e l Principado de Asturias es la comunidad autónoma donde, en términos relativos, se ha formado el mayor numero de técnicos de prevención, ya sea de nivel intermedio o superior, y con fama de ser los mejor preparados. Pero se da la paradoja de que en la actualidad conseguir técnicos de prevención de Asturias para atender la demanda de las empresas asturianas que se dedican a las tareas de mantenimiento, conservación u obra civil es muy difícil, pues la inmensa mayoría de los técnicos está trabajando fuera de Asturias. Y una vez que se han adaptado a su nueva situación allá donde trabajan, se resisten, es comprensible, a empezar de nuevo, aunque sea en el Principado.

Por otro lado, trabajar como técnico de prevención en Asturias y para empresas asturianas tiene como consecuencia, en la mayoría de los casos, que a la práctica ya habitual e ilegal, aunque ni cortada por la Administración ni denunciada por los sindicatos, consistente en trabajar gratis dos horas extra cada jornada y la mayor parte de los sábados también de la misma forma, se suma la ausencia de dietas, aunque el lugar de trabajo esté a más de una hora de coche del domicilio del técnico de prevención. A lo sumo, y son casos excepcionales, se paga media dieta, que da para el menú del día, pero los gastos de desplazamiento o de alojamiento hay que detraerlos del sueldo. Un sencillo cálculo permite concluir que la hora de trabajo de un técnico de prevención de nivel superior apenas llega a 5 euros, que es, más o menos, a lo que sale la hora de un repartidor de pizzas o de publicidad por los buzones.

El sueldo neto normal que se está pagando es de 1.245 euros por 14 pagas. Se podrá decir que no está tan mal, pues supera el listón de los mileuristas. Cierto es, pero hay que tener en cuenta que ese sueldo no corresponde a la jornada semanal legal de 40 horas, sino a la ilegal de 60 y sin tener en cuenta que en una buena parte de los casos, y siempre referido al ámbito de la comunidad autónoma, hay largos desplazamientos y que en la mayoría de ellos se trata de trabajos temporales de corta duración, dos o tres meses, y de incorporación inmediata, sin tiempo para buscar alojamiento, medios de comunicación, etcétera.

A veces, su periplo se puede comparar con el de un explorador.

No es de extrañar, pues, que haya dificultades para encontrar técnicos disponibles por parte de las empresas asturianas. Así como a lo largo de estos últimos tres años las empresas han ido asimilando que la ley de Prevención de Riesgos Laborales les es de aplicación, es hora de que se den cuenta también de que un técnico de prevención es más que un requisito formal, que es una figura indispensable en la obra para asesorar al jefe de obra, a los encargados, a la empresa, en definitiva, sobre las buenas prácticas que posibiliten que los trabajadores puedan realizar su labor en condiciones de seguridad y salud. En necesario que se enteren de una vez y así lo acepten, que el técnico de prevención, aunque personal indirecto, es una inversión muy rentable y no un gasto cuya cuantía tratan de minorar de la forma que sea.

Mientras las empresas asturianas no aprueben esta asignatura tendrán problemas para cumplir con esa obligación ineludible de garantizar la seguridad y salud de sus trabajadores y serán las responsables de la quiebra de esa seguridad que, lamentablemente, se materializa en un elevado número de accidentes al año con resultado de muerte una buena parte de ellos.

No sería un mal ejercicio el pararse a pensar sobre la situación laboral de los técnicos de prevención en este «Día internacional de la seguridad y salud laboral», para poder concluir, si se es objetivo en el análisis, que esta figura no forma parte del decorado de la empresa, sino que es una de sus piezas esenciales para hacer que no sea incompatible la actividad productiva de los trabajadores con el ejercicio de su derecho a la seguridad y a la salud y, valorarlo, a todos los efectos, coherentemente con esa importancia, lo que tendría, entre otras consecuencias positivas, el retorno al mercado laboral asturiano de los técnicos de prevención hoy dispersos por España y allende sus fronteras también.

Alfonso Martínez es presidente de la Asociación de Gestores de la Prevención 28 de Abril.