El escenario donde se confirmó esta conducta incalificable de Zapatero ha sido el último Pleno celebrado en el Ayuntamiento de Mondragón, en el que no hubo mayoría suficiente para aprobar el acuerdo municipal de repulsa, a instancia de la concejala del Partido Popular, contra el comunicado de ETA que asumía la autoría del asesinato del socialista Isaías Carrasco, ex concejal de dicho Ayuntamiento de Mondragón, que tuvo lugar dos días antes de las últimas elecciones generales y motivó la suspensión del último día de campaña.

Pero lo sorprendente es que la causa de no poder aprobarse el citado acuerdo municipal de repulsa fue la ausencia de los cuatro concejales socialistas en dicho Pleno -o sea, los de ZP-, lo cual permitió a la Alcaldesa, del partido batasuno ANV, dirimir el empate de votos a su factor y rechazar la mencionada propuesta de repulsa formulada por la concejala del PP.

Resulta incomprensible la falsa actitud de ZP consintiendo a los concejales de su propio partido que no asistían a dicho Pleno del Ayuntamiento, cuando la repulsa iba contra el comunicado de ETA, autora del asesinato del socialista Isaías Carrasco.

Por otra parte, la elección como presidente de Zapatero, si no consigue mayoría absoluta en el Congreso de los Diputados, tendrá que demorarse para después ser elegido por mayoría simple con los votos socialistas.

Y él ha dicho que no le importa (¡). ¿Se comprende esta actitud de ZP?

Está claro que este personaje no quiere llegar a ningún acuerdo con el Partido Popular, como sería lo lógico estableciendo unas líneas generales entre ambos partidos, con lo que tiene asegurada, en tranquilidad y sin problemas, la legislatura por la supermayoría que representan.

Pero ZP no ha dicho nada, y ni siquiera se ha dirigido al principal partido de la oposición, sino que anda jugando políticamente con los minoritarios, CiU y PNV, ya que, como resulta de sus declaraciones sibilinas, aunque éstos no le apoyen en su elección y ZP haya de acudir a un segundo Pleno del Congreso de Diputados con mayoría simple, seguirá buscando acuerdos concretos de estos minoritarios -como él mismo ha dicho-. Pues su objetivo es marginar al PP, le tiene miedo.

Con ello dará lugar a la oposición franca de este último partido en todo aquello que perjudique al país y a la sociedad española, incluido el intentar volver a pactar con el terrorismo, como se ha visto en los años pasados.

PD: Me para un compañero y amigo en la calle y me dice: «¿Qué te pareció el ridículo que hizo Zapatero en Bucarest en la reunión de la OTAN, en solitario, apartado de todos los demás asistentes y sentado con unos papeles?». Y le contesté: «Pues lo que tú dices: ridículo y aldeano político que no sabe estar en tales reuniones, y lo peor que los demás pensarán: es que los españoles no pintan nada en Europa».