La comida en la calle no fue en los balcones, pero el ambiente de camaradería y las multitudes de otras ediciones tornaron este año por una celebración más recogida, al aire libre, pero cumpliendo con las restricciones sanitarias que hicieron de la popular fiesta avilesina un festejo descafeinado respecto a otras ediciones. "Fue como un domingo normal de vermú", decían algunos. La vigilancia policial fue intensa en espacios habituales de la celebración otros años.
Ambiente en la plaza de Hermanos Orbón de Avilés durante la jornada de mercado del lunes
Ricardo Solís
La comida en la calle no fue en los balcones, pero el ambiente de camaradería y las multitudes de otras ediciones tornaron este año por una celebración más recogida, al aire libre, pero cumpliendo con las restricciones sanitarias que hicieron de la popular fiesta avilesina un festejo descafeinado respecto a otras ediciones. "Fue como un domingo normal de vermú", decían algunos. La vigilancia policial fue intensa en espacios habituales de la celebración otros años.
Ambiente en la calle Galiana durante la jornada de la comida en la calle de Avilés
Ricardo Solís
La comida en la calle no fue en los balcones, pero el ambiente de camaradería y las multitudes de otras ediciones tornaron este año por una celebración más recogida, al aire libre, pero cumpliendo con las restricciones sanitarias que hicieron de la popular fiesta avilesina un festejo descafeinado respecto a otras ediciones. "Fue como un domingo normal de vermú", decían algunos. La vigilancia policial fue intensa en espacios habituales de la celebración otros años.
Una familia durante la comida en la calle de Avilés este 2021
Ricardo Solís
La comida en la calle no fue en los balcones, pero el ambiente de camaradería y las multitudes de otras ediciones tornaron este año por una celebración más recogida, al aire libre, pero cumpliendo con las restricciones sanitarias que hicieron de la popular fiesta avilesina un festejo descafeinado respecto a otras ediciones. "Fue como un domingo normal de vermú", decían algunos. La vigilancia policial fue intensa en espacios habituales de la celebración otros años.
Un grupo celebra en ambiente reducido la comida en la calle de Avilés
Ricardo Solís
La comida en la calle no fue en los balcones, pero el ambiente de camaradería y las multitudes de otras ediciones tornaron este año por una celebración más recogida, al aire libre, pero cumpliendo con las restricciones sanitarias que hicieron de la popular fiesta avilesina un festejo descafeinado respecto a otras ediciones. "Fue como un domingo normal de vermú", decían algunos. La vigilancia policial fue intensa en espacios habituales de la celebración otros años.
La plaza del Carbayo, al mediodía de este lunes.
Ricardo Solís
La comida en la calle no fue en los balcones, pero el ambiente de camaradería y las multitudes de otras ediciones tornaron este año por una celebración más recogida, al aire libre, pero cumpliendo con las restricciones sanitarias que hicieron de la popular fiesta avilesina un festejo descafeinado respecto a otras ediciones. "Fue como un domingo normal de vermú", decían algunos. La vigilancia policial fue intensa en espacios habituales de la celebración otros años.
Ambiente durante la comida en la calle de Avilés de 2021
Ricardo Solís
La comida en la calle no fue en los balcones, pero el ambiente de camaradería y las multitudes de otras ediciones tornaron este año por una celebración más recogida, al aire libre, pero cumpliendo con las restricciones sanitarias que hicieron de la popular fiesta avilesina un festejo descafeinado respecto a otras ediciones. "Fue como un domingo normal de vermú", decían algunos. La vigilancia policial fue intensa en espacios habituales de la celebración otros años.
El barquillero Guillermo Pelayo animó la jornada festiva en la calle.
Ricardo Solís
La comida en la calle no fue en los balcones, pero el ambiente de camaradería y las multitudes de otras ediciones tornaron este año por una celebración más recogida, al aire libre, pero cumpliendo con las restricciones sanitarias que hicieron de la popular fiesta avilesina un festejo descafeinado respecto a otras ediciones. "Fue como un domingo normal de vermú", decían algunos. La vigilancia policial fue intensa en espacios habituales de la celebración otros años.
Vigilancia policial en el parque Ferrera durante la jornada de la comida en la calle de Avilés
Ricardo Solís
La comida en la calle no fue en los balcones, pero el ambiente de camaradería y las multitudes de otras ediciones tornaron este año por una celebración más recogida, al aire libre, pero cumpliendo con las restricciones sanitarias que hicieron de la popular fiesta avilesina un festejo descafeinado respecto a otras ediciones. "Fue como un domingo normal de vermú", decían algunos. La vigilancia policial fue intensa en espacios habituales de la celebración otros años.
Ambiente en la celebración de la comida en la calle Avilés, con distancia y grupos reducidos
Ricardo Solís
La comida en la calle no fue en los balcones, pero el ambiente de camaradería y las multitudes de otras ediciones tornaron este año por una celebración más recogida, al aire libre, pero cumpliendo con las restricciones sanitarias que hicieron de la popular fiesta avilesina un festejo descafeinado respecto a otras ediciones. "Fue como un domingo normal de vermú", decían algunos. La vigilancia policial fue intensa en espacios habituales de la celebración otros años.
Ambiente en el Carbayedo en la jornada de la comida en la calle de Avilés
Ricardo Solís
La comida en la calle no fue en los balcones, pero el ambiente de camaradería y las multitudes de otras ediciones tornaron este año por una celebración más recogida, al aire libre, pero cumpliendo con las restricciones sanitarias que hicieron de la popular fiesta avilesina un festejo descafeinado respecto a otras ediciones. "Fue como un domingo normal de vermú", decían algunos. La vigilancia policial fue intensa en espacios habituales de la celebración otros años.
La comida en la calle no fue en los balcones, pero el ambiente de camaradería y las multitudes de otras ediciones tornaron este año por una celebración más recogida, al aire libre, pero cumpliendo con las restricciones sanitarias que hicieron de la popular fiesta avilesina un festejo descafeinado respecto a otras ediciones. "Fue como un domingo normal de vermú", decían algunos. La vigilancia policial fue intensa en espacios habituales de la celebración otros años.