R. VALLE

«Gabino no tiene derecho a interferir en el debate estatutario que se desarrolla en la Junta General. No tiene derecho ni, ahora, legitimidad política, tras su batacazo electoral. Sus uñas de gato sólo asuntan en Oviedo. A los demás no nos asuntan». José Manuel Sariego, alcalde en funciones del Ayuntamiento de Gijón por ausencia de Paz Fernández Felgueroso, de viaje oficial en la República Dominicana, fue así de contundente en su respuesta a un Gabino de Lorenzo que acaba de exigir públicamente que el Estatuto de Autonomía de Asturias que salga del proceso de reforma reconozca de manera indiscutible la capitalidad de Oviedo y su derecho a ser sede de todas las instituciones y órganos de gobierno.

Desde el gobierno gijonés se han leído con interés las declaraciones del alcalde de Oviedo, pero se asegura que «su intención es provocar y no lo va a conseguir. Gabino de Lorenzo no nos va a provocar. No vamos a entrar a ese trapo», sentenciaba el líder socialista gijonés. No es la primera vez que los responsables municipales de Gijón y Oviedo tienen un rifirrafe verbal sobre los derechos vinculados a la capitalidad del Principado. Este pasado verano Fernández Felgueroso planteaba que la reforma del Estatuto sirviera para posibilitar que algunos servicios regionales estuvieran en otras ciudades que no fueran Oviedo. De hecho, en Gijón ya están, por ejemplo, el Consejo Consultivo, la sede de la televisión autonómica, la Junta de Saneamiento y la Sociedad de Servicios del Principado de Asturias (Serpa). La frase más repetida en ese momento por la Alcaldesa fue: «Oviedo es la capital, y Gijón, una ciudad de capital importancia».

Pero entre aquel debate de agosto del año pasado y el que acaba de reabrir Gabino de Lorenzo, hay que incluir las pasadas elecciones generales, con el fracaso del alcalde de Oviedo como cabeza de lista de los populares al Congreso de los Diputados, un fracaso que Sariego tiene más que presente: «Ese señor, que aun vestido de cordero ha recibido un batacazo electoral, saca ahora sus garras de lobo. Pero no sólo no asusta a nadie, sino que demuestra que teníamos razón quienes le acusábamos de furibundo localismo». Y es que el alcalde en funciones, y secretario general del PSOE, fue una de las personas que enumeraron en la pasada campaña electoral todos los agravios cometidos por De Lorenzo contra Gijón y sus críticas a proyectos de desarrollo de la ciudad.

Sariego defiende que el debate sobre el Estatuto se quede entre los grupos políticos con representación parlamentaria y que se eviten interferencias desde otros ámbitos. «El mejor servicio que podemos hacer es que nadie se entrometa, ni Gabino ni nadie, en este debate», indicó Sariego.