Román GARCÍA

La defensa de Ramón del Barrio no recurrirá la condena impuesta el pasado lunes por la magistrada de la Sala Octava de la Audiencia Provincial, Alicia Martínez. La juez impuso una pena de 15 años de prisión y una multa de 200.000 euros al único acusado del asesinato del niño Borja Solar en julio de 2004 en el parque Isabel la Católica. El mierense Ramón del Barrio, de 36 años, mató al pequeño, según confesó después del suceso, por «imperativo divino». El autor del crimen sufría una esquizofrenia en grado de paranoide y no se estaba tomando su medicación. Por ello en la sentencia la magistrada Alicia Martínez también evidenciaba la necesidad de «adecuar el tratamiento de los enfermos mentales a la convivencia social y familiar» de tal manera que ninguno se niegue a tomar sus medicinas y se eviten casos como éste.

Las partes personadas en el juicio (acusación, defensa y fiscalía) tienen de plazo hasta el próximo día 21 de abril para recurrir la sentencia impuesta por Alicia Martínez. La magistrada establecía un plazo de diez días hábiles desde que se notificó su decisión el pasado lunes día 7. Si ninguna de las partes recurre, se convertirá en firme y Ramón del Barrio será trasladado a un centro penitenciario psiquiátrico desde la cárcel de Villabona, donde se encuentra actualmente a la espera de la ejecución de la sentencia.

En España sólo hay dos centros de psiquiatría que cumplan estos requisitos: uno de ellos está en Alicante y otro en Sevilla. La orden de salida de Ramón del Barrio de Villabona deberá ser dada por instituciones penitenciarias.

El juicio por el crimen de Borja Solar tuvo lugar del 24 al 29 de marzo en la Sala Octava de la Audiencia Provincial, con sede en Gijón. Las cinco jornadas de la vista oral se celebraron a puerta cerrada. Para el acusado, la fiscal encargada del caso solicitaba 15 años de prisión, la acusación particular (ejercida por los padres del pequeño Borja), 24 años de cárcel, y la defensa pedía la libre absolución del acusado con internamiento por considerarlo un enfermo mental grave que no era consciente de sus actos.