Marina Abramovic desarrolló en 1009 su proyecto «The Kitchen. Homage to Saint Therese», una colección de nueve fotografías en color y blanco y negro producidas por el Teatro de la Laboral y el Principado. Le idea surgió del impacto causado sobre la artista por las impresionantes cocinas del edificio de Luis Moya, que conoció durante su estancia en Gijón en junio de ese mismo año con ocasión de la inauguración, en la iglesia de la Ciudad de la Cultura, de su videoinstalación «8 Lessons on emptiness with a happy end». Quizá fuera la evocación del «Dios entre los fogones» que persiguió la religiosa abulense; lo cierto es que la aclamada y polifacética artista anunció ya entonces su intención de regresar a la Laboral para completar su proyecto sobre Teresa de Jesús entre estos otros fogones. Las imágenes obtenidas en el peculiar escenario -en las que como siempre, Abramovic es el centro de su propia obra- han servido también como imagen para la temporada 2009-2010 del teatro de la Laboral, un retrato frontal de la artista con una calavera entre sus manos que evoca las «vanitas» barrocas, tan afines al universo icónico de la artista.