Eusebio Sánchez, un histórico del sector hostelero en Asturias, no pudo este domingo hacer otra cosa que dejar su domicilio y acercarse hasta Oviedo. Motivos para quedarse en casa no le faltaban: tiene 94 años -una edad problemática en plena pandemia del coronavirus- y la meteorología no es nada agradable para andar por la calle. Pero este veterano hostelero, fundador del conocido Llagar de Titi, en Siero, no podía dejar de mostrar su apoyo al oficio que le dio de comer durante gran parte de su vida y que ahora atraviesa un momento difícil debido al cierre impuesto por el gobierno regional desde el pasado 3 de noviembre como medida para contener los contagios por covid.

Titi Sánchez, este sábado por la noche, delante de la Junta. Julián Rus

Además, Eusebio Sánchez tenía otro motivo importante para escaparse a Oviedo: su hijo Titi, quien ha heredado el oficio, lleva desde el pasado 28 de noviembre "plantado" delante del Parlamento regional en señal del protesta por el cierre decretado. Titi Sánchez pasa doce horas diarias (lo que le ocuparía su jornada de poder trabajar en su negocio sierense) metido en una caja de madera adornada con mensajes reivindicativos en defensa del sector: reclama poder reabrir bares y restaurantes y, si no, que la administración pública habilite ayudas para evitar la ruina de miles de profesionales y sus familias.

Da igual que llueva, vente o las temperaturas caigan en picado, que el hostelero cumple con el horario fijado para su reivindicación. Recibe muchas visitas de compañeros y de viandantes que acuden a solidarizarse e incluso le llevan comida, café... Pero la visita de esta mañana ha sido especial para Titi. Padre e hijo echaron un par de horas juntos junto a la caja, instalada frente a una de las verjas de la Junta General, donde se habría conmemorado el Día de la Constitución Española de no haberse tenido que suspender los actos por la pandemia. En vez de puertas abiertas para conmemorar los 42 años de la Carta Magna, hasta el próximo martes el parlamento está cerrado a cal y canto por el puente festivo.

Pero eso no disuadió a Eusebio, que cumplió con Titi contra viento y marea.