Dos empresarios gijoneses de la construcción y el mantenimiento de inmuebles fueron detenidos por contratar a inmigrantes de forma ilegal. Obligaban a los inmigrantes a trabajar sin contrato ni medidas de seguridad y en jornadas interminables, informó ayer la Policía. Los tres trabajadores, dos de ellos argentinos y uno uruguayo, habían llegado a España con la promesa de una regularización de su situación. Trabajaban sin medidas de seguridad, pero no se atrevían a denunciar su situación laboral por miedo a ser expulsados.

Los hechos fueron investigados por el Grupo de Extranjería del Cuerpo Nacional de Policía. Los agentes recibieron informaciones de la irregularidad en enero. Los informadores aseguraban que en una empresa de construcción se estaba contratando a inmigrantes que se encontraban en España en situación irregular. Tras las investigaciones la denuncia resultó ser cierta. Los funcionarios policiales se percataron de que los ciudadanos sudamericanos no tenían contrato de trabajo ni seguro ninguno. Les habían prometido que les harían un contrato, pero la promesa no se cumplía. Al contrario, los trabajadores se veían obligados a realizar horas extra sin remunerar, y las realizaban sin ningún tipo de medida de seguridad, imprescindible en sus trabajos; pero los sudamericanos no denunciaron. El temor a la expulsión los impedía alzar la voz, y seguían trabajando con regularidad.

Al concluir las investigaciones los dos empresarios fueron detenidos. Carecían de antecedentes policiales, por lo que fueron puestos en libertad tras declarar en la Comisaría del Cuerpo Nacional de Policía en Gijón. Ambos empresarios se enfrentan a una acusación por delitos contra los derechos de los trabajadores extranjeros.