Teté F. BALSEIRO
En la variación está el gusto, y ese dicho queda más que patente en cada uno de los desfiles que están teniendo lugar en la sala Acapulco del Casino de Asturias.
Si durante las primera sesiones fueron los jóvenes diseñadores y la moda más romántica los que marcaron la marcha de la pasarela primavera-verano 2008, mañana los encargados de despedir esta novena edición serán los comercios dedicados a las propuestas más urbanas y desenfadadas.
Shop, Parafernalia, F86, Dollar y The Room 41 atraerán al público asistente con lo mejor de sus establecimientos. Será un público exigente y amante de las marcas más punteras del mercado.
Las revistas y los medios de moda marcan las tendencias de este tipo de clientes, que acuden a sus comercios preferidos con las ideas muy claras. Los profesionales, por su parte, deben ofrecer en sus colecciones lo mejor del mercado.
En estos momentos, para el público masculino continúa en el mercado la moda «British», o lo que es lo mismo, pantalones de pitillo, chaquetas de punto, polos (con los cuellos levantados) y pantalones de confección más clásica, sin olvidarse de la «street wear». En cuanto a las mujeres, este año veremos lucir muchos más vestidos de lo habitual, adornados de pequeños estampados florales.
Las salidas de fiesta y las jornadas nocturnas son otras de las ocasiones destacadas de los gijoneses más jóvenes, así que el calzado debe ser cómodo. Los playeros con estampados de cuadros, calaveras y flores llenarán las pistas de baile de la ciudad y los pubs más destacados de las zonas más visitadas durante los fines de semana.
Todo se verá mañana, a partir de las nueve de la noche, en una jornada que no estará exenta de sorpresas, luz y buena música, como adelanta la organización. Profesionales como Julia Alonso (al frente de la dirección de pasarela) y el equipo de estilistas de Germán Heredia y José Paz han hecho posible que a lo largo de estos tres días todo salga perfecto y sin sorpresas de última hora.
Sólo queda esperar a la próxima edición de la pasarela que desde hace años propone la Unión de Comerciantes de Gijón y Carreño. Un éxito de iniciativa y de público en el que la imaginación se entremezcla con la moda más elegante, llamativa y cómoda de la ciudad.
