Covadonga JIMÉNEZ

Luis Le Barbier Ramos es gerente de la factoría de Fi2net en el Parque Científico y Tecnológico de Gijón. Natural de Reinosa (Cantabria), fue el primero de su promoción en la Escuela de Ingeniería Informática de Oviedo y, junto a su equipo, forma parte de una de las firmas más jóvenes asentadas en el área empresarial de Cabueñes. Todos coinciden en señalar el escaso reconocimiento de su profesión así como la necesidad de concretar cuáles son atribuciones profesionales para poder ejercer como otras profesiones reguladas.

-Los profesionales que salen de la Universidad asturiana son altamente valorados, sobre todo, en el sector de la informática.

-Las escuelas de informática de Asturias son de las más destacadas en cuanto a la formación que ofrecen, aunque ahora se está abriendo más la mano en cuanto a la calidad de la información. Trabajar en el sector de la informática en Asturias era antes más difícil. Ahora la calidad de vida es mejor porque se cumplen unos mínimos.

-¿Cómo ha sido la evolución del sector?

-La tendencia clara ha sido al alza. Cuando yo estudiaba, nunca me planteé quedarme aquí, por el poco trabajo que había y por los sueldos. Ahora sí podría planteármelo. La evolución ha sido notable de dos años para acá. La demanda de gente es bestial y los sueldos se han elevado.

-¿Ustedes también sufren la falta de capital humano como otras empresas TIC?

-En Madrid es más complicado porque hay mucho más mercado, pero en Asturias no lo hemos notado porque buscamos un perfil muy determinado de gente: los primeros de cada promoción, que son siempre muy pocos, aunque he de reconocer que ahora mismo la demanda de informáticos es grande y el mercado absorbe a casi todos lo que salen de las escuelas.

-Dentro de sus objetivos incluyen la búsqueda de la excelencia tecnológica. ¿Podría explicar en qué consiste?

-Buscamos estar en la punta de lanza de la tecnología, de los servicios de Administración electrónica y de todo lo que se mueve alrededor. Por ejemplo, cuando se puso en marcha el DNI electrónico, nosotros ya lo incluíamos en nuestras aplicaciones. Estamos innovando continuamente.

-¿Qué es vanguardia en su sector?

-Vanguardia es trabajar en las herramientas que hay en el mercado, siempre que éstas sean estables. No trabajamos con lo último porque no está testado suficientemente; pero siempre utilizamos las versiones más recientes que ofrezcan una cierta estabilidad para trabajar. Colaboramos en grandes proyectos de informática de gestión y aplicaciones de software con empresas como Indra y Oracle. Principalmente centramos nuestra labor en software de gestión. Tratamos de no abarcar mucho sino de convertirnos en una referencia en aquello que hagamos.

-¿Cómo ha sido la adaptación de la Administración pública a los procesos telemáticos?

-La evolución ha sido muy rápida y en poco tiempo pero aún no ha alcanzado todo lo que se espera de ella. Se tiende a que el ciudadano pueda relacionarse con la Administración a través del medio que elija, en lugar del proceso inverso, todo ello regulado por ley. La idea es ofrecer a todos los ciudadanos la posibilidad para que puedan completar cualquier trámite vía electrónica. La administración del Estado ya está muy volcada en ello, hay algo en la autonómica, mientras que en la local falta por dar algunos pasos más. En el caso de Gijón está bastante evolucionado.

-¿Está suficientemente reconocida esta labor?

-La gente no se da cuenta de lo que hay detrás de un ordenador y no están dispuestos a pagar por un buen software porque no valora la labor que conlleva su desarrollo. Desgraciadamente, en el campo de la informática no se aboga por la calidad. No hay atribuciones ni firma ni nada y cualquiera puede trabajar en este sector. Nos molesta bastante porque consideramos que a nivel de analista o jefe de proyecto debería trabajarse con unas atribuciones por certificaciones, como se hace en otras profesiones ya reguladas.

-¿La adaptación de las enseñanzas universitarias al nuevo espacio europeo de la educación superior servirá para atajar este problema?

-¿Qué es lo que demandan entonces los informáticos?

-No sólo consiste en que lo pongan en la Universidad, sino que la gente de la empresa lo conozca. Las personas que están en cargos de responsabilidad deben conocer la necesidad de lograr esas atribuciones para que se valore lo que hacemos. Quienes lideran actualmente este sector son informáticos de profesión, pero no de estudios. Es una cuestión que molesta y preocupa a los que hemos invertido tiempo y dinero en la educación.

-Una cierta responsabilidad hay que pagarla y estar preparado para ello. Al no tener reconocimiento ninguno, la sociedad no da valor a lo que hacemos. Todo eso va en detrimento de la calidad del software que luego tengan los usuarios porque hoy la informática lo gestiona todo. Hay empresas que no están dispuestas a pagar por ello porque les interesa más el margen de beneficio que la calidad del trabajo. A mí, en cambio, me interesa que lo que hay detrás de la pantalla tenga una determinada calidad.

-¿La informática es el futuro?

-Cada vez hay menos matriculados en las escuelas universitarias y la gente sale cada vez más quemada por esto que comentaba antes acerca de la falta de atribuciones profesionales. Es lógico porque el «boom» más reciente fue otro: la construcción. A los chavales les interesan más otras cosas a corto plazo, aunque yo sí creo que éste es un universo con futuro a largo y medio plazo y creo que debería intentarse. Aunque sigue siendo bastante frustrante para un ingeniero la realidad del mercado laboral.

Luis Le Barbier Ramos

Ingeniero de Telecomunicación por la Universidad de Cantabria (2000).

Ingeniero Informático por la Universidad de Oviedo (2005). Fue el número uno de su promoción. Comenzó su carrera profesional como jefe de proyecto en la sede de Fi2net en Madrid.

Desde marzo de 2007 es gerente de la factoría de la empresa en Asturias.