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Demelsa Álvarez
Ver galería >La capital canguesa se llenó de visitantes y vecinos para disfrutar del vino de Cangas y de su tradición. Durante todo el día, las calles centrales de la villa estuvieron abarrotadas, pero sin duda, uno de los momentos más concurridos fue el de la representación de la pisada tradicional de la uva.
D. Álvarez
La capital canguesa se llenó de visitantes y vecinos para disfrutar del vino de Cangas y de su tradición. Durante todo el día, las calles centrales de la villa estuvieron abarrotadas, pero sin duda, uno de los momentos más concurridos fue el de la representación de la pisada tradicional de la uva.
D. Álvarez
La capital canguesa se llenó de visitantes y vecinos para disfrutar del vino de Cangas y de su tradición. Durante todo el día, las calles centrales de la villa estuvieron abarrotadas, pero sin duda, uno de los momentos más concurridos fue el de la representación de la pisada tradicional de la uva.
D. Álvarez
La capital canguesa se llenó de visitantes y vecinos para disfrutar del vino de Cangas y de su tradición. Durante todo el día, las calles centrales de la villa estuvieron abarrotadas, pero sin duda, uno de los momentos más concurridos fue el de la representación de la pisada tradicional de la uva.
D. Álvarez
La capital canguesa se llenó de visitantes y vecinos para disfrutar del vino de Cangas y de su tradición. Durante todo el día, las calles centrales de la villa estuvieron abarrotadas, pero sin duda, uno de los momentos más concurridos fue el de la representación de la pisada tradicional de la uva.
D. Álvarez
La capital canguesa se llenó de visitantes y vecinos para disfrutar del vino de Cangas y de su tradición. Durante todo el día, las calles centrales de la villa estuvieron abarrotadas, pero sin duda, uno de los momentos más concurridos fue el de la representación de la pisada tradicional de la uva.
D. Álvarez
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D. Álvarez
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D. Álvarez
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D. Álvarez
La capital canguesa se llenó de visitantes y vecinos para disfrutar del vino de Cangas y de su tradición. Durante todo el día, las calles centrales de la villa estuvieron abarrotadas, pero sin duda, uno de los momentos más concurridos fue el de la representación de la pisada tradicional de la uva.
D. Álvarez
La capital canguesa se llenó de visitantes y vecinos para disfrutar del vino de Cangas y de su tradición. Durante todo el día, las calles centrales de la villa estuvieron abarrotadas, pero sin duda, uno de los momentos más concurridos fue el de la representación de la pisada tradicional de la uva.
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La capital canguesa se llenó de visitantes y vecinos para disfrutar del vino de Cangas y de su tradición. Durante todo el día, las calles centrales de la villa estuvieron abarrotadas, pero sin duda, uno de los momentos más concurridos fue el de la representación de la pisada tradicional de la uva.
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La capital canguesa se llenó de visitantes y vecinos para disfrutar del vino de Cangas y de su tradición. Durante todo el día, las calles centrales de la villa estuvieron abarrotadas, pero sin duda, uno de los momentos más concurridos fue el de la representación de la pisada tradicional de la uva.
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