Una multitud de personas disfrazadas de muertos vivientes participaron en la tercera edición de la marcha de zombis en Praga, que llenó de rojo las calles de la ciudad, uno de los destinos turísticos más visitados del mundo. Los turistas que no conocían esta fiesta se quedaron boquiabiertos cuando vieron a los muertos deambular por las calles de la ciudad como si se tratase de verdaderos difuntos, y en dirección al castillo de la ciudad. Aunque la tradición sólo tiene tres años, se ha convertido en todo un aliciente para conocer la ciudad, que este sábado fue un escenario perfecto para el terror.