La iglesia de la Universidad Laboral será desacralizada por las autoridades de la diócesis de Asturias a favor de su uso por los responsables de la ciudad de la cultura; pero, a cambio, el Arzobispado de Oviedo se reservará la posibilidad de celebrar actos culturales de tipo religioso y actos litúrgicos en el templo concebido por el arquitecto Luis Moya.

Adolfo Rodríguez Asensio, director general de Patrimonio Cultural del Principado, explicó ayer que éste ha sido el acuerdo básico al que se había llegado durante la reunión de ayer de la Comisión Mixta Iglesia-Principado para asuntos de interés cultural.

Asensio indicó que «hemos llegado a un acuerdo y la petición de desacralización ha sido recibida por la Iglesia, con lo que hemos quedado en reunirnos en breve para preparar un pequeño documento que firmaríamos, y en el que aceptan esa desacralización». El director general agregó que «ellos ponen como condición determinados usos, es decir, que, además de desarrollar actividades de tipo cultural, se atienda a las peticiones de realizar algún tipo de acto litúrgico en el lugar».

De este modo, «si alguien, por ejemplo, quiere casarse allí podría hacerse; de hecho, parece que hay peticiones de antiguos alumnos de la Universidad Laboral que quieren celebrar allí su boda», precisó Rodríguez Asensio.

A la reunión de la Comisión Mixta de Patrimonio asistieron, por parte de la Administración del Principado, la consejera de Cultura y Turismo, Encarnación Rodríguez Cañas; el citado director general de Patrimonio, Rodríguez Asensio, y los dos jefes de servicio de la Dirección de Patrimonio Cultural.

Por parte de la Iglesia, acudieron Juan Antonio Menéndez Fernández, vicario general de la diócesis y copresidente de la comisión; Juan José Tuñón Escalada, presidente de la comisión diocesana del patrimonio cultural de la Iglesia, y Agustín Hevia Ballina, archivero del Arzobispado y de la catedral de Oviedo.

En cuanto a los pormenores del acuerdo, Asensio comentó que «en la última reunión yo había querido desdramatizar todo ese tema y había dicho que podíamos llegar a acuerdos totales. En este caso concreto, la Iglesia está en buena disposición y nosotros también aceptamos». El director general insistió en que «nos hemos reunido en un ambiente muy cordial y hay una disposición absolutamente positiva con la Iglesia, y de ellos con nosotros.