J. L. A.

Unión, Progreso y Democracia (UPyD) -el partido que impulsan, entre otros, la ex socialista Rosa Díez y el filósofo Fernando Savater- se presentó ayer en Gijón como una «plataforma para desencantados» del bipartidismo español. «Queremos romper la política inmovilista del PSOE y el PP», aseguró el portavoz de la nueva formación, el abogado Ignacio Prendes.

La dirección asturiana de UPyD, que cerrará su candidatura a las elecciones generales de marzo antes del próximo 15 de enero, aprovechó la presentación de un ciclo de conferencias en la ciudad para explicar algunos de sus planteamientos. «Tenemos una idea de España desde Asturias; hay intereses comunes a todos los españoles», afirmó su coordinador, Eduardo Madroñal. La UPyD defiende una reforma de la Constitución y cambios en la ley Electoral, una norma que, a su juicio, beneficia a los partidos nacionalistas.

«Frente a una campaña de subasta, nosotros propondremos ideas», indicó Prendes, que subrayó la importancia de algunos de los intelectuales que apoyan a UPyD, desde el citado Savater hasta Antonio Elorza o Arcadi Espada. Los tres estarán en Gijón los días 18, 23 y 29 de enero próximos. Pero este ciclo de charlas, convocado bajo el epígrafe «Pensando un país», se inicia hoy mismo en la Escuela de Hostelería (siete y media de la tarde) con la intervención del profesor Roberto L. Blanco Valdés, a quien presentará Joaquín Varela. Carlos Martínez Gorriarán, otro de los impulsores de UPyD y fundador de ¡Basta ya!, hablará el 10 de enero de las razones para la creación de este nuevo partido.

Jorge Uría, responsable de organización, señaló que su partido cuenta con unos 170 militantes en Asturias, la mayoría en Gijón y Oviedo, aunque UPyD también tiene presencia en Avilés, Llanes, Cangas de Onís, Pravia y Cangas del Narcea. Las afiliaciones empezaron a registrarse el pasado 29 de septiembre.

Los representantes de UPyD denunciaron la «falta de apoyo de las entidades bancarias» y «la escasa presencia en los medios públicos de información». Han optado por un sistema de financiación mediante préstamos personales de sus afiliados y simpatizantes, a través de bonos reintegrables por valor de 250, 500 y 1.000 euros. La organización política se compromete a devolver esas cantidades cuando lo permita la situación financiera.