El Instituto Asturiano de la Mujer reaccionó de inmediato y hoy mismo sus responsables se reunirán con la dirección de Cruz Roja, el personal de la Casa Malva y las mujeres acogidas para analizar la situación en el centro tras las denuncias por el mal trato que reciben realizadas por Josefa Gómez, una de las cuatro primeras inquilinas del centro que abandonó el mismo «porque no podía aguantar más, al igual que otras compañeras».

Estas palabras sentaron como un jarro de agua fría en el Principado, máxime cuando hasta la fecha no habían recibido ninguna queja. «No teníamos conocimiento de que hubiera descontento. Por eso vamos a recabar información de todas las partes y hacer posteriormente las valoraciones oportunas», explicó la directora del Instituto, María Fernández Campomanes.

La Casa Malva está incluida en la Red Regional de Casas de Acogida y ambas están gestionadas por la Cruz Roja con su propio personal. El Instituto de la Mujer quiere unificar las actuaciones en la Red, y para ello está ultimando un proyecto de intervención integral con las víctimas que se aprobará tras el verano.