La parroquia no es ajena al ritmo de la sociedad, la tarea de comunicar la fe a hermanos pequeños y mayores nos tiene enganchados a todos, laicos y curas lo intentamos juntos; por eso, me fijo en noticias relacionadas con esa tarea.

El cristianismo es comunicación

Del 7 al 12 de este mes organizó la Pontificia Universidad Gregoriana un congreso de especialistas sobre teología y comunicación. Tuvo una destacada intervención monseñor Foley, presidente emérito del Consejo Pontificio para las Comunicaciones Sociales; dijo que, aunque ya no está oficialmente ligado al trabajo de comunicación en la Iglesia, nadie puede estar alejado del trabajo esencial de comunicación: ilustrar y enseñar la verdad sobre Jesús. Lo que comienzan a llamar «teología de la comunicación» lo sintetizó con esta frase: «Dios es verdad y Dios es amor, y ambos exigen comunicación».

La diócesis asturiana acaba de reorganizar la secretaría de medios de comunicación social (alguno de los miembros ha sido llevado a los tribunales -auto de día 25 de julio de 2007, el Juzgado de lo mercantil de Oviedo-). Nos vendrá bien la reflexión de los especialistas en teología y comunicación y recordar que lo nuestro es anunciar la Buena Noticia.

Misioneros parroquiales

Al final de la misa celebrada en el santuario de Mariazell, el sábado día 7, el Papa acogió a diez representantes de los consejos parroquiales en representación del resto de las parroquias de Austria y como signo de envío misionero les entregó los dos libros del Nuevo Testamento escritos por Lucas: el Evangelio y los Hechos de los Apóstoles.

Dándoles las gracias por su trabajo, les exhortó con estas palabras: «Seguid caminando en la fe y, fieles al mandato que se os ha encomendado, salid al encuentro con alegría de todas las criaturas para comunicarles los dones de la salvación y dejaos guiar por el Espíritu Santo para ser levadura de vida nueva, sal de la tierra y luz del mundo».

Del post-Concilio Vaticano II, que tanto bien hizo a la Iglesia, algunos dicen que se fue demasiado lejos en su aplicación, creo que en lo que se refiere a la participación de los laicos en la pastoral nos hemos quedado muy cortos.

Misa en latín

La misa en latín, con todos sus ritos y liturgias, puede ser celebrada oficialmente desde el pasado viernes por los sacerdotes para los fieles que la soliciten, según el decreto divulgado por el Vaticano el pasado 7 de julio y firmado por el Pontífice, dicen que el Papa Benedicto XVI da un paso para la esperada reconciliación con los católicos ultraconservadores (leo que se hizo pensando más en los chinos que en los lefebrianos).

El cardenal que más impulsó la rehabilitación de la liturgia «tridentina», el colombiano Darío Castrillón, celebró el viernes una misa en latín, pero lejos del Vaticano, en el santuario de Loreto (Italia). Y, en el lado opuesto, otro cardenal, el italiano Carlo Maria Martini, de 80 años, advirtió que no oficiará jamás una misa en latín y elogió las liturgias modernas, en el idioma del país en que se celebran, por ser más comprensibles.

No he recibido petición alguna de celebrar en latín, ni de carcas ni de chinos, pero como el cardenal Martini y otros muchos no la celebraré nunca.