienda se encontraron blísters de pastillas encima de una mesa.
Ricardo Solís
El tremendo hallazgo a última hora de la tarde de ayer del cadáver de Olivia Gimeno Zimmermann en el fondo marino frente a las costas de Santa Cruz de Tenerife ha desatado una ola de indignación en toda España que, en el caso de Asturias, se ha traducido en varias concentraciones en las plazas mayores de localidades como Gijón, Oviedo o Cangas de Onís. Cuarenta y cuatro días después de que Olivia y Anna no fueran entregadas por su padre, Tomás Gimeno, a su madre, Beatriz Zimmermann, el caso de la desaparición de las niñas tinerfeñas tomó ayer un giro trágico, que empieza a confirmar la peor de las hipótesis posibles sobre lo que le ocurrió a las niñas. Anoche, fuentes cercanas a la investigación de la Guardia Civil y el Tribunal Superior de Justicia de Canarias (TSJC) negaron que los cuerpos de Anna y de Tomás hubieran sido localizados, pero sí confirmaron que las pequeñas podrían haber sido drogadas por el progenitor, ya que en los registros de la vivienda se encontraron blísters de pastillas encima de una mesa.
Ricardo Solís
El tremendo hallazgo a última hora de la tarde de ayer del cadáver de Olivia Gimeno Zimmermann en el fondo marino frente a las costas de Santa Cruz de Tenerife ha desatado una ola de indignación en toda España que, en el caso de Asturias, se ha traducido en varias concentraciones en las plazas mayores de localidades como Gijón, Oviedo o Cangas de Onís. Cuarenta y cuatro días después de que Olivia y Anna no fueran entregadas por su padre, Tomás Gimeno, a su madre, Beatriz Zimmermann, el caso de la desaparición de las niñas tinerfeñas tomó ayer un giro trágico, que empieza a confirmar la peor de las hipótesis posibles sobre lo que le ocurrió a las niñas. Anoche, fuentes cercanas a la investigación de la Guardia Civil y el Tribunal Superior de Justicia de Canarias (TSJC) negaron que los cuerpos de Anna y de Tomás hubieran sido localizados, pero sí confirmaron que las pequeñas podrían haber sido drogadas por el progenitor, ya que en los registros de la vivienda se encontraron blísters de pastillas encima de una mesa.
Ricardo Solís
El tremendo hallazgo a última hora de la tarde de ayer del cadáver de Olivia Gimeno Zimmermann en el fondo marino frente a las costas de Santa Cruz de Tenerife ha desatado una ola de indignación en toda España que, en el caso de Asturias, se ha traducido en varias concentraciones en las plazas mayores de localidades como Gijón, Oviedo o Cangas de Onís. Cuarenta y cuatro días después de que Olivia y Anna no fueran entregadas por su padre, Tomás Gimeno, a su madre, Beatriz Zimmermann, el caso de la desaparición de las niñas tinerfeñas tomó ayer un giro trágico, que empieza a confirmar la peor de las hipótesis posibles sobre lo que le ocurrió a las niñas. Anoche, fuentes cercanas a la investigación de la Guardia Civil y el Tribunal Superior de Justicia de Canarias (TSJC) negaron que los cuerpos de Anna y de Tomás hubieran sido localizados, pero sí confirmaron que las pequeñas podrían haber sido drogadas por el progenitor, ya que en los registros de la vivienda se encontraron blísters de pastillas encima de una mesa.
Ricardo Solís
El tremendo hallazgo a última hora de la tarde de ayer del cadáver de Olivia Gimeno Zimmermann en el fondo marino frente a las costas de Santa Cruz de Tenerife ha desatado una ola de indignación en toda España que, en el caso de Asturias, se ha traducido en varias concentraciones en las plazas mayores de localidades como Gijón, Oviedo o Cangas de Onís. Cuarenta y cuatro días después de que Olivia y Anna no fueran entregadas por su padre, Tomás Gimeno, a su madre, Beatriz Zimmermann, el caso de la desaparición de las niñas tinerfeñas tomó ayer un giro trágico, que empieza a confirmar la peor de las hipótesis posibles sobre lo que le ocurrió a las niñas. Anoche, fuentes cercanas a la investigación de la Guardia Civil y el Tribunal Superior de Justicia de Canarias (TSJC) negaron que los cuerpos de Anna y de Tomás hubieran sido localizados, pero sí confirmaron que las pequeñas podrían haber sido drogadas por el progenitor, ya que en los registros de la vivienda se encontraron blísters de pastillas encima de una mesa.
Ricardo Solís
El tremendo hallazgo a última hora de la tarde de ayer del cadáver de Olivia Gimeno Zimmermann en el fondo marino frente a las costas de Santa Cruz de Tenerife ha desatado una ola de indignación en toda España que, en el caso de Asturias, se ha traducido en varias concentraciones en las plazas mayores de localidades como Gijón, Oviedo o Cangas de Onís. Cuarenta y cuatro días después de que Olivia y Anna no fueran entregadas por su padre, Tomás Gimeno, a su madre, Beatriz Zimmermann, el caso de la desaparición de las niñas tinerfeñas tomó ayer un giro trágico, que empieza a confirmar la peor de las hipótesis posibles sobre lo que le ocurrió a las niñas. Anoche, fuentes cercanas a la investigación de la Guardia Civil y el Tribunal Superior de Justicia de Canarias (TSJC) negaron que los cuerpos de Anna y de Tomás hubieran sido localizados, pero sí confirmaron que las pequeñas podrían haber sido drogadas por el progenitor, ya que en los registros de la vivienda se encontraron blísters de pastillas encima de una mesa.
Ricardo Solís
El tremendo hallazgo a última hora de la tarde de ayer del cadáver de Olivia Gimeno Zimmermann en el fondo marino frente a las costas de Santa Cruz de Tenerife ha desatado una ola de indignación en toda España que, en el caso de Asturias, se ha traducido en varias concentraciones en las plazas mayores de localidades como Gijón, Oviedo o Cangas de Onís. Cuarenta y cuatro días después de que Olivia y Anna no fueran entregadas por su padre, Tomás Gimeno, a su madre, Beatriz Zimmermann, el caso de la desaparición de las niñas tinerfeñas tomó ayer un giro trágico, que empieza a confirmar la peor de las hipótesis posibles sobre lo que le ocurrió a las niñas. Anoche, fuentes cercanas a la investigación de la Guardia Civil y el Tribunal Superior de Justicia de Canarias (TSJC) negaron que los cuerpos de Anna y de Tomás hubieran sido localizados, pero sí confirmaron que las pequeñas podrían haber sido drogadas por el progenitor, ya que en los registros de la vivienda se encontraron blísters de pastillas encima de una mesa.
Ricardo Solís
El tremendo hallazgo a última hora de la tarde de ayer del cadáver de Olivia Gimeno Zimmermann en el fondo marino frente a las costas de Santa Cruz de Tenerife ha desatado una ola de indignación en toda España que, en el caso de Asturias, se ha traducido en varias concentraciones en las plazas mayores de localidades como Gijón, Oviedo o Cangas de Onís. Cuarenta y cuatro días después de que Olivia y Anna no fueran entregadas por su padre, Tomás Gimeno, a su madre, Beatriz Zimmermann, el caso de la desaparición de las niñas tinerfeñas tomó ayer un giro trágico, que empieza a confirmar la peor de las hipótesis posibles sobre lo que le ocurrió a las niñas. Anoche, fuentes cercanas a la investigación de la Guardia Civil y el Tribunal Superior de Justicia de Canarias (TSJC) negaron que los cuerpos de Anna y de Tomás hubieran sido localizados, pero sí confirmaron que las pequeñas podrían haber sido drogadas por el progenitor, ya que en los registros de la vivienda se encontraron blísters de pastillas encima de una mesa.
Ricardo Solís
El tremendo hallazgo a última hora de la tarde de ayer del cadáver de Olivia Gimeno Zimmermann en el fondo marino frente a las costas de Santa Cruz de Tenerife ha desatado una ola de indignación en toda España que, en el caso de Asturias, se ha traducido en varias concentraciones en las plazas mayores de localidades como Gijón, Oviedo o Cangas de Onís. Cuarenta y cuatro días después de que Olivia y Anna no fueran entregadas por su padre, Tomás Gimeno, a su madre, Beatriz Zimmermann, el caso de la desaparición de las niñas tinerfeñas tomó ayer un giro trágico, que empieza a confirmar la peor de las hipótesis posibles sobre lo que le ocurrió a las niñas. Anoche, fuentes cercanas a la investigación de la Guardia Civil y el Tribunal Superior de Justicia de Canarias (TSJC) negaron que los cuerpos de Anna y de Tomás hubieran sido localizados, pero sí confirmaron que las pequeñas podrían haber sido drogadas por el progenitor, ya que en los registros de la vivienda se encontraron blísters de pastillas encima de una mesa.
Ricardo Solís
El tremendo hallazgo a última hora de la tarde de ayer del cadáver de Olivia Gimeno Zimmermann en el fondo marino frente a las costas de Santa Cruz de Tenerife ha desatado una ola de indignación en toda España que, en el caso de Asturias, se ha traducido en varias concentraciones en las plazas mayores de localidades como Gijón, Oviedo o Cangas de Onís. Cuarenta y cuatro días después de que Olivia y Anna no fueran entregadas por su padre, Tomás Gimeno, a su madre, Beatriz Zimmermann, el caso de la desaparición de las niñas tinerfeñas tomó ayer un giro trágico, que empieza a confirmar la peor de las hipótesis posibles sobre lo que le ocurrió a las niñas. Anoche, fuentes cercanas a la investigación de la Guardia Civil y el Tribunal Superior de Justicia de Canarias (TSJC) negaron que los cuerpos de Anna y de Tomás hubieran sido localizados, pero sí confirmaron que las pequeñas podrían haber sido drogadas por el progenitor, ya que en los registros de la vivienda se encontraron blísters de pastillas encima de una mesa.
Ricardo Solís
El tremendo hallazgo a última hora de la tarde de ayer del cadáver de Olivia Gimeno Zimmermann en el fondo marino frente a las costas de Santa Cruz de Tenerife ha desatado una ola de indignación en toda España que, en el caso de Asturias, se ha traducido en varias concentraciones en las plazas mayores de localidades como Gijón, Oviedo o Cangas de Onís. Cuarenta y cuatro días después de que Olivia y Anna no fueran entregadas por su padre, Tomás Gimeno, a su madre, Beatriz Zimmermann, el caso de la desaparición de las niñas tinerfeñas tomó ayer un giro trágico, que empieza a confirmar la peor de las hipótesis posibles sobre lo que le ocurrió a las niñas. Anoche, fuentes cercanas a la investigación de la Guardia Civil y el Tribunal Superior de Justicia de Canarias (TSJC) negaron que los cuerpos de Anna y de Tomás hubieran sido localizados, pero sí confirmaron que las pequeñas podrían haber sido drogadas por el progenitor, ya que en los registros de la vivienda se encontraron blísters de pastillas encima de una mesa.
Ricardo Solís
El tremendo hallazgo a última hora de la tarde de ayer del cadáver de Olivia Gimeno Zimmermann en el fondo marino frente a las costas de Santa Cruz de Tenerife ha desatado una ola de indignación en toda España que, en el caso de Asturias, se ha traducido en varias concentraciones en las plazas mayores de localidades como Gijón, Oviedo o Cangas de Onís. Cuarenta y cuatro días después de que Olivia y Anna no fueran entregadas por su padre, Tomás Gimeno, a su madre, Beatriz Zimmermann, el caso de la desaparición de las niñas tinerfeñas tomó ayer un giro trágico, que empieza a confirmar la peor de las hipótesis posibles sobre lo que le ocurrió a las niñas. Anoche, fuentes cercanas a la investigación de la Guardia Civil y el Tribunal Superior de Justicia de Canarias (TSJC) negaron que los cuerpos de Anna y de Tomás hubieran sido localizados, pero sí confirmaron que las pequeñas podrían haber sido drogadas por el progenitor, ya que en los registros de la vivienda se encontraron blísters de pastillas encima de una mesa.
Ricardo Solís
El tremendo hallazgo a última hora de la tarde de ayer del cadáver de Olivia Gimeno Zimmermann en el fondo marino frente a las costas de Santa Cruz de Tenerife ha desatado una ola de indignación en toda España que, en el caso de Asturias, se ha traducido en varias concentraciones en las plazas mayores de localidades como Gijón, Oviedo o Cangas de Onís. Cuarenta y cuatro días después de que Olivia y Anna no fueran entregadas por su padre, Tomás Gimeno, a su madre, Beatriz Zimmermann, el caso de la desaparición de las niñas tinerfeñas tomó ayer un giro trágico, que empieza a confirmar la peor de las hipótesis posibles sobre lo que le ocurrió a las niñas. Anoche, fuentes cercanas a la investigación de la Guardia Civil y el Tribunal Superior de Justicia de Canarias (TSJC) negaron que los cuerpos de Anna y de Tomás hubieran sido localizados, pero sí confirmaron que las pequeñas podrían haber sido drogadas por el progenitor, ya que en los registros de la vivienda se encontraron blísters de pastillas encima de una mesa.
Ricardo Solís
El tremendo hallazgo a última hora de la tarde de ayer del cadáver de Olivia Gimeno Zimmermann en el fondo marino frente a las costas de Santa Cruz de Tenerife ha desatado una ola de indignación en toda España que, en el caso de Asturias, se ha traducido en varias concentraciones en las plazas mayores de localidades como Gijón, Oviedo o Cangas de Onís. Cuarenta y cuatro días después de que Olivia y Anna no fueran entregadas por su padre, Tomás Gimeno, a su madre, Beatriz Zimmermann, el caso de la desaparición de las niñas tinerfeñas tomó ayer un giro trágico, que empieza a confirmar la peor de las hipótesis posibles sobre lo que le ocurrió a las niñas. Anoche, fuentes cercanas a la investigación de la Guardia Civil y el Tribunal Superior de Justicia de Canarias (TSJC) negaron que los cuerpos de Anna y de Tomás hubieran sido localizados, pero sí confirmaron que las pequeñas podrían haber sido drogadas por el progenitor, ya que en los registros de la vivienda se encontraron blísters de pastillas encima de una mesa.
Irma Collín
El tremendo hallazgo a última hora de la tarde de ayer del cadáver de Olivia Gimeno Zimmermann en el fondo marino frente a las costas de Santa Cruz de Tenerife ha desatado una ola de indignación en toda España que, en el caso de Asturias, se ha traducido en varias concentraciones en las plazas mayores de localidades como Gijón, Oviedo o Cangas de Onís. Cuarenta y cuatro días después de que Olivia y Anna no fueran entregadas por su padre, Tomás Gimeno, a su madre, Beatriz Zimmermann, el caso de la desaparición de las niñas tinerfeñas tomó ayer un giro trágico, que empieza a confirmar la peor de las hipótesis posibles sobre lo que le ocurrió a las niñas. Anoche, fuentes cercanas a la investigación de la Guardia Civil y el Tribunal Superior de Justicia de Canarias (TSJC) negaron que los cuerpos de Anna y de Tomás hubieran sido localizados, pero sí confirmaron que las pequeñas podrían haber sido drogadas por el progenitor, ya que en los registros de la vivienda se encontraron blísters de pastillas encima de una mesa.
Irma Collín
El tremendo hallazgo a última hora de la tarde de ayer del cadáver de Olivia Gimeno Zimmermann en el fondo marino frente a las costas de Santa Cruz de Tenerife ha desatado una ola de indignación en toda España que, en el caso de Asturias, se ha traducido en varias concentraciones en las plazas mayores de localidades como Gijón, Oviedo o Cangas de Onís. Cuarenta y cuatro días después de que Olivia y Anna no fueran entregadas por su padre, Tomás Gimeno, a su madre, Beatriz Zimmermann, el caso de la desaparición de las niñas tinerfeñas tomó ayer un giro trágico, que empieza a confirmar la peor de las hipótesis posibles sobre lo que le ocurrió a las niñas. Anoche, fuentes cercanas a la investigación de la Guardia Civil y el Tribunal Superior de Justicia de Canarias (TSJC) negaron que los cuerpos de Anna y de Tomás hubieran sido localizados, pero sí confirmaron que las pequeñas podrían haber sido drogadas por el progenitor, ya que en los registros de la vivienda se encontraron blísters de pastillas encima de una mesa.
Irma Collín
El tremendo hallazgo a última hora de la tarde de ayer del cadáver de Olivia Gimeno Zimmermann en el fondo marino frente a las costas de Santa Cruz de Tenerife ha desatado una ola de indignación en toda España que, en el caso de Asturias, se ha traducido en varias concentraciones en las plazas mayores de localidades como Gijón, Oviedo o Cangas de Onís. Cuarenta y cuatro días después de que Olivia y Anna no fueran entregadas por su padre, Tomás Gimeno, a su madre, Beatriz Zimmermann, el caso de la desaparición de las niñas tinerfeñas tomó ayer un giro trágico, que empieza a confirmar la peor de las hipótesis posibles sobre lo que le ocurrió a las niñas. Anoche, fuentes cercanas a la investigación de la Guardia Civil y el Tribunal Superior de Justicia de Canarias (TSJC) negaron que los cuerpos de Anna y de Tomás hubieran sido localizados, pero sí confirmaron que las pequeñas podrían haber sido drogadas por el progenitor, ya que en los registros de la vivienda se encontraron blísters de pastillas encima de una mesa.
Irma Collín
El tremendo hallazgo a última hora de la tarde de ayer del cadáver de Olivia Gimeno Zimmermann en el fondo marino frente a las costas de Santa Cruz de Tenerife ha desatado una ola de indignación en toda España que, en el caso de Asturias, se ha traducido en varias concentraciones en las plazas mayores de localidades como Gijón, Oviedo o Cangas de Onís. Cuarenta y cuatro días después de que Olivia y Anna no fueran entregadas por su padre, Tomás Gimeno, a su madre, Beatriz Zimmermann, el caso de la desaparición de las niñas tinerfeñas tomó ayer un giro trágico, que empieza a confirmar la peor de las hipótesis posibles sobre lo que le ocurrió a las niñas. Anoche, fuentes cercanas a la investigación de la Guardia Civil y el Tribunal Superior de Justicia de Canarias (TSJC) negaron que los cuerpos de Anna y de Tomás hubieran sido localizados, pero sí confirmaron que las pequeñas podrían haber sido drogadas por el progenitor, ya que en los registros de la vivienda se encontraron blísters de pastillas encima de una mesa.
Irma Collín
El tremendo hallazgo a última hora de la tarde de ayer del cadáver de Olivia Gimeno Zimmermann en el fondo marino frente a las costas de Santa Cruz de Tenerife ha desatado una ola de indignación en toda España que, en el caso de Asturias, se ha traducido en varias concentraciones en las plazas mayores de localidades como Gijón, Oviedo o Cangas de Onís. Cuarenta y cuatro días después de que Olivia y Anna no fueran entregadas por su padre, Tomás Gimeno, a su madre, Beatriz Zimmermann, el caso de la desaparición de las niñas tinerfeñas tomó ayer un giro trágico, que empieza a confirmar la peor de las hipótesis posibles sobre lo que le ocurrió a las niñas. Anoche, fuentes cercanas a la investigación de la Guardia Civil y el Tribunal Superior de Justicia de Canarias (TSJC) negaron que los cuerpos de Anna y de Tomás hubieran sido localizados, pero sí confirmaron que las pequeñas podrían haber sido drogadas por el progenitor, ya que en los registros de la vivienda se encontraron blísters de pastillas encima de una mesa.
Irma Collín
El tremendo hallazgo a última hora de la tarde de ayer del cadáver de Olivia Gimeno Zimmermann en el fondo marino frente a las costas de Santa Cruz de Tenerife ha desatado una ola de indignación en toda España que, en el caso de Asturias, se ha traducido en varias concentraciones en las plazas mayores de localidades como Gijón, Oviedo o Cangas de Onís. Cuarenta y cuatro días después de que Olivia y Anna no fueran entregadas por su padre, Tomás Gimeno, a su madre, Beatriz Zimmermann, el caso de la desaparición de las niñas tinerfeñas tomó ayer un giro trágico, que empieza a confirmar la peor de las hipótesis posibles sobre lo que le ocurrió a las niñas. Anoche, fuentes cercanas a la investigación de la Guardia Civil y el Tribunal Superior de Justicia de Canarias (TSJC) negaron que los cuerpos de Anna y de Tomás hubieran sido localizados, pero sí confirmaron que las pequeñas podrían haber sido drogadas por el progenitor, ya que en los registros de la vivienda se encontraron blísters de pastillas encima de una mesa.
Irma Collín
El tremendo hallazgo a última hora de la tarde de ayer del cadáver de Olivia Gimeno Zimmermann en el fondo marino frente a las costas de Santa Cruz de Tenerife ha desatado una ola de indignación en toda España que, en el caso de Asturias, se ha traducido en varias concentraciones en las plazas mayores de localidades como Gijón, Oviedo o Cangas de Onís. Cuarenta y cuatro días después de que Olivia y Anna no fueran entregadas por su padre, Tomás Gimeno, a su madre, Beatriz Zimmermann, el caso de la desaparición de las niñas tinerfeñas tomó ayer un giro trágico, que empieza a confirmar la peor de las hipótesis posibles sobre lo que le ocurrió a las niñas. Anoche, fuentes cercanas a la investigación de la Guardia Civil y el Tribunal Superior de Justicia de Canarias (TSJC) negaron que los cuerpos de Anna y de Tomás hubieran sido localizados, pero sí confirmaron que las pequeñas podrían haber sido drogadas por el progenitor, ya que en los registros de la vivienda se encontraron blísters de pastillas encima de una mesa.
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