La tasa de abandono escolar temprano se situó en 2020 en el 16%, la cifra más baja contabilizada en España, según los últimos datos de la Encuesta de Población Activa (EPA). Esta tasa mide a los jóvenes que abandonaron los estudios entre los 18 y los 24 años y que solo obtuvieron, como mucho, el título de la ESO. En 2019, se situó en el 17,3%, lo que supone una bajada de 1,24 puntos.

A pesar de la mejora experimentada en relación a hace una década –en 2011, el porcentaje se elevaba al 26,32%–, España sigue a la cola de Europa, cuya tasa media es del 10%, y por debajo del objetivo europeo fijado para 2020, que supone reducir la cifra de abandono a un 15%. Profundizando en los datos arrojados por la encuentra, alrededor de 530.000 personas, 343.000 hombres y 186.500 mujeres, había durante el pasado 2020. Las alumnas españolas están más cerca del listón que reclama la UE, con un abandono del 11,6% frente al 20,2% de los chicos, lo que supone un 74% más. Por comunidades autónomas, los porcentajes de abandono más bajos se registran en el País Vasco (6,5%), Asturias (8,9%), Cantabria (9,1%) y Madrid (10%). Por contra, los más altos son los de Ceuta (25,5%), Melilla (22,8%), Andalucía (21,8%) e Islas Baleares (21,3%).

Castilla y León, la Comunidad Valenciana, Cataluña, Canarias, Extremadura, Murcia y Castilla-La Mancha obtienen tasas entre el 15% y el 20%. El análisis muestra además que el 44,8% de la población entre 30 y 34 años alcanzó el nivel de educación superior (FP de grado superior o estudios universitarios), superando en casi cinco puntos a la media europea (40,3%). Las mujeres, con una tasa del 50,9%, superan a los hombres (38,7%) en más de 12 puntos. El indicador de formación permanente sigue mejorando. En 2020, el 11% de la población de 25-64 años siguió algún tipo de formación en las cuatro últimas semanas, 0,4 puntos más que el año anterior. Destacar que las mujeres presentan un porcentaje más alto de participación (12%) que los hombres (9,9%).