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Ana. M. Serrano
Ver galería >Cudillero brilla en la antesala del día grande de las fiestas de San Pedro. Lo hizo sin mascarillas "y con más ganas que nunca", como explicaba ayer la pixueta Ana García. Hacía dos años que, por el covid, ni el vecindario ni los turistas vivían una jornada "tan especial" por ser este encuentro más familiar y un recordatorio de lo que muchos mayores vivieron de niños. "Vienes al mediodía a ver qué pasa y recuerdas tu niñez, es muy emotivo y después de dos años sin fiestas teníamos muchas ganas", contó María Álvarez.
Ana M. Serrano
Cudillero brilla en la antesala del día grande de las fiestas de San Pedro. Lo hizo sin mascarillas "y con más ganas que nunca", como explicaba ayer la pixueta Ana García. Hacía dos años que, por el covid, ni el vecindario ni los turistas vivían una jornada "tan especial" por ser este encuentro más familiar y un recordatorio de lo que muchos mayores vivieron de niños. "Vienes al mediodía a ver qué pasa y recuerdas tu niñez, es muy emotivo y después de dos años sin fiestas teníamos muchas ganas", contó María Álvarez.
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Cudillero brilla en la antesala del día grande de las fiestas de San Pedro. Lo hizo sin mascarillas "y con más ganas que nunca", como explicaba ayer la pixueta Ana García. Hacía dos años que, por el covid, ni el vecindario ni los turistas vivían una jornada "tan especial" por ser este encuentro más familiar y un recordatorio de lo que muchos mayores vivieron de niños. "Vienes al mediodía a ver qué pasa y recuerdas tu niñez, es muy emotivo y después de dos años sin fiestas teníamos muchas ganas", contó María Álvarez.
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Cudillero brilla en la antesala del día grande de las fiestas de San Pedro. Lo hizo sin mascarillas "y con más ganas que nunca", como explicaba ayer la pixueta Ana García. Hacía dos años que, por el covid, ni el vecindario ni los turistas vivían una jornada "tan especial" por ser este encuentro más familiar y un recordatorio de lo que muchos mayores vivieron de niños. "Vienes al mediodía a ver qué pasa y recuerdas tu niñez, es muy emotivo y después de dos años sin fiestas teníamos muchas ganas", contó María Álvarez.
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Cudillero brilla en la antesala del día grande de las fiestas de San Pedro. Lo hizo sin mascarillas "y con más ganas que nunca", como explicaba ayer la pixueta Ana García. Hacía dos años que, por el covid, ni el vecindario ni los turistas vivían una jornada "tan especial" por ser este encuentro más familiar y un recordatorio de lo que muchos mayores vivieron de niños. "Vienes al mediodía a ver qué pasa y recuerdas tu niñez, es muy emotivo y después de dos años sin fiestas teníamos muchas ganas", contó María Álvarez.
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Cudillero brilla en la antesala del día grande de las fiestas de San Pedro. Lo hizo sin mascarillas "y con más ganas que nunca", como explicaba ayer la pixueta Ana García. Hacía dos años que, por el covid, ni el vecindario ni los turistas vivían una jornada "tan especial" por ser este encuentro más familiar y un recordatorio de lo que muchos mayores vivieron de niños. "Vienes al mediodía a ver qué pasa y recuerdas tu niñez, es muy emotivo y después de dos años sin fiestas teníamos muchas ganas", contó María Álvarez.
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Cudillero brilla en la antesala del día grande de las fiestas de San Pedro. Lo hizo sin mascarillas "y con más ganas que nunca", como explicaba ayer la pixueta Ana García. Hacía dos años que, por el covid, ni el vecindario ni los turistas vivían una jornada "tan especial" por ser este encuentro más familiar y un recordatorio de lo que muchos mayores vivieron de niños. "Vienes al mediodía a ver qué pasa y recuerdas tu niñez, es muy emotivo y después de dos años sin fiestas teníamos muchas ganas", contó María Álvarez.
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Cudillero brilla en la antesala del día grande de las fiestas de San Pedro. Lo hizo sin mascarillas "y con más ganas que nunca", como explicaba ayer la pixueta Ana García. Hacía dos años que, por el covid, ni el vecindario ni los turistas vivían una jornada "tan especial" por ser este encuentro más familiar y un recordatorio de lo que muchos mayores vivieron de niños. "Vienes al mediodía a ver qué pasa y recuerdas tu niñez, es muy emotivo y después de dos años sin fiestas teníamos muchas ganas", contó María Álvarez.
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Cudillero brilla en la antesala del día grande de las fiestas de San Pedro. Lo hizo sin mascarillas "y con más ganas que nunca", como explicaba ayer la pixueta Ana García. Hacía dos años que, por el covid, ni el vecindario ni los turistas vivían una jornada "tan especial" por ser este encuentro más familiar y un recordatorio de lo que muchos mayores vivieron de niños. "Vienes al mediodía a ver qué pasa y recuerdas tu niñez, es muy emotivo y después de dos años sin fiestas teníamos muchas ganas", contó María Álvarez.
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Cudillero brilla en la antesala del día grande de las fiestas de San Pedro. Lo hizo sin mascarillas "y con más ganas que nunca", como explicaba ayer la pixueta Ana García. Hacía dos años que, por el covid, ni el vecindario ni los turistas vivían una jornada "tan especial" por ser este encuentro más familiar y un recordatorio de lo que muchos mayores vivieron de niños. "Vienes al mediodía a ver qué pasa y recuerdas tu niñez, es muy emotivo y después de dos años sin fiestas teníamos muchas ganas", contó María Álvarez.
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Cudillero brilla en la antesala del día grande de las fiestas de San Pedro. Lo hizo sin mascarillas "y con más ganas que nunca", como explicaba ayer la pixueta Ana García. Hacía dos años que, por el covid, ni el vecindario ni los turistas vivían una jornada "tan especial" por ser este encuentro más familiar y un recordatorio de lo que muchos mayores vivieron de niños. "Vienes al mediodía a ver qué pasa y recuerdas tu niñez, es muy emotivo y después de dos años sin fiestas teníamos muchas ganas", contó María Álvarez.
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Cudillero brilla en la antesala del día grande de las fiestas de San Pedro. Lo hizo sin mascarillas "y con más ganas que nunca", como explicaba ayer la pixueta Ana García. Hacía dos años que, por el covid, ni el vecindario ni los turistas vivían una jornada "tan especial" por ser este encuentro más familiar y un recordatorio de lo que muchos mayores vivieron de niños. "Vienes al mediodía a ver qué pasa y recuerdas tu niñez, es muy emotivo y después de dos años sin fiestas teníamos muchas ganas", contó María Álvarez.
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Cudillero brilla en la antesala del día grande de las fiestas de San Pedro. Lo hizo sin mascarillas "y con más ganas que nunca", como explicaba ayer la pixueta Ana García. Hacía dos años que, por el covid, ni el vecindario ni los turistas vivían una jornada "tan especial" por ser este encuentro más familiar y un recordatorio de lo que muchos mayores vivieron de niños. "Vienes al mediodía a ver qué pasa y recuerdas tu niñez, es muy emotivo y después de dos años sin fiestas teníamos muchas ganas", contó María Álvarez.
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Cudillero brilla en la antesala del día grande de las fiestas de San Pedro. Lo hizo sin mascarillas "y con más ganas que nunca", como explicaba ayer la pixueta Ana García. Hacía dos años que, por el covid, ni el vecindario ni los turistas vivían una jornada "tan especial" por ser este encuentro más familiar y un recordatorio de lo que muchos mayores vivieron de niños. "Vienes al mediodía a ver qué pasa y recuerdas tu niñez, es muy emotivo y después de dos años sin fiestas teníamos muchas ganas", contó María Álvarez.
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Cudillero brilla en la antesala del día grande de las fiestas de San Pedro. Lo hizo sin mascarillas "y con más ganas que nunca", como explicaba ayer la pixueta Ana García. Hacía dos años que, por el covid, ni el vecindario ni los turistas vivían una jornada "tan especial" por ser este encuentro más familiar y un recordatorio de lo que muchos mayores vivieron de niños. "Vienes al mediodía a ver qué pasa y recuerdas tu niñez, es muy emotivo y después de dos años sin fiestas teníamos muchas ganas", contó María Álvarez.
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Cudillero brilla en la antesala del día grande de las fiestas de San Pedro. Lo hizo sin mascarillas "y con más ganas que nunca", como explicaba ayer la pixueta Ana García. Hacía dos años que, por el covid, ni el vecindario ni los turistas vivían una jornada "tan especial" por ser este encuentro más familiar y un recordatorio de lo que muchos mayores vivieron de niños. "Vienes al mediodía a ver qué pasa y recuerdas tu niñez, es muy emotivo y después de dos años sin fiestas teníamos muchas ganas", contó María Álvarez.
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Cudillero brilla en la antesala del día grande de las fiestas de San Pedro. Lo hizo sin mascarillas "y con más ganas que nunca", como explicaba ayer la pixueta Ana García. Hacía dos años que, por el covid, ni el vecindario ni los turistas vivían una jornada "tan especial" por ser este encuentro más familiar y un recordatorio de lo que muchos mayores vivieron de niños. "Vienes al mediodía a ver qué pasa y recuerdas tu niñez, es muy emotivo y después de dos años sin fiestas teníamos muchas ganas", contó María Álvarez.
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Cudillero brilla en la antesala del día grande de las fiestas de San Pedro. Lo hizo sin mascarillas "y con más ganas que nunca", como explicaba ayer la pixueta Ana García. Hacía dos años que, por el covid, ni el vecindario ni los turistas vivían una jornada "tan especial" por ser este encuentro más familiar y un recordatorio de lo que muchos mayores vivieron de niños. "Vienes al mediodía a ver qué pasa y recuerdas tu niñez, es muy emotivo y después de dos años sin fiestas teníamos muchas ganas", contó María Álvarez.
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Cudillero brilla en la antesala del día grande de las fiestas de San Pedro. Lo hizo sin mascarillas "y con más ganas que nunca", como explicaba ayer la pixueta Ana García. Hacía dos años que, por el covid, ni el vecindario ni los turistas vivían una jornada "tan especial" por ser este encuentro más familiar y un recordatorio de lo que muchos mayores vivieron de niños. "Vienes al mediodía a ver qué pasa y recuerdas tu niñez, es muy emotivo y después de dos años sin fiestas teníamos muchas ganas", contó María Álvarez.
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Cudillero brilla en la antesala del día grande de las fiestas de San Pedro. Lo hizo sin mascarillas "y con más ganas que nunca", como explicaba ayer la pixueta Ana García. Hacía dos años que, por el covid, ni el vecindario ni los turistas vivían una jornada "tan especial" por ser este encuentro más familiar y un recordatorio de lo que muchos mayores vivieron de niños. "Vienes al mediodía a ver qué pasa y recuerdas tu niñez, es muy emotivo y después de dos años sin fiestas teníamos muchas ganas", contó María Álvarez.
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Cudillero brilla en la antesala del día grande de las fiestas de San Pedro. Lo hizo sin mascarillas "y con más ganas que nunca", como explicaba ayer la pixueta Ana García. Hacía dos años que, por el covid, ni el vecindario ni los turistas vivían una jornada "tan especial" por ser este encuentro más familiar y un recordatorio de lo que muchos mayores vivieron de niños. "Vienes al mediodía a ver qué pasa y recuerdas tu niñez, es muy emotivo y después de dos años sin fiestas teníamos muchas ganas", contó María Álvarez.
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