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Era conocido en el barrio porque “a veces bajaba al bar con escopeta”. Lo que no sabían sus vecinos es que en su casa, en el número 29 de la avenida de Torrelavega, escondía un auténtico arsenal ilegal, como sí sospechaba la Guardia Civil. Un operativo arrollador cercó desde las nueve de la mañana de ayer el piso de un antiguo trabajador de la Fábrica de Armas de La Vega que ronda los 60 años. Perros y numerosos agentes armados irrumpieron en el portal y llegaron hasta la cuarta planta, donde comenzaron un minucioso registro que finalizó a mediodía con el ocupante de la vivienda detenido. El botín de la operación se saldó con una treintena de armas y una cantidad ingente de munición guardada en sus correspondientes cajas.
Era conocido en el barrio porque “a veces bajaba al bar con escopeta”. Lo que no sabían sus vecinos es que en su casa, en el número 29 de la avenida de Torrelavega, escondía un auténtico arsenal ilegal, como sí sospechaba la Guardia Civil. Un operativo arrollador cercó desde las nueve de la mañana de ayer el piso de un antiguo trabajador de la Fábrica de Armas de La Vega que ronda los 60 años. Perros y numerosos agentes armados irrumpieron en el portal y llegaron hasta la cuarta planta, donde comenzaron un minucioso registro que finalizó a mediodía con el ocupante de la vivienda detenido. El botín de la operación se saldó con una treintena de armas y una cantidad ingente de munición guardada en sus correspondientes cajas.
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