Una de las posibilidades que abre la reordenación urbanística de Cimadevilla es la de sumar, con la demolición de las instalaciones postizas del viejo convento, un nuevo equipamiento al que se podría trasladar el Museo Nicanor Piñole, ahora en la plaza de Europa. No es todavía una decisión firme, según aseguró ayer el concejal de Cultura, Justo Vilabrille, pero es una opción ante la que el responsable municipal no ve mayor problema. «Es muy importante que se despejen las cuestiones urbanísticas para dar contenido y remodelar de forma integral el convento», añadió.

Vilabrille relató que ya han finalizado las excavaciones en los solares de la antigua fábrica de labores del barrio alto, cerrada por Tabacalera en 2002. Los especialistas hicieron catas en unos 760 metros cuadrados. El principal hallazgo son dos tramos de muro curo origen puede ser romano en un caso, y tardorromano o medieval en otro. Son descubrimientos pendientes de valoración científica que se sustanciará, según las indicaciones del concejal, con la excavación de otros 90 metros cuadrados: «Sólo entonces podremos precisar el interés histórico o arqueológico de esos restos y, por tanto, ver si tapamos esos muros o los dejamos al descubierto; es algo que podemos decidir en un mes o mes y medio».

El responsable de Cultura también se refirió al plan de usos para el convento de las agustinas. Adelantó que el «hilo conductor» del nuevo museo que defiende el Gobierno de Felgueroso será la propia historia del inmueble, protagonista de distintas épocas de la ciudad por su destino como centro religioso o fabril. «Lo vamos a hacer con el mayor mimo», apostilló el concejal de Urbanismo y portavoz socialista, Pedro Sanjurjo, para quien la reordenación que propone el gobierno de Felgueroso tiene, al menos, tres virtualidades: «La mejora de Cimadevilla; la satisfacción de nuevas necesidades y el subrayado de la importancia del edificio (que fue de Tabacalera)». «Es un inmueble muy potente por su volumen y se convertirá en el mascarón de proa de la ciudad hacia Cantábrico», añadió.

Sanjurjo adelantó que el planteamiento de Urbanismo recoge la conservación de dos inmuebles de la calle de Sebastián Miranda y la adquisición del resto de solares para uso público. El concejal indicó que es aún pronto para dar detalles sobre el futuro aparcamiento subterráneo, que se concretarán en el proceso de redacción de las modificaciones al PERI de Cimadevilla. La solución técnica a la construcción de este «parking», para cuyas plazas tendrán preferencia los vecinos del barrio alto consiste en aprovechar el talud del espacio verde del cerro de Santa Catalina. Otra de las alternativas que se barajan es la peatonalización de la calle de Arturo Arias. Es una de las opciones que están todavía en estudio.