A. R.

Al margen de la tendencia apuntada desde las agencias gijonesas, la oferta de pisos también se concentra en los que aparecen en la sección de «Anuncios por palabras» de LA NUEVA ESPAÑA. Aquí se pueden encontrar diversos ejemplos de viviendas de alquiler para las fechas veraniegas. En este sentido, los arrendamientos por quincenas también son numerosos y alcanzan precios parecidos. Se siguen llevando la palma los pisos próximos a la playa de San Lorenzo.

Comparando estos datos con los que se manejan en otros puntos de la geografía nacional, se observa una tendencia parecida. Sin ir más lejos, en playas atlánticas como San Ciprián y Burela (Lugo), canarias como las de Granadilla de Abona (Tenerife), Mogán (Las Palmas) o Campos (Mallorca), el alquiler de un apartamento en primera línea de playa ronda los 1.200 euros.

No obstante, los interesados en alquilar en Gijón se pueden considerar privilegiados en comparación con otros destinos. En playas del Norte, como la de Hondarribia, el precio del alquiler en primera línea es de 5.083 euros durante agosto. También resulta elevado alquilar en Santander en las inmediaciones de El Sardinero, o en La Coruña cerca de Riazor, donde se llega a los 4.000 euros. Puerto Banús, en Marbella o Cala Tarida, en Ibiza, se disparan hasta 3.720 euros por 50 metros cuadrados.

Estos datos demuestran que en verano una alternativa es el piso de alquiler. Se valora la comodidad, especialmente en casos de familias con niños. Los grupos de amigos también aprecian los espacios con libertad e independencia antes que los hoteles, donde la posibilidad de organizar fiestas y traer acompañantes es menor.