Plasmó su visión de Asturias en un maletín y se hizo con el sorteo convocado por Laboral Centro de Arte y Creación Industrial para escoger el mejor objeto que identificara la región. Alejandro Mazuelas estudia Diseño de Producto en la Escuela Superior de Arte del Principado y se ha llevado siete mil euros para fabricar en serie su obra, «donde desde lo local intenté llegar a lo global». Además, en octubre su creación formará parte de la exposición «El último grito» y se podrá adquirir en la tienda del complejo artístico gijonés. A él le preocupa abrirse un hueco en un mercado donde el deseo de las marcas «se impone» al gusto de los autores.

-Asturias en un maletín. ¿Cómo concentró tanto en tan poco?

-Era un concurso para alumnos de la escuela donde estudio. Podías hacer cualquier tipo de producto que simbolizara algo que tuviera relación con Asturias. Tenía que trasladar algún símbolo muy asturiano al ámbito global. La empresa con la que trabajaras y para la que hicieras el producto tenía que estar enclavada en Asturias. Así se pretendía ponernos en contacto con los proveedores asturianos. Yo tenía ganas de hacer algo diferente y decidí realizar un objeto fresco, poco serio. Huí de los tópicos y me propuse transmitir el carácter guerrillero asturiano, la barricada, el peso industrial de la región... Hice cinco plantillas que van dentro de un maletín metálico. Y gané.

-¿Cómo se inspira un «creador» de objetos?

-Lo primero para diseñar objetos es tener ganas. Por supuesto, creatividad y querer ser original. Y, sobre todo, ser observador e informarse sobre los materiales que hay, leer publicaciones, viajar y fijarse en las actitudes de la gente, es decir, en cómo se relacionan las personas con los objetos.

-Como los poetas, ¿el diseñador tiene crisis de inspiración?

-Por supuesto. Hay veces que cuando tienes que diseñar un determinado objeto no es que no sepas cómo seguir, sino que no sabes cómo empezar. Hay veces que estás en blanco y otras que tienes mil ideas y no sabes cúal escoger. Para matar las crisis, lo que hago es meterme un atracón de chocolate o comentarlo con la gente cercana.

-Asturias, ¿todavía es guerrillera?

-La gente de Asturias, no. Creo que estamos todos manipulados. No creo que la culpa sea sólo de los medios, porque tampoco tienen el conocimiento claro de lo que hay detrás. Respecto a Asturias, creo que es una región de contradicciones porque mezcla su condición de paraíso natural con su gran bagaje industrial. Pero el problema que hay aquí es que pensamos que el mundo acaba en La Felguera. Creo que hay que dinamizarse y abrirse un poco.

-¿Complejo de inferioridad?

-¡Qué va! Nosotros somos muy grandes. Pero con la boca, a la hora de hablar. Pero luego para apostar por algo económicamente, no nos atrevemos. Nos puede el miedo.

-¿También a los jóvenes?

-Los jóvenes pasamos de todo olímpicamente. Somos una de las generaciones que menos ha tenido que luchar. Un ejemplo: la democracia que tenemos. Existe la palabra «democracia», que todos utilizamos mucho y me parece a mí que no sabemos ni lo que es. Las palabras «democracia», «tolerancia» y «constitución» las empleamos mucho, pero estamos bastante lejos de aplicarlas. Falta actitud por parte de todos, de los de abajo y los de arriba.

-Hace 77 años, España era una República. ¿Mejor o peor ahora?

- Vaya por delante que creo que con los medios de comunicación hay que usar protector solar. Hay que protegerse un poco. Así que, dicho esto, contesto. Prefiero República porque la Monarquía no la entiendo. Me parece trasnochada, no creo que haya personas que valgan más que otras, porque nacemos todos por el mismo sitio.

-Las mujeres ya son más en el Gobierno.

-Creo que las personas deben elegirse por lo válidas que sean, independientemente de su sexo. En este sentido, debería ser igual. El Gobierno está al frente de un país y lo que tiene que hacer es actuar con las personas que hacen los contratos para conseguir esa igualdad. El problema no está en el Gobierno, está en nosotros.

-Cree en el laicismo?

-A mí esto me hace mucha gracia. Me hace gracia la actitud de la Iglesia, la del Gobierno, la de cómo se usa la palabra «laicismo». Parece que esto ahora es algo nuevo y no lo es. Estamos todo el día hablando del avance y la democracia española. Somos una potencia y estamos metidos en todos los sitios y, por ejemplo, los turcos son laicos desde hace mucho tiempo. Y aquí parece que el concepto lo descubrimos ayer.

-Ser joven, ¿sale caro o hay ayudas laborales suficientes?

-Hay ayudas suficientes, pero la gente, en general, está mal informada. La gente es muy cómoda. Por ejemplo, en el tema de ayudas a la vivienda, sí que veo una diferencia clara entre las políticas de izquierdas y de derechas. Creo que la izquierda da más ayudas a los jóvenes. Sobre todo a nivel municipal.

-La tradición en un mundo globalizado, ¿vende?

-Sí, creo que tiene futuro. Te pongo un ejemplo de Japón. Allí no está reñida la tradición con el avance. Hay que saber diferenciar las cosas. Se pueden llevar el carácter y las raíces de uno si te apetece. El otro día en la calle Corrida vi a una chica tomando un café en un vaso tipo americano. Y me dio pena. Eso no es lo propio de España.

-¿Qué le preocupan más, las crisis económicas o las de ideas?

-¿Crisis? ¿Qué crisis? Las crisis económicas son siempre creadas a través de personas que tienen el interés de que haya crisis. Crisis hay siempre, otra cosa es que a uno le toque más de cerca o más de lejos. Para crisis de verdad, la que hay en África. Aquí la hay, pero de otra forma. Y luego sí, crisis de ideas, hay. La pena es cuando una sociedad pierde su identidad porque se la arrebatan.

-Las grandes marcas, ¿lo dominan todo?

-Hay un arquitecto que se llama Rem Koolhass que dice muchas cosas que me gustan. Yo lo interpreto en el sentido de que en este mundo hay un poco de prostitución. Cuando vas al médico es el médico quien te dice lo que tienes. Sin embargo, para un diseñador, es el cliente, la marca quien elige. Esto es como una lucha libre entre cliente y diseñador, un forcejeo de a ver quién puede más.

-¿Influye la marca en el diseño?

- La marca es el poder. En España hay un diseño muy creativo, me parece diferente y hay una filosofía única en el mundo por su carácter emocional.

- Nació el 1 de octubre de 1977.

- Estudió Primaria en el CP Río Piles e hizo un módulo superior de Delineación en el IES Fernández Vallín.

- Finalizó Arquitectura Efímera en la Escuela de Arte de Oviedo.

- Actualmente está en Tercero de Diseño de Producto en la Escuela Superior de Arte del Principado de Asturias (ESAPA).

- Hace un mes ganó un premio convocado por Laboral Centro de Arte y Creación Industrial con el diseño de un maletín que simboliza el carácter popular de los asturianos. Se hará una producción en serie del objeto.

- Tiene un estudio en la calle Santa Elena de Gijón, donde trabaja conjuntamente con un arquitecto.

«Con los medios de comunicación hay que usar protector solar, hay que protegerse un poco de ellos»

«La relación entre un diseñador y su cliente es como la lucha libre, un forcejeo de a ver quién puede más»

«Prefiero la República porque la Monarquía no la entiendo, me parece que es algo trasnochado»