Gracias a la publicación a modo de serial de las memorias de Cherie Blair, abogada de derechos humanos más conocida, sin embargo, como esposa del ex primer ministro Tony Blair, ha salido a la luz que hizo el amor con su marido en el castillo de Isabel II en Balmoral.

Ahora se sabe que hizo frío aquella noche en que concibieron juntos al cuarto hijo de su matrimonio y que se debió a que, preocupada por que fueran a abrirle el equipaje, como en alguna otra estancia anterior en esa residencia real, la católica Cherie no llevó consigo el paquete de anticonceptivos que le habría evitado el nuevo embarazo, informa «Efe».

Todas esas revelaciones se tienen ahora de una mujer de quien se recuerda que durante los diez años que ocupó, gracias a su marido, el número 10 de Downing Street protestó contra la intrusión de la prensa en su vida privada.

Cherie Blair, de quien se sabe que no «tragaba» a Gordon Brown, al que no perdona, al parecer, que conspirase para expulsar del poder antes de tiempo a su marido, llegó a insinuar que pudo ser él quien destapó a la prensa la noticia de un embarazo que había querido mantener secreto.

Cherie Blair también reveló que su marido utilizó en 2002 un aborto suyo para proteger ante la prensa y el país su planificada estrategia iraquí. Blair y su jefe de prensa, Alistair Campbell, decidieron informar casi inmediatamente de que había sufrido el aborto.

Cherie Blair, que perdió entonces a su hijo, escribe que no podía creerse que su esposo y Campbell discutieron de cómo hacer el anuncio a la prensa en momentos en que ella estaba todavía sangrando. «No me lo podía creer. Yo seguía sangrando, y (Blair y Campbell) estaban discutiendo qué contarle a la prensa», comentó Cherie.