La fiscal jefe empieza con una solicitud de mejoras en las sedes judiciales

Román GARCÍA

La fiscal Rosa María Álvarez García llega a su nuevo cargo en la justicia gijonesa con «ilusión» y un «ferviente deseo de trabajar por el bien del justiciable gijonés». Tras la jura de ayer, la ovetense se establece como fiscal jefe del área de Gijón, subordinada en su trabajo diario a la fiscalía superior de la Comunidad Autónoma, que preside Gerardo Herrero. La jefatura que asume es una nueva figura del engranaje judicial aprobada por el Consejo de Ministros en su última reunión de 2007.

El Ministerio de Justicia decidió a finales del pasado año reformar el estatuto orgánico de la fiscalía incorporando nuevos fiscales de área en ciudades que, aún no siendo capitales de provincia, tengan desplazadas secciones de la Audiencia Provincial -en Gijón se encuentran la séptima y la octava- o posean gran volumen de trabajo judicial. Dos circunstancias que, a juicio de la nueva fiscal, «se dan de manera sobrada en esta ciudad».

Rosa María Álvarez García juró su cargo ante gran cantidad de representantes del mundo de la justicia y las administraciones públicas, así como de las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado. En el acto, que tuvo lugar en los juzgados de la avenida Juan Carlos I en la mañana de ayer, también se dieron cita los representantes de los colegios profesionales relacionados con la justicia. La alcaldesa de Gijón, Paz Fernández Felgueroso; la concejala de Seguridad Ciudadana, Begoña Huergo; el presidente del Tribunal Superior de Justicia de Asturias, Ignacio Vidau, o el fiscal superior de Asturias, Gerardo Herrero, participaron en el acto.

En su intervención, Álvarez destacó la importancia de que una mujer se pusiera al frente de la fiscalía gijonesa, un órgano que calificó de «esencial para el correcto funcionamiento de la justicia en beneficio último del justiciable». Además, se sintió orgullosa de ser la primera mujer que llega a la jefatura de una fiscalía en el Principado de Asturias.

Para desarrollar de una manera correcta su trabajo, la nueva fiscal pidió la mejora de las instalaciones judiciales de la ciudad y puso sus esperanzas en la nueva sede proyectada para Gijón en los terrenos de La Bohemia: «Cuando visité por primera vez la sede fiscal en Gijón me sentí desilusionada porque en una ciudad donde el número de fiscales ha pasado de 9 a 13 en dos años los profesionales no tienen sede y deben instalarse en los pasillos y de manera diseminada».

La fiscal aseguró, además, tenerle un gran cariño a Gijón, ciudad en la que viven sus abuelos y en la que se ha pasado grandes temporadas de su vida. Finalizó su discurso expresando su deseo de que la fiscalía gijonesa se constituya como un «puntal de la justicia asturiana caracterizada por la eficacia en el servicio a los ciudadanos, con lo que me comprometo desde hoy».

La nueva fiscal de área llega a su cargo con una larga experiencia de 26 años en el ministerio fiscal, 21 de ellos en el Principado de Asturias como número tres del fiscal jefe, Gerardo Herrero, y encargada en el último período de su trabajo en la capital de la fiscalía de delitos económicos, extranjería y cooperación internacional.

Rosa María Álvarez García fue nombrada a propuesta del ministerio fiscal, que adoptó la decisión de una manera unánime, expresándole, de esta manera, el apoyo de sus compañeros que la van a ayudar en el día a día de su nuevo cargo.