El actor neozelandés Russell Crowe llegó a Cannes como el nuevo Robin Hood y, además de defender a los más desfavorecidos, tuvo tiempo para apostar por España y Brasil para el próximo Mundial de fútbol de Sudáfrica y de defender su historia de amor con lady Marian.

Un Crowe lejos de la ruda imagen con que suele regalar a sus fans se mostró encantado de estar en Cannes; satisfecho con la versión de «Robin Hood» que ha hecho con Ridley Scott; feliz y cómplice de Cate Blanchett, su lady Marian, y también, aficionado al fútbol.

Vestido con traje oscuro y camisa azul clara, Crowe se pasó toda la rueda de prensa gastando bromas a Blanchett y haciendo comentarios a los periodistas.

Y además de defender la particular visión de «Robin Hood», que abrió oficialmente anoche la 63.ª edición del Festival de Cannes, el actor tuvo tiempo de hablar de su lado más deportivo.

Preguntado acerca de lo que pasará en el Mundial que se celebrará en junio y julio en Sudáfrica, Crowe lo tuvo claro al apostar por España y Brasil, además de resaltar la oportunidad que puede tener Portugal, que cuenta con un jugador de la talla de Cristiano Ronaldo. «Inglaterra, también..., pero no tienen ninguna oportunidad contra los australianos, que todos sabemos que dominan este deporte», agregó Crowe entre las risas de los periodistas.

El actor recordó con placer que en su reciente viaje a Madrid para promocionar «Robin Hood» hizo una agradable visita a las instalaciones del Real Madrid. Y ello aunque reconoció que le tira más lo azulagrana: «En la Liga soy fan del Barcelona», lo cual no le hizo tener ningún reparo a la hora de saludar a las estrellas del club blanco. «Fue un privilegio», afirmó el actor, que considera que ver cómo son otras instalaciones deportivas «es siempre interesante» para alguien, como él, aficionado al deporte.