M. SUÁREZ / R. VALLE

«No se han encontrado resultados para la búsqueda realizada». Si los compromisos de Antonio Catalán, presidente de la cadena hotelera AC, no fallan dentro de un año, ningún viajero que busque un hotel de cinco estrellas en Gijón se encontrará con esta respuesta al acceder a la base de datos de su portal turístico. El futuro hotel de la gama «selection» con 84 suites que cobrará vida en la Laboral garantiza el pase de Gijón a la liga de honor del turismo de alto nivel y cubre un vacío que se dejaba sentir desde hace años. Y si todo va bien, tras el cinco estrellas de la Laboral llegará el cinco estrellas de Poniente. Uno, en el complejo histórico diseñado por Luis Moya a mediados del siglo pasado. El otro, todo un ejemplo de modernidad firmado por el mediático arquitecto Alejandro Zaera.

José María Pérez, presidente de la Sociedad Mixta de Turismo de Gijón, fue uno de los invitados a la presentación oficial del AC de la Laboral. No oculta su satisfacción por el logro. «A nosotros nos abre todo un abanico de posibilidades. Vamos a poder llegar a todos, porque vamos a tener toda la gama de alojamientos», explica Pérez, para quien «en número de plazas no es un gran incremento, pero cualitativamente es un salto muy importante. Es nuestro primer cinco estrellas, pero no es un cinco estrellas como otros, es un cinco estrellas de gran exclusividad y en un espacio singular como la Laboral, que nos permitirá captar otro tipo de clientes».

El hotel de la Laboral le ha tomado la delantera al establecimiento que los Masaveu proyectan en la zona de las vías. Aun así, el grupo empresarial asturiano sigue adelante con su iniciativa, a la que ha dado forma Zaera, el arquitecto de la ciudad olímpica de Londres. «Yo creo que hay mercado para los dos hoteles», confiaba ayer Luis Masaveu, portavoz de la familia en este asunto. «Cualquier inversión de este tipo es buena para Gijón y para Asturias. Fundamentalmente porque revierte en un mayor empleo, y eso es lo importante», añadió.

El de los Masaveu también será un hotel singular, aunque de nueva planta y diseño muy vanguardista. Los bocetos presentados en público muestran una torre de 22 plantas que tiene forma de espiral y cobertura acristalada. Su construcción, aunque impulsada desde la iniciativa privada, depende plenamente del plan especial para la integración del ferrocarril en la ciudad. Dicho plan está en fase de tramitación y «nosotros estamos a expensas de esos trámites urbanísticos». Lo que significa que, desde que la familia Masaveu mostró una primera maqueta en sus locales de la Feria de Muestras, no se ha avanzado en el proyecto. «Lo importante es hacer las cosas bien», incidió Luis Masaveu, tanto en referencia a su futuro hotel de cinco estrellas como al que se habilitará, más a corto plazo, en el antiguo colegio menor de la Universidad Laboral.

Los promotores del hotel de cuatro estrellas que NH gestionará en la ciudad, cuyos pilares empiezan a asomar ya por la ería del Piles, son igualmente optimistas con las posibilidades del mercado turístico gijonés y también asumen como «una buena inversión» la creación de un cinco estrellas en la Universidad Laboral. «Yo creo que hay público para todos. Gijón se está consolidando como destino turístico y yo tengo confianza ciega en el futuro del municipio», señaló José Ignacio Santiago, al frente de la sociedad -ABI Samper- que impulsa esta nueva iniciativa hostelera.

Ahora mismo, Gijón ofrece cerca de 8.000 plazas turísticas de alojamiento, de las que 5.200 se corresponden con los 44 hoteles que desarrollan su actividad en la ciudad. El 70 por cierto son hoteles de cuatro y tres estrellas: el máximo nivel hasta la próxima Semana Santa. «Gijón se acabará convirtiendo en el Levante del Norte. El Calatrava de Oviedo, el Niemeyer de Avilés, el ascenso del Sporting a Primera... Todo suma», apuntó el gerente de ABI Samper, que ha adquirido la parcela que el grupo Comar ofertó en su día como ubicación del Casino de Asturias. Su hotel servirá para que la cadena NH, sin plaza hasta ahora en la ciudad, «ponga por fin su bandera aquí».

La última gran empresa del sector que se ha instalado en la ciudad fue Silken, a cargo del hotel de cuatro estrellas promovido por Cascos en los terrenos de Bohemia. El gerente de la constructora gijonesa, Anselmo Menéndez, se muestra prudente en su análisis de la situación hotelera gijonesa: «Tengo mis dudas, la verdad, de que haya mercado en Gijón para un cinco estrellas. Aquí el invierno es duro. Los tres y cuatro estrellas acabamos salvándolos, pero un cinco estrellas... No sé. Sólo el mantenimiento ya es mucho más costoso».

Dicho esto, Menéndez sí quiso «agradecer» a los inversores de AC, que tienen como socios al Grupo Alsa y a Coto de los Ferranes, «el tremendo valor que le han echado». A su juicio, la «apuesta resulta muy arriesgada», pero también «muy interesante». Y añadió: «Como gijonés, es una noticia estupenda que se abra un hotel de cinco estrellas en la ciudad, que permitirá atraer una clientela de cierto nivel en ocasiones, por ejemplo, como los premios "Príncipe"».

Anselmo Menéndez le ve riesgos a la iniciativa de crear un cinco estrellas y garantías al hecho de que se ubique en el edificio de la Laboral. El edificio de Luis Moya «es una buena sede, estilo parador», además de presidir un espacio que «ha cobrado mucha vida; Cabueñes acabará convirtiéndose en una de las mejores zonas del extrarradio».

El hotel de la Laboral será el sexto hotel de cinco estrellas que se abre en la región, después que este viernes se inaugure el establecimiento de lujo que ha resultado de la rehabilitación del balneario de Las Caldas en Oviedo. Avilés cuenta con el Palacio de la Ferrera; Colunga, con el Palacio de Luces, y Oviedo con el AC Forum y el emblemático Reconquista. Arriba, recreación del hotel de la Laboral (a la izquierda) y del previsto por los Masaveu.