Los empresarios temen el impacto del conflicto palestino-israelí en los precios y el crecimiento

Si bien algunos dirigentes creen que 2023 será "francamente bueno", la mayoría opina que la crisis de Oriente Medio "elevará la incertidumbre"

Pablo Álvarez de Linera, consejero del bufete Andersen, su esposa, Marta Alperi, Francisco Rodríguez, presidente de ILAS, y Félix Baragaño, presidente de la Cámara de Comercio de Gijón.

Pablo Álvarez de Linera, consejero del bufete Andersen, su esposa, Marta Alperi, Francisco Rodríguez, presidente de ILAS, y Félix Baragaño, presidente de la Cámara de Comercio de Gijón. / Miki López

Yago González

Yago González

Cuando aún no se vislumbra un final para la guerra de Ucrania, el ataque terrorista de Hamás a Israel y las posteriores represalias amenazan, además de con empeorar la tragedia humanitaria, con introducir más tensiones en una economía que lleva dos años padeciendo una grave inflación. Este fue el pronóstico generalizado de los empresarios congregados ayer en Oviedo para asistir a la ceremonia de los Premios. Si bien unos se mostraron más pesimistas que otros, todos subrayaron que la "inestabilidad" geopolítica puede traer problemas a la inversión y, en general, a la actividad económica de España, sobre todo a partir del año que viene.

"Todo lo que sea una situación de crisis internacional afecta a la economía, sobre todo a la energía, aunque aún es pronto para concluir nada", señaló con cautela el presidente de la CEOE, Antonio Garamendi, aunque admitió su "preocupación" por la "escalada bélica", y llamó a "no olvidar que continúa el conflicto de Ucrania".

"Parece que no nos libramos de la incertidumbre con la que llevamos lidiando desde la pandemia", lamentó la presidenta de la patronal asturiana FADE, María Calvo. A su juicio, este panorama "dificulta hacer inversiones y una planificación empresarial a largo plazo". "Esto, sumado al coste de las materias primas y a los tipos de interés, hace que sea la industria, que es el pilar de la economía de Asturias, la que más se esté resintiendo", advirtió Calvo.

Josep Oliu, presidente de Banco Sabadell, optó por un diagnóstico prudente: "Si una cosa tiene un conflicto bélico es que no se sabe cuánto va a durar". En su opinión, "los únicos impactos económicos que puede producirse son más incertidumbre en el mundo, quizás una pequeña rebaja en las tasas esperadas de crecimiento y el mantenimiento de la inflación durante un periodo más largo".

Pablo Junceda, director general adjunto de la entidad financiera, asumió que el conflicto palestino-israelí "tendrá que hacer repensar algunas perspectivas económicas para 2024, ya que hay elementos, como el petróleo o las materias primas, que son claves para la logística y el transporte". "Las empresas y la economía funcionan mejor cuando hay estabilidad y cuando las cosas son previsibles", apuntó Junceda, que no obstante matizó que "los fundamentales de la economía española son muy sólidos".

Los empresarios temen el impacto del conflicto palestino-israelí en los precios y el crecimiento

el presidente de EDP España, Manuel Menéndez, y el de Kiss Media, Blas Herrero. / David Cabo

Blas Herrero, presidente de Kiss Media, confió en que la crisis en Oriente Medio "no tenga mucha repercusión en la economía mundial", aunque sí alertó de que "si el petróleo se pone a 150 dólares, la inflación no habrá quien la pare, y eso sí puede tener incidencia". No obstante, Herrero llamó al optimismo: "Creo que el conflicto se resolverá más pronto que tarde. Estados Unidos ya mostró su apoyo a Israel al día siguiente. Y en España el turismo va como un tiro, aunque las industrias están ralentizándose un poco con la incertidumbre. Espero que en el primer trimestre de 2024 la cosa esté estabilizada".

El asturvenezolano Juan Carlos Escotet, presidente de Banesco (dueño de Abanca), estimó que 2023 "será francamente bueno, a pesar de que los crecimientos se han moderado para el cuarto trimestre". "Habrá que esperar a lo que suceda con los precios de la energía dada la situación de Oriente Medio, pero no creo que vayamos a tener una subida dramática que pudiera generar de nuevo un repunte inflacionario considerable", remarcó. El banquero manifestó un pronóstico "razonablemente optimista en general y no solo para la banca, que está bastante fortalecida, y el endeudamiento de familias y empresas es mucho más bajo que en la crisis anterior".

El asturmexicano Antonio Suárez, presidente del conglomerado pesquero y portuario Grupomar, aseguró que la escalada bélica en Oriente Medio "se está pareciendo un poco a lo de Ucrania: en aquella ocasión también ocurrió de repente y creíamos que se iba a acabar muy rápido,". "Si esto de Israel no se acaba rápido, el mundo se meterá en problemas muy grandes, tanto económicos como políticos; y se recalcarán todos los efectos negativos que ha producido la guerra de Ucrania", alertó.

Sabino García Vallina, presidente de la ingeniería asturiana TSK, lamentó las malas noticias que se vienen produciendo en el mundo desde hace años: "A ver cuándo uno se levanta por la mañana y tiene una alegría". No obstante, "a pesar de que nuestro sector ha sido uno de los más castigados por la pandemia y la subida de precios, estamos mejorando", afirmó.

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