El tribunal de apelación de Rennes condenó ayer a la ex candidata socialista a la Presidencia francesa, Ségolène Royal, a pagar varios meses de sueldo a dos antiguas colaboradoras que trabajaron para ella entre 1995 y 1997.

Las dos asistentes, despedidas, como el resto de las agregadas parlamentarias, en abril de 1997, tras la disolución de la Asamblea Nacional, aseguraban haber seguido trabajando para Royal durante la campaña electoral de las legislativas de 1997 y luego hasta julio, tras su entrada en el Gobierno de Lionel Jospin, sin haber recibido los salarios correspondientes, informa «Europa Press». Al año siguiente acudieron a los tribunales en la localidad de Niort (suroeste de Francia), iniciando así un procedimiento judicial que ha durado diez años.

Una de las denunciantes, Evelyne Pathouot, relató en un libro titulado «Ségolène Royal, luces y sombras», aparecido en febrero de 2007, en plena campaña electoral de las presidenciales, que Royal propuso contratarlas con cargo al presupuesto de Educación nacional.

Pathouot decidió dejar de colaborar con Royal y meses después, al no haber percibido sus últimos sueldos, acudió a la justicia. «Estoy plenamente satisfecha con la decisión, que reconoce que hubo un despido abusivo. Sólo quería recuperar mis nóminas y la suma correspondiente. No se trata en absoluto de una venganza contra Royal», declaró.