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-A punto ya se agotarse el suelo de Cabueñes, ¿qué soluciones prevén para el futuro?

-Ahora se está planteando utilizarlo como instrumento, con espacios semejantes fuera pero que no estén en la misma mancha que el parque, por ejemplo, en la zona de la Laboral o alguna otra área próxima donde podamos tener más empresas con el mismo modelo de gestión y beneficios.

-¿Qué posibilidades hay de que el parque salte al espacio de La Camocha?

-Podría ser, lo que pasa que tiene una serie de problemas de tipo legal y laboral en los que el Ayuntamiento no tiene mucho que pitar, de momento. Sería mucho más amplio que el actual, podría tener otro tipo de actividades y tiene una población al lado que podría integrarse de alguna manera en los beneficios de ese espacio. Es un sitio ideal como parque empresarial. Ahora estamos dejando fuera de Cabueñes empresas del conocimiento que no son tecnológicas, como las consultoras, y para ellas sería un espacio magnífico, amplio y bien comunicado.

-¿Los parques tecnológicos son una moda económica temporal?

-Ahora mismo están funcionando 25 en España y hay otros 60 proyectos en desarrollo, unos que están atascados, otros a punto de inaugurarse y otros a la mitad, lo que nos hace prever un «boom» de parques tecnológicos. Es una forma de agruparse relativamente barata y que da ciertos beneficios. Ahí tuvimos una oportunidad hace años y la aprovechamos. Eso nos permitió estar en la primera línea de esta moda económica que sigue durando y va a durar, no es algo temporal.

-¿En qué lugar se encuentra Asturias en innovación?

-Yo creo que no tiene nada que envidiar a otras regiones. Ya no es como antes que estábamos volcados en el aeropuerto, en la dependencia de fondos externos? Esa etapa ya pasó y ahora influye más la capacidad emprendedora de la gente porque en el sector TIC no hay muchas ayudas.

-¿Y en Gijón?

-Quizá por nuestro carácter de no ser capital en Gijón hemos peleado por competir y sacar la cabeza. Ahora cuando vienen del exterior ven que estamos acostumbrados a recibir, a organizar y a apoyar. Aquí se cogió la iniciativa hace ya 20 años y de alguna manera Gijón suena en el ámbito empresarial y tecnológico.

-Como conocedor del mundo de la empresa, ¿cómo ve el cambio de ciclo económico actual?

-Es un reajuste que casi estaba cantado, proveniente de una cierta inflación constructiva. Ya había informes que avisaban de ello. Serán un par de años de cierto ajuste pero a la sociedad nos viene bien de vez en cuando para retomar las cosas y ponernos serios. Caerá alguna empresa pero también sanea un poco el sistema porque había cosas muy en el aire. Europa está en una situación muy difícil de no dar facilidades crediticias, manteniendo los intereses cerca del 5 por ciento cuando hay un problema de cierta inactividad. Controlar la inflación con los intereses es duro porque si hay parón sigues ahí con el grifo cerrado, sin embargo, EE UU los está bajando bastante mientras en Europa seguimos la línea dura, aunque también la más segura.

-¿Habrá un nuevo reajuste?

-El gran reajuste de una economía tradicional a una economía moderna ya está hecho, ya no es el gran cambio. El paso difícil ya está dado y el sector industrial seguirá con productos de mayor valor añadido cada vez más. Lo principal es apostar por la I+D+i.

-¿Existe alguna receta para compensar la competencia que llega del mercado asiático?

-Dicen que es la innovación y la investigación. Una empresa que no investiga va a durar poco. El ritmo de la empresa es el ritmo de la investigación.

-¿Es posible aprovechar en investigación e innovación el cambio de ciclo para sectores tradicionales como la minería?

-Eso es más difícil porque es un sector muy vinculado a la disposición o no de fondos mineros y en Gijón está reducido al núcleo de La Camocha. Tampoco tenemos empresas en el Parque Tecnológico con ese perfil.

-¿Y el polo energético planificado en torno al puerto de El Musel puede atraer nuevas empresas?

-Puede dar lugar a cierta actividad de servicios, mantenimiento e incluso ingenierías pero no creo que pueda llegar a tener gran peso teniendo en cuenta que hay otros núcleos más vinculados a la minería, como Mieres y Lugones. Sí que podría empezarse en La Camocha, por ejemplo, con algún aprovechamiento vinculado a la propia mina a través del agua o la energía geotérmica.

-¿Qué posibilidades tiene el subsuelo de La Camocha?

-Si el agua que hay en el subsuelo tiene cierta temperatura, seguramente hoy día, en que en la energía también se afina bastante, podría tener algún tipo de aprovechamiento. Creo que debería estudiarse sabiendo que va a quedar clausurada de manera definitiva. Es una mina profunda con una capa de 200 metros de materiales que no son de carbón, fue un mérito enorme haberla encontrado.

«Sabiendo que la mina va a quedar clausurada de manera definitiva debería estudiarse algún tipo de aprovechamiento vinculado al agua o la energía geotérmica»