R. V.

El diplomático gijonés José María Campoamor Elías falleció el pasado miércoles en Madrid a los 86 años, dejando atrás una larga y provechosa vida dedicada a su profesión y a sus pasiones intelectuales, entre las que se encontraba el estudio de la obra de Jovellanos. Su entierro tuvo lugar en la estricta intimidad en Castropol, localidad de la que era originaria su familia, donde su padre había ejercido como alcalde y a la que seguía vinculado afectivamente. Igual que a Gijón. Castropol y Gijón eran los referentes de una asturianía que había mantenido a pesar del paso de los años y en todas sus vueltas por el mundo.

El próximo miércoles tendrán lugar misas en su memoria en Madrid, su lugar de residencia desde su jubilación, y en Bilbao, de donde procedía su esposa María Dolores Landín Garamendi, de la que era viudo desde hace años. El matrimonio tuvo cinco hijos: Dolores, Teresa, Isabel, Cristina y Francisco. El matrimonio de su hermana Carmen con Evaristo Fernández-Miranda vinculó a José María Campoamor con otra destacada familia asturiana con relevancia nacional.

En el desarrollo de su trabajo en el campo de la diplomacia española llevó a Campoamor Elías a destinos tan distintos como Marruecos y Estados Unidos, a trabajar durante temporadas en la sede del Ministerio de Asuntos Exteriores en la capital de España y a ocupar cargos de responsabilidad en las embajadas españolas de Lisboa, Moscú y Helsinki. El gijonés se jubiló en Madrid tras ejercer como embajador de España en Pakistán. Su último destino como diplomático. Entre los títulos que hacen referencia a su carrera diplomática destacaban el de Comendador de número de la Orden de Isabel la Católica, Comendador de la Orden Militar de Cristo de Portugal y Oficial de San Olav de Noruega.

Pero otro de sus grandes títulos fue el de «jovellanista de pro». Su interés por la vida y obra de Gaspar Melchor de Jovellanos le llevó a investigar, dar conferencias y realizar diversas publicaciones tanto en la prensa local como en la nacional. Hay que tener en cuenta que fue durante años un colaborador habitual del periódico «ABC». En esas publicaciones analizó desde el paso de Jovellanos por Bilbao a las referencias de Jovellanos y el tema del patriotismo en las obras de tres escritores franceses: Herriot, Malraux y Castenet.

Su viaje de vacaciones a Asturias en 1999 coincidió con los actos jovellanistas del 6 de agosto. José María Campoamor Elías participó activamente en esa jornada y compartió las celebraciones del día con otros representantes de la sociedad gijonesa marcados por la querencia al ilustrado local. Sus visitas a la Casa Natal de Jovellanos eran también habituales durante sus estancias en Gijón. El deterioro de su estado físico en los últimos años le impidió seguir desarrollando sus actividades con la misma fuerza y redujo sus visitas a Asturias.